Caminando hacia la eternidad

BASE ESCRITURAL: Lucas 16:19-31

Introducción:

Al tiempo que millares de niños nacen por segundo en el mundo entero, millares de hombres y mujeres parten a la eternidad sin Cristo. Sin duda irán a condenación. ¿Era éste el propósito de Dios? Por cierto que no. No obstante la decisión la tomó cada uno al aceptar o por el contrario, desechar la oportunidad que les ofrecía el Señor Jesús de recibir la vida eterna. Hoy es el día para recibirle en nuestro corazón como único y suficiente Salvador.

I. LA DECISIÓN DE DÓNDE PASAREMOS LA ETERNIDAD, ES INDIVIDUAL (vv. 19-22)

a. ¿Cómo utilizamos la vida? (v. 19)

b. ¿Qué valor le damos a las posesiones materiales? (v. 19)

c. ¿Cómo enfrentamos la adversidad? (vv. 20, 21)

II. DEBEMOS ESTAR PREPARADOS PARA LO INEVITABLE: EL PASO A LA ETERNIDAD (vv. 22-26)

a. ¿Cómo andamos con Dios?

b. Jesús validó la existencia d el infierno (v. 23)

...En el Hades no se pierden los sentidos, tampoco en el cielo...

c. No hay purgatorio. Del Hades no se puede pasar al cielo (vv. 23-26)

III. NUESTRA VIDA DEBE PREPARARSE DESDE YA PARA IR A LA ETERNIDAD (vv. 27-31)

a. Del plano espiritual no podemos pasar de nuevo al plano material (vv. 27-29)

b. Somos responsables por nuestras decisiones (vv. 30, 31)

Conclusión:

Todos los seres humanos tenemos algo seguro: nuestro tránsito hacia la eternidad. Puede ser con Dios por siempre, o por el contrario— y de acuerdo con nuestro presente— en la oscuridad. La decisión de dónde pasaremos la eternidad por siempre, la tomamos hoy, ahora. La vida eterna la aseguramos con Jesucristo morando en nuestro corazón. Él es quien nos hace salvos.