¿Conoce usted realmente a Dios?
(Lección 1 – Nivel 4)
Roberto nació en un hogar cristiano. Estudio en un colegio cristiano. Cursó varios niveles de liderazgo cristiano. Fue ujier, maestro de escuela dominical y diácono. Sin embargo, sólo a los 37 años descubrió qué era ser cristiano.
Ocurrió tras un examen médico en el que le diagnosticaron cáncer. La desesperación y el anuncio de que no tenía curación, lo llevaron a buscar a Dios.
Ese fue el comienzo de una relación intensa con el Creador. En medio de la crisis lo buscó y lo encontró. En oración, en las lecturas infinitas de la Biblia y en la convicción de que sólo Dios podría sanarlo, llegó a saber quién era el Supremo Hacedor. Fue un encuentro personal con Él.
Por fin la Biblia se convirtió en un libro maravilloso en su vida, en el que no solo encontró belleza literaria, una profunda espiritualidad sino poderosos contenidos que transformaron su existencia para siempre. ¡Encontró a Dios!
Necesitamos cruzar el umbral
Quizá al igual que Roberto, usted es de las personas que sólo están vivenciando una religiosidad superficial. Hablan de Dios y quizá predican de Dios pero no conocen a Dios.
El autor y conferencista, Henry Blackaby, describe a quienes viven la vida cristiana a su manera, y por supuesto, no llegan a conocer al Dios vivo:“Demasiadas personas se conforman con predicar un religión estéril en lugar de disfrutar una relación creciente, dinámica y personal con el Dios viviente. dios no es un concepto ni una doctrina; es una persona que desea tener una relación estrecha y personal contigo y conmigo. No desea que lo conozcamos simplemente sino que nos relacionemos con Él.” (Henry Blackaby. “Experiencia con Dios”. B&H Editores. 2009. EE.UU. Pg. 12)Para conocer a Dios necesitamos disponer nuestro corazón. Ese es el primer paso que nos lleva a cruzar el umbral. El segundo es descubrir que es un Dios vivo que nos habla, nos transforma y que nos lleva siempre a nuevos niveles.
Sólo entonces descubrirá a plenitud lo que quiso decir nuestro amado Jesús: ”...mi propósito es darles una vida plena y abundante.” (Juan 10:10 b. NTV)
Ese es el Dios que produce vida plena y dinámica. Nadie que llega a conocer así a Dios será jamás el mismo.
Camino al crecimiento permanente
Si buscamos a Dios lo encontraremos. Es un principio infalible. Usted mismo debe experimentarlo.
Jesús el Señor lo enseñó a multitudes y a nosotros hoy: "Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá. Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.” (Mateo 7:7, 8. NTV)
Dios desea participar activamente en cada paso de nuestra vida porque Él sabe a dónde podemos llegar tomados de Su mano. Él es quien nos anima a seguir dando pasos significativos una vez disponemos nuestro corazón.
El apóstol Pablo escribió a los creyentes de la naciente iglesia de Filipos en el primer siglo: "Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.” (Filipenses 1:6. NTV)
Nuestro amado Salvador no deja nada a medio comenzar. Lo que comienza lo termina. Sólo basta que dispongamos nuestro corazón para permitirle que Él obre.
¿Cómo conocer a Dios?
El primer supuesto del que partimos es que conocer a Dios sí es posible. Él se revela a nosotros cuando lo buscamos. Entonces lo descubrimos como realmente es. Nuestro crecimiento se torna real de una manera dinámica y sólida.
La forma práctica de llegar a conocerlo es a través de Su Hijo Jesús, quien enseñó en una poderosa oración horas antes del ir al Calvario: “Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra... Te he dado a conocer a los que me diste de este mundo. Siempre fueron tuyos. Tú me los diste, y ellos han obedecido tu palabra.” (Juan 17:3, 6. NTV)
Cuando nos relacionamos con Dios íntimamente, Él se revela a nuestra vida y nos muestra dónde está obrando y de qué manera, para que entremos a formar parte de Sus planes para extender el Reino.
Decisión y compromiso, dos palabras que se conjugan para que lleguemos a ser auténticos discípulos como anota el autor y conferencista, Kenny Luck:“Aquí no hay mucho espacio para la duda. usted es un desertor o un discípulo. No hay espacio intermedio. No hay lugar para hombres o mujeres que viven con máscaras espirituales y luego se ponen del lado de otras personas, cuando les conviene. Quienes siguen a Jesús deben salir del espacio intermedio.” (Kenny Luck. “Riesgo - ¿Estás dispuesto a confiar plenamente en Dios?”. Casa Creación. 2008. EE.Uu. Pg. 58)El Señor tiene para usted y para mí una vida plena, con propósito, que podemos alcanzar. Tal vez no la hemos experimentado aún, pero es posible cuando llegamos a conocerlo a Él.
Esta primera Lección debe concluir con su decisión de abrir su corazón al Espíritu Santo para que le permita dar los pasos que requerimos en el propósito de conocer a Dios tal como es Él. Lo animamos a perseverar en ese camino y en esa dirección. ¡No se arrepentirá!
Preguntas para su auto evaluación en su avance como Discípulo de Jesús:
Le invitamos esta semana a repasar la Lección y responder los siguientes interrogantes, que le ayudarán a profundizar en las enseñanzas y a tornarlas prácticas en su vida diaria:
a.- ¿Usted podría asegurar que en su vida cristiana ha llegado a conocer a Dios?
b.- ¿Ha tenido alguna vez una relación personal y significativa con Dios que le haya marcado para siempre?
c.- ¿Podría mencionar los tres fundamentos para llegar a conocer personalmente a Dios?
d.- De acuerdo con Juan 10:10, ¿cuál cree que es el propósito de Dios para su vida?
e.- ¿Qué nos dice Juan 17:3 en cuanto a conocer a Dios y al Señor Jesús?
f.- ¿Realmente le ha permito al Señor Jesús que gobierne su vida?
Publicado en: Escuela de Discipulado
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