¿Cómo iniciar las primeras reuniones de la Célula Familiar?
(Lección 5)
Como hemos visto, las ciudades concentran un 50% de la población de los países hispanos contrario a lo que ocurría treinta años atrás cuando el mayor volumen de personas residía en los campos.
Esa proporción tiene de a ser cada día mayor a raíz de la migración progresiva de los campesinos a los asentamientos urbanos, lo que necesariamente obliga a replantear y a aplicar ajustes a las estrategias de evangelización.
Frente a esta realidad toman fuerza las opciones que se ofrecen a través de las Células Familiares o Grupos de Estudio Bíblico.
¿A qué reflexión nos lleva este hecho? A la necesidad de acudir a métodos sencillos, económicos y eficaces con el propósito de llegar a un enorme volumen de personas con el ánimo de fortalecer las reuniones en las casas. No olvide que a la par que crecen las ciudades, se dispara el número de ofertas para colmar el vacío espiritual de hombres, mujeres, jóvenes y niños.
Las religiones orientales y los métodos de superación o de relajación, forman parte del enorme abanico de competidores y no podemos desconocer que sus sistemas de trabajo para captar adeptos son cada día más sutiles y contundentes.
Sobre esta base, hay tres elementos que deben caracterizar todas las células y que también deben primar desde las primeras convocatorias que se hagan a las gentes para asistir:
a.- Oración
b.- Acogida como en el propio hogar
c.- Evangelización
1.- La oración en las casas
¿Quiere una estrategia que le permita impactar a las personas que se encuentran alrededor: vecinos, amigos y familiares? La respuesta es sencilla: oración. Mucha pero mucha oración.
No pasa un día sin que usted y yo escuchemos las quejas de las personas en torno a los problemas que enfrentan, bien sea de orden espiritual, emocional, familiar, laboral o quizá económico.
Nos comparten sus inquietudes porque están buscando una salida al laberinto. Una extraordinaria alternativa es decirles: “En casa nos reunimos tal o cual día desde en el siguiente horario. Generalmente lo hacemos para orar y leer la Biblia. ¿Permitirías que te ayudáramos a orar por esa situación?”.
No conozco a la primera persona que exprese su negativa a esta disposición de colaborar. Allí está abierta un puerta que posteriormente nos permitirá invitarles a las Células o Grupos de Estudio Bíblico.
Una vez traiga la solicitud y comiencen a interceder, es aconsejable que duramente la semana en curso usted hable con el interesado y le diga. “Estamos orando por su situación, no nos hemos olvidado, y si observa cambios favorables le pido que por favor nos informe”.
¿Sabe qué ocurre? Que normalmente tenemos la certeza de que Dios responde tal como sucedía con los primeros cristianos cuando “Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles” (Hechos 2:43. Nuevo Testamento, la Palabra de Dios para todos).
¿Se da cuenta? Nuestro amado Señor –si está en Su voluntad— va a testimoniar respaldo, y las oraciones serán respondidas. El peso de esta respuesta desarma con frecuencia los argumentos que tienen las personas para no asistir a la Célula o Grupo de Estudio Bíblico.
En las casas se debe orar. Recuerde que es justamente eso lo que hacían los primeros creyentes.
Cuando el apóstol Pedro fue encarcelado y a instancias de Herodes estaba a las puertas de ser llevado a juicio, esa noche Dios se manifestó milagrosamente.
El capítulo 12 del libro de los Hechos señala que mientras estaban durmiendo en medio de los guardias:”De repente apareció un ángel del Señor y una luz resplandeció en la celda. Despertó a Pedro con unas palmadas en el costado y le dijo: “Date prisa, levántate”. Las cadenas cayeron de las manos de Pedro” (Hechos 12: 7, 8. Nueva versión Internacional).
De una manera prodigiosa, el ser angelical guió a Pedro hasta la salida de la prisión. “Cuando (Pedro) cayó en cuenta de esto, fue a casa de María, la madre de Juan, apodado Marcos, donde muchas personas estaban reunidas orando” (Hechos 12:12. Nueva versión Internacional).
