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Alcance armonía en su mundo interior

Alcance armonía en su mundo interior

Base Bíblica: Mateo 8:23-27.

Introducción:

Dios desea que experimentemos sanidad en nuestro mundo interior. Él sabe que, aun cuando deseamos servirle, es probable que tengamos hechos traumáticos y sólo Él puede sanarnos. Conoce nuestro mundo interior y sana las heridas. Hoy es el día para que entregue su ser en manos de Aquél que puede hacer algo especial con su vida, traer armonía a su existencia y sentar las bases para que alcance la victoria.

I.- LA LUCHA POR ARMONIZAR NUESTRO MUNDO INTERIOR

1.- Un problema común entre los líderes es ¿cómo lograr armonía en nuestro mundo interior?

a.- Hay desorganización en la dimensión privada de muchos de nosotros.

b.- Generalmente todos manejamos la dimensión pública. Guardamos una imagen.

2.- El Señor Jesús reveló que el secreto de la armonía en el mundo interior es “permanecer” (Del Gr. Mero, que traduce quedarse, continuar, permanecer, vivir). “…el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:4, 5).

a.- Es posible lograr la armonía de nuestro mundo interior si Cristo gobierna todas las áreas.

b.- Es necesario examinarnos:

¿Estamos siendo arrastrados por la sociedad, pensando y actuando como todos esperan sin que haya armonía en nuestro mundo interior?

¿Nos movemos por un genuino llamamiento de Jesucristo y estamos avanzando en el crecimiento personal y espiritual?

¿Cuánto tiempo asignamos a una auto evaluación y firme propósito de crecimiento personal y espiritual?

¿Pasamos tiempo en la presencia de Dios, permitiendo que Él armonice nuestro mundo interior?

Ilustración: Charles Cowman es ejemplo de armonía del mundo interior. Fue pionero en las misiones hacia Japón y Corea. Se jubiló prematuramente por quebrantos de salud. Pese a ello, no renegaba ni se irritaba. Simplemente esperaba en Dios.

3.- El Síndrome del vacío interior:

Muchos de nosotros guardamos enormes vacíos. Cuando menos lo esperamos, socavan y destruyen nuestro mundo interior.

a.- Tarde descubrimos que nos hemos desgastando en cultivar la dimensión pública y no nuestro mundo interior. Conquistamos títulos académicos y reconocimiento al interior de la iglesia, pero dentro nuestro no hay crecimiento personal ni espiritual.

b.- Con el peso del tiempo y aunque no queremos aceptarlo, nos enfrentamos a la realidad de un mundo interior en caos.

c.- El cansancio de tanta actividad para mostrar nuestra “elevada espiritualidad”, llega a gobernarnos. Nos asaltan la decepción, la fatiga, el fracaso y la derrota.

4.- El caos en nuestro mundo interior ejerce directa incidencia en la vida espiritual.

a.- No es lo “devocional” simplemente, sino lo “espiritual” en su conjunto.

b.- Se produce “esterilidad” en nuestro mundo interior.

c.- Sin Cristo en nuestro mundo interior, se produce un naufragio inevitable (Mateo 8:23, 24).

4.- Solamente cuando se llena el vacío de nuestro mundo interior, se producirá un cambio externo (Proverbios 4:23).

a.- Un corazón protegido contra las influencias externas.

b.- Que tenga la fortaleza suficiente para poner en orden el mundo interior.

c.- Llenar el vacío del mundo interior obliga a una renovación en nuestra forma de mirar la vida, y de pensar (Romanos 12:2).

II.- JESUCRISTO BUSCA HOMBRES Y MUJERES DISPUESTOS A SER TRANSFORMADOS.

1.- Jesucristo obra en aquellos que están dispuestos a dejarse moldear. Los doce discípulos son un ejemplo.

a.- hay quienes ni siquiera hacen un alto en el camino ministerial para tomar un sueño reparador o preguntarse, ¿cómo está mi relación con los demás?

b.- Las presiones sociales, económicas y religiosas del entorno nos enferman física y espiritualmente.

c.- Los seres impulsados (arrastrados por el deseo de ser reconocidos y alcanzar logros que eleven su ego) no descansan.

Características:

Sólo les satisfacen los logros.

Están a la expectativa de obtener cada vez mayores reconocimientos.

Llegan a tornarse egoístas. Se tornan falsos. Negocian sus principios y valores.

Con frecuencia se les dificulta tener una buena relación con los demás. Los logros les resultan más importantes que las personas.

Son muy capaces. El avance ve a los demás como enemigos o competidores.

A menudo son irascibles. Explotan al menor asomo de oposición o deslealtad.

Se mantienen tan ocupados que no se ocupan de sí mismos ni de sus familias.

2.- No siempre quien hace más cosas para el reino de Dios está dentro de Su voluntad divina o le agrada.

3.- Quienes obran impulsados sin medida, jamás recibieron reconocimiento de sus padres en la niñez. No valoraban sus pequeños logros.

a.- Recibieron expresiones como “Inútil” o “Jamás servirás para nada”.

b.- La persona trata de responder al menosprecio de que fue objeto.

c.- Tampoco recibieron amor, tolerancia ni comprensión en la niñez.

Conclusión:

Si deseamos que nuestro ministerio sea eficaz, es necesario que entreguemos todo nuestro ser en manos del Señor Jesucristo. Permitir que trate todo nuestro ser y traiga la sanidad interior que tanto anhelamos. Él es el único que puede hacerlo. No es en nuestro poder ni en nuestras fuerzas. Quien hace la obra y trae a nuestra vida interior una paz que sobrepasa todo entendimiento, es el Señor Jesús. Es el fundamento para ser un líder eficaz.

Publicado en: Sermones


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