Cimentando familias en oración
1.- Lectura Bíblica: Lucas 6:12; Mateo 7:7, 8;
2.- Meditación familiar:
¿Por qué es importante orar? Porque hace más íntima nuestra relación con Dios, nos lleva a experimentar crecimiento personal y espiritual, nos lleva a nuevos niveles de fe, y nos permite ver de qué manera lo imposible se hace posible. ¿Todos los cristianos debemos orar? Por supuesto que sí. Nuestro amado Salvador Jesucristo nos dio un ejemplo.
Él era el primero en estar en pie, para irse a buscar al Padre en oración, e incluso cuando terminaba la jornada, por muy cansado que estuviera.
Hay dos textos en los que se pone en evidencia la disciplina de nuestro Salvador en cuanto a la oración: “A la mañana siguiente, antes del amanecer, Jesús se levantó y fue a un lugar aislado para orar.” (Marcos 1:35. NTV) , y también: “Cierto día, poco tiempo después, Jesús subió a un monte a orar y oró a Dios toda la noche.” (Lucas 6.12. NTV)
Es un asunto de disciplina, compromiso, perseverancia. Tres elementos esenciales que deben converger en quienes nos llamamos seguidores de Jesús el Señor, como enfatiza Reuber Archer Torrey:“Quien no pasa la mayoría de su tiempo orando, no puede llamarse seguidor de Jesucristo.” (Reuber Archer Torrey. “Cómo orar”. Editorial Peniel. Argentina. 2013. Pg. 19)¿Por qué en la familia debemos fomentar la fe? Porque es allí, al interior del hogar, en donde sentamos las bases para una relación de pareja en la que Dios gobierna, e hijos fundamentados en sólidos principios que permanecerán en ellos hasta su vejez. Si les enseñamos a orar, no mediante la imposición sino con nuestro ejemplo, ese cimiento se irá arraigando.
Gracias al Señor Jesús, por su obra redentora en la cruz, no sólo usted sino su pareja y sus hijos, pueden entrar a la Presencia de Aquél que todo lo puede, nuestro Padre celestial.
En el Antiguo Pacto no hubiésemos podido ir ante Su Trono, pero ahora sí, por la gracia que se deriva de la obra de nuestro amado Redentor (Cf. Hebreos 4:16; Juan 16:24)
Todo proceso para llegar a su feliz culminación cumple unas metas. Y desarrollar intimidad con Dios forma parte de una dinámica de crecimiento personal y espiritual, que no es solamente para unos cuantos sino para todos aquellos que disponen su corazón.
Jamás olvide que el Señor Jesús enseñó: “Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá.Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.” (Mateo 7:7, 8. NTV)
Haga un alto en el camino: ¿Cómo anda su vida de oración? ¿Está descuidando la búsqueda de Dios? Hoy es el día para tomar una decisión. Desarrollar intimidad con el Señor parte de la disposición de corazón. Él sabe cómo hacerlo… y nos ayuda en el proceso.
Si aún no ha recibido a Jesús como Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo. Le aseguro que no se arrepentirá.
3.- Oración familiar:
“Amado Dios, gracias porque eres tú quien nos enseñas cada día cómo debemos pensar y actuar. Tomados de tu mano, aprendemos siempre nuevos principios que nos ayudan a crecer como familia. Hoy te pedimos que nos enseñes a orar. Coloca en nuestro corazón disposición de buscar tu rostro. Anhelamos que la oración sea parte de nuestra vida diaria, convencidos que es mediante la oración como llegamos a nuevos niveles, crecemos como familia y alcanzamos la victoria. Sometemos este día en tus manos. Amén”
4.- Una Meta familiar para hoy:
Aprovecharé los espacios de diálogo en familia para referir la importancia de fortalecer una vida de oración.
Si desea escuchar esta enseñanza haga clic aquí.
Publicado en: Altar Familiar
Copia el siguente texto a tu muro de Facebook:
https://www.mensajerodelapalabra.com/site/index.php/cimentando-familias-en-oracion/
Temas Relacionados:
Estudios Bíblicos de Guerra Espiritual y Oración de Guerra.