Observe que en esas y otras ocasiones, fue en los hogares en donde se reunían los primeros cristianos y en donde se clamaban a Dios en procura de las necesidades que les asistían.
2.- Acogida como en el propio hogar
¿Por qué razón muchas personas se muestran renuentes a asistir a una Célula o Grupo de Estudio Bíblico? Porque quizá temen que no tengan la acogida especial que normalmente uno esperaría en su propio hogar. Esa es justamente la actitud que debemos adoptar: amabilidad para con quienes llegan.
¿Qué es aconsejable? Invitar a los visitantes a tomar asiento –invitados que asumimos fueron convocados por el anfitrión o alguno otro de los asistentes— y comenzar a llamarles por el nombre.
En algunos casos se escribe una pequeña tarjetita con el nombre de la persona y se le invita a ponérsela en un lugar visible.
Obviamente cada uno de los concurrentes — comenzando por el líder — portan también su propio distintivo con el propósito de que se facilite la identificación por parte de los que llamamos “nuevos”. Aunque a primera vista no parezca impactante, este método arroja excelentes resultados.
Es bueno que –en un comienzo— no llamemos a los demás, cercanos al grupo, como “hermano tal...” ¿La razón? Aunque se trata de un término de fraternidad cristiana, los visitantes pueden sentirse excluidos y probablemente no regresen, o tal vez se manifiesten renuentes.
¿Está bien entonar coros en las primeras reuniones de plantación? Sí, pero con una letra fácil no solo para que la entiendan sino para que puedan cantarla los invitados.
Una buena alternativa es conseguir con antelación música cristiana y en el momento del encuentro, poner a bajo volumen aquellos temas con el fin de que todos puedan seguir la pista.
Esta iniciativa nos ha rendido buenos resultados porque con rapidez los visitantes se integran al ritmo y ayudan a interpretar los coros. También suministrarles por escrito la letra de los coros.
Cuando nos refiramos a la enseñanza no digamos nada como “sermón” sino que más bien los presentemos como la “charla” o la “conferencia”.
Recuerde que muchos de los asistentes probablemente provienen de un trasfondo católico en el que han recibido influencia que los predispone a todo cuanto pueda parecer un “ritual evangélico”. Por supuesto, no vamos a perder nuestra identidad como cristianos, pero tampoco podemos asumir una actitud que sea interpretada como una manifestación de fanatismo excluyente.
Ese ambiente familiar debe prevalecer durante toda la reunión. No olvide la historia del centurión romano, Cornelio. Impactado por Dios, abrió su casa para que el apóstol Pedro compartiera el mensaje.
El relato lo hallamos en el capítulo 10 del libro de los Hechos. Cuando Pedro “...llegó a Cesarea, Cornelio estaba esperándolo con los parientes y amigos íntimos que había reunido” (Hechos 10:24. Nueva versión Internacional).
Aquí es probable que usted se pregunte: ¿Está bien ofrecer algún refrigerio a los asistentes. Por supuesto, siempre y cuando estos alimentos que bien pueden ser un refresco o un café, no se constituyan en una carga y obligación que minen el terreno para futuras reuniones.
Cuando se están realizando las primeras reuniones ¿Está permitido recoger ofrendas? En la práctica hemos comprobado que mientras se produce el afianzamiento de la Célula Familiar o Grupo de Estudio Bíblico, lo más aconsejable es no pedir ofrendas sino hasta tanto haya un buen número de personas que habiendo sido formadas en la palabra, comprendan que las ofrendas son una forma de contribuir de lo mucho que nos ha dado Dios, a la obra de extensión del reino de Dios.
¿Y en cuanto a loa diezmos? Lo más aconsejable es que no se tomen diezmos sino que los mismos se lleven directamente al templo y que progresivamente se vaya instruyendo a los creyentes en torno a qué son y qué significan.
No olvide que hay quienes, recién oyen hablar de dinero, salen huyendo y ya fuera dicen que uno de los propósitos de la iglesia cristiana no es proclamar el evangelio transformador de Jesucristo, sino enriquecerse.
