Aprende a fracasar para avanzar hacia la victoria
1.- Lecturas Bíblicas: Proverbios 24:16; Salmos 37:24
2.- Versículo para memorizar:
”...porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia.” (Proverbios 24:16. La Biblia de Las Américas)
3.- Reflexión en la Palabra de Dios:
¿Qué hacer cuando el fracaso toca a nuestra puerta? Probablemente usted lo ha enfrentado alguna vez. Emprendió un proyecto que, creyó inicialmente sería un éxito, pero terminó en una sonada derrota. ¿Le ha ocurrido? Lo más probable es que sí. A la mayoría de nosotros nos ha ocurrido. Sobre esa base, retomo la pregunta: ¿Cómo enfrentar las situaciones frustrantes en las que nada salió como esperábamos?
Hay dos opciones a mano: Resignarse y no intentarlo de nuevo, o sencillamente reponernos del golpe y reemprender el camino, convencidos que los obstáculos o los tropiezos no impedirán que conquistemos nuestros sueños.
Hace casi tres mil años el rey Salomón escribió: ”...porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia.” (Proverbios 24:16. La Biblia de Las Américas)
Nuestra fortaleza para ser vencedores estriba en cifrar toda nuestra confianza en Dios y afianzarnos en Él cuando las cosas no van bien, o al menos, no están saliendo como teníamos presupuestado.
En septiembre del 2012 una reunión de aparentes fracasados, dio lugar al surgimiento de un movimiento de emprendedores. En ese encuentro, realizado en México, participaron: Carlos Zimbrón, Julio Salazar, Luis López de Nava y Pepe Villator.
Se reúnen los jueves, al caer la tarde, y evalúan sus errores y de qué manera superarlos. Lo llaman el Instituto del Fracaso. Durante las sesiones, los participantes se animan unos a otros a reemprender. En criterio de los organizadores, en 150 ciudades de varios países, ha sido una estrategia que se expande cada día más.
Al referirse al fracaso y la forma de enfrentarlo, el sicólogo colombiano, Demis Mauro López Garcìa, autor y conferencista, asegura:“El fracaso duele. A nadie le gusta fracasar y recordarlo. Es un tema que resulta muy cercano a la reputación. Una de las cosas que hemos visto con esta experiencia es que es un mito que contar tus errores te hace más débil. Lo que termina pasando es que la gente te percibe como alguien con más experiencia, con una historia por contar”.Si vamos de la mano de Dios, nada impedirá que demos pasos sólidos hacia la victoria, así hayamos cometido muchos errores.
Dios nos concibió con las potencialidades para vencer. Podemos salir airosos de cualquier circunstancia adversa. Y no solo salimos a flote sino que, si perseveramos, alcanzaremos aquello que nos hemos propuesto y que sometimos en manos de Dios en procura de su ayuda.
Este principio toma como fundamento lo que escribió hace siglos el rey David acerca de quienes siendo hijo de Dios, enfrentan momentos difíciles: ”...Cuando caiga, no quedará derribado, porque el SEÑOR sostiene su mano. “ (Salmos 37:24. La Biblia de Las Américas)
La decisión de enfrentar los momentos difíciles debe ir acompañada de fe y perseverancia.
Es hora de sacudirse de la resignación, levantarse y retomar el camino. Dios nos permitirá alcanzar la victoria.
Si aún no ha recibido a Jesús como Señor y Salvador, es el día para que lo haga. Ábrale las puertas de su corazón y emprenda el maravilloso proceso de crecimiento personal, espiritual y familiar que tanto anhela.
4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a.- ¿Cómo enfrenta usted el fracaso? ¿Cuál es su actitud?
b.- ¿Acude a Dios cuando ha enfrentado momentos de derrota?
c.- ¿Qué debe hacer un cristiano cuando enfrenta momentos de fracaso, según Proverbios 24:16?
d.- ¿Qué nos dice Dios en cuanto a enfrentar el fracaso, de acuerdo con el Salmos 37:24?
Con ayuda de Dios, decídase hoy a vencer. No acepte la derrota como una opción.
Publicado en: Devocionales Diarios
Copia el siguente texto a tu muro de Facebook:
https://www.mensajerodelapalabra.com/site/index.php/aprende-a-fracasar-para-avanzar-hacia-la-victoria/
Temas Relacionados:
Un consejo oportuno con fundamento en la Biblia.