Bendecidos aún en medio de los laberintos
Base Bíblica: Isaías 1:1-8; Hebreos 12:5-11
Introducción:
Las crisis pueden convertirse en una oportunidad para crecer en la fe, o por el contrario, llevarnos a un tiempo de derrota en el que podremos experimentar estancamiento y quizá hasta volver atrás. Es esencial que dispongamos nuestro corazón para confiar en Dios y tener la firme convicción que Él no nos dejará solos en medio de nuestros períodos difíciles. Es importante que evaluemos cómo hemos caminado con Dios en los momentos críticos. ¿Confiamos en Dios o en nuestras fuerzas?
I.- En medio de las crisis aprendemos a depender de Dios
1.- Dios está con nosotros en medio de las crisis
2.- Con la muerte del rey Uzías, muchos creían que vendría una crisis. Y en ese momento el profeta Isaías tuvo revelación de Dios (Isaías 1:1)
a.- Podemos llevar muchos años como cristianos pero aún no conocer a Dios
b.- Dios quiere revelarse a nuestra vida
3.- En medio de las crisis podemos tener un encuentro personal con Dios
4.- Como los hijos de Elí, que eran sacerdotes, quizá estamos sirviendo a Dios pero sin conocer a Dios (1 Samuel 2:12)
II.- Dios se revela en nuestra vida cuando disponemos el corazón
1.- Dios se le reveló a Isaías en toda su grandeza (Isaías 1:1)
a.- Dios se revela a quienes disponen su corazón pata Él
b.- La revelación de Dios a nuestra vida trae transformación profunda
2.- Nada ni nadie pueden trocar los planes de Dios, planes que Él revela a nuestra vida
3.- El rey Uzías comenzó su historia en victoria, porque dependía de Dios. Su ruina se produjo cuando se dejó arrastrar por la arrogancia y no dependió de Dios (2 Crónicas 26:4, 5, 16-21)
a.- La diferencia entre Uzías e Isaías, es que Isaías dependió de Dios en todo momento mientras que el rey no lo hizo así.
b.- Dios demanda de nosotros que caminemos en santidad desde el principio hasta el fin.
4.- Dios se reveló a Isaías como un Dios santo (Isaías 1:3, 4)
III.- Cuando Dios se revela a nuestra vida, experimentamos transformación
1.- En medio de las crisis aprendemos a conocernos en nuestra verdadera dimensión (Isaías 1:5)
a.- Nos permite reconocer que somos débiles.
b.- Nos permite sacar lo mejor de nosotros para cambiar y crecer
2.- No podemos entrar a juzgar la debilidad de otras personas porque no somos jueces de nadie, sólo Dios (Mateo 7:1-3)
3.- Cuando Dios nos revela las debilidades que nos asisten, nos disponem,os a ser transformados
4.- Cuando disponemos el corazón para el Señor, Él puede utilizarnos y llevarnos a nuevos niveles (Isaías 1:7-9)
5.- Cuando desarrollamos intimidad con Dios, Él se revela a nuestra vida de manera permanente
6.- No podemos olvidar que en medio de las crisis, Dios trata con nuestra vida (Hebreos 12:5-11)
Conclusión:
Cuando aprendemos a confiar en Dios en medio de las crisis, comenzamos a movernos en victoria. Por el contrario, cuando dependemos de nuestras fuerzas, lo más probable es que iremos de derrota en derrota. Es esencial que no batallemos en nuestras fuerzas cuando enfrentemos períodos de crisis sino que aprendamos a depender de Dios. Es una decisión que nos ayudará a crecer en la fe. La decisión está en sus manos… lo mismo que su decisión sobre qué hacer.
Publicado en: Sermones
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