3.-Un espacio para la evangelización
La esencia de las Células o Grupos de Estudio Bíblico es la proclamación del evangelio transformador de Jesucristo. Ese constituyó el eje central del mensaje que compartió el apóstol Pedro en la casa de Cornelio, como acabamos de leer en el capítulo 10 del libro de los Hechos.
Estando en la cárcel Pablo y Silas, ocurrió algo milagroso y el carcelero les invitó a su hogar y ellos “Luego les expusieron la palabra de Dios a él y a todos los demás que estaban en su casa”. Como consecuencia de esto “A esas horas de la noche, el carcelero se los llevó y les lavó las heridas; enseguida fueron bautizados él y toda su familia” (Hechos 16:32-34. Nueva versión Internacional.
Los mensajes deben ser cortos, claros y con sencillez de palabras en su exposición.
Todos los puntos deben rodearse de una calidez, la misma que caracteriza las charlas antes que convertirse simple y llanamente en una predicación fogosa como solemos predicar en los templos.
En síntesis: ¿Qué son las Células o Grupos de Estudio Bíblico? Son lugares en los se proclama el mensaje del evangelio y esa vocación evangelística, en un ambiente de amabilidad y fraternidad, con charlas que toquen temas que atañen a todos, son los elementos que deben asistir las reuniones siempre.
Cuestionario par Lección Cinco
1.- Hay ventajas que no podemos desconocer tras la plantación de las Células o Grupos de Estudio Bíblico y es que los nuevos creyentes pueden crecer ena.- Se les prepara para que asistan a la congregación.2.- Cuando abrimos el hogar para la plantación de una Célula o Grupo de Estudio Bíblico y a través de las primeras reuniones hacemos énfasis en orar por las necesidades de los demásb.- Oración, recibir los principios del evangelio y que se les acoge en un nuevo hogar.
c.- Aprenden qué es y qué significado tienen los diezmos y las ofrendas.
d.- Todas las anteriores.
e.- Ninguna de las anteriores.
a.- Impactamos y abrimos puertas para que entren nuevos creyentes.3.- ¿Para qué se utiliza entre los creyentes una tarjetita con el nombre de cada uno?b.- No pasa nada
c.- Las Células o Grupos de Estudio Bíblico no son lugar para estar orando
d.- Todas las anteriores.
a.- Para facilitar la identificación de los concurrentes4.- ¿Por qué no llamamos “hermano” a alguien que asiste por primera vez o entre los demás creyentes?b.- Para lograr mayor acercamiento y que a cada uno se le pueda llamar por su nombre
c.- Para facilitar la memorización de los concurrentes
d.- Ninguna de las anteriores
a.- Para que los nuevos convertidos o simpatizantes no se sientan excluidos.5.- ¿De qué manera se deben impartir las enseñanzas?b.- No se les llama “hermano” porque todavía no están bautizados.
c.- Porque una Célula o Grupo de Estudio Bíblico es un puente para que lleguen a la congregación y no necesariamente un templo.
d.- Las respuestas a y c son verdaderas
a.- Como una charla, de manera informal6.- ¿Qué ocurre si en la Célula Familiar o Grupo de Estudio Bíblico no hay equipo de Alabanza?b.- Como un sermón para que se vayan acostumbrando y no les parezca extraño cuando vayan al templo.
c.- Con profusidad de términos teológicos para que profundicen en la Palabra de Dios.
a.- Si no hay grupo de alabanza lo mejor es no comenzar la Célula o Grupo de Estudio Bíblico.7.- respecto a los diezmos y ofrendas ¿Qué se recomienda en una Célula o Grupo de Estudio Bíblico?b.- No se necesita grupo de alabanza y con unos coros grabados se puede comenzar.
c.- Ni coros ni alabanza, no se necesitan.
d.- Ninguna de las anteriores
a.- No se deben tomar diezmos y si se llegara a hacer, es cuando todos los concurrentes hayan madurado en la fe y doctrinas cristianas.b.- Ni pensar en eso, sería algo descabellado.
c.- Después de cada reunión se debe tomar diezmos y ofrendas porque es bíblico.
d.- Todas las anteriores
Publicado en: Escuela Bíblica Ministerial
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