5 pasos para recibir las promesas de Dios

Cuando vamos a las Escrituras, encontramos millares de promesas para nosotros y para cada miembro de nuestro grupo familiar.

No es una sola, sino muchísimas. Abarcan todos los ámbitos: el crecimiento personal y espiritual, la vida familiar, la economía, el trabajo, y en general, todas las áreas de nuestra existencia.

¿Cómo podemos ver materializadas esas promesas? Hay al menos cinco pasos que le invito a considerar:

1.- Reciba las promesas de Dios, en oración o cuando lee las Escrituras.

2.- Aprópiese de las promesas de Dios.

3.- Ore por las promesas de Dios para su vida y su familia.

4.- No dude, en lo más mínimo, que Dios cumple sus promesas.

5.- Aprenda a esperar en las promesas de Dios.

Tenga presente que infinidad de personas se mueven en la dimensión sobrenatural del Señor, por una sencilla razón: creen en las promesas del Señor y no desfallecen hasta tanto se hacen realidad.

Dios les hizo una promesa a Josué y al pueblo de Israel, como leemos en la Biblia:

“Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.” (Josué 1:1-4)

Josué y los israelitas se movieron en fe y vieron realizada la promesa de entrar en una tierra que fluía leche y miel. Igual ocurrirá con usted y su familia, si aprende a creerle al Padre.

Insisto: lo importante radica en que usted crea y actúe. En ese proceso, la oración es fundamental. Hágalo. No se arrepentirá.

Si aún no ha recibido a Jesucristo como su  Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Él transformará su vida personal, espiritual y familiar.