Cuidado con sus hijos… Sus problemas y comportamiento, son importantes

1. Lectura Bíblica: Proverbios 22:6

2. Versículo para memorizar:

“Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.” (Proverbios 22:6. NTV)

3. Reflexión en la Palabra de Dios:

Un estudio publicado por la Universidad del Valle, en Colombia, evidenció que un alto índice de jóvenes encuestados, señalaban que a los 16 años — en promedio — habían tenido su primera experiencia sexual; mientras los hombres se inician a los 15 años, las mujeres lo hacen a los 17.

La investigación que publicó el Diario ADN (17/03/2014. Pg. 3), señala que el inicio de las sensaciones sexuales se presenta en promedio a los 9 años y estas pueden variar desde una caricia, un beso o un abrazo de aquella persona por la que hay un gusto especial, hasta la misma experiencia de intimidad.

“En el estudio encontramos que los riesgos en salud sexual y reproductiva a nivel biomédico y sicosocial son muy altos porque sus prácticas sexuales no son seguras y saludables. Por ser tan jóvenes, el fenómeno generará mucho más riesgo de problemas de salud sexual y reproductiva.”, dijo la médica y cirujana Liliana Arias Castillo, directora de la investigación (Citada por el Diario ADN. 17/03/2014. Pg. 3). El fenómeno cobra mayor gravedad porque la iniciación sexual es a muy temprana edad.

Un 92.4 por ciento de los encuestados reveló que ha leído libros, ha visto películas, Internet o imágenes eróticas, y un 54,8 por ciento tenían entre 1 y 7 relaciones sexuales por mes.

El 42.3 por ciento de los adolescentes y jóvenes que participaron en la investigación, manifestó haber tenido de 2 a 5 parejas sexuales. Teniendo en cuenta la edad media de 20 años y el inicio de relaciones sexuales en promedio a los 16 años, éstos adolescentes han tenido por lo menos una pareja sexual al año, lo que genera alerta para los investigadores.

La noticia me llevó a reflexionar, y seguramente a usted también, ¿qué tanta importancia le damos al diálogo con los hijos?, y también: ¿Cuánta frecuencia hablamos con nuestros hijos de temas en apariencia escabrosos como la sexualidad o los problemas cotidianos?

Pregúntese por un instante: ¿Cuál ha sido su responsabilidad con sus hijos? ¿Toma tiempo para dialogar con ellos sobre sus problemas y expectativas? ¿Aborda alguna vez temas sobre su vida sexual? No podemos desconocer que los hijos son nuestra responsabilidad, no solo ante la sociedad sino más importante aún: Delante de Dios.

Cuando vamos a Su Presencia deberemos contarle cuál fue nuestro compromiso con la crianza de ellos, qué tipo de padres o madres fuimos, si nos preocupábamos de sus conflictos, si les ayudábamos a encontrar soluciones, si fuimos amorosos y comprensivos, y si tomábamos tiempo para orar por ellos.

De la mano con esa evaluación que es importante que hagamos, están dos principios de vida familiar que le invito a considerar: El primero, dar ejemplo a sus hijos con hechos, más que con palabras, y el segundo, sembrar en sus hijos principios y valores alrededor de los cuales puedan caminar en toda circunstancia de la vida.

En esta dirección se orienta la recomendación del rey Salomón cuando escribe: “Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.” (Proverbios 22:6. NTV)

Si decide emprender la tarea que le corresponde, de cuidar de sus hijos, puedo asegurarle que habrá dado un paso significativo para salvar su familia, darles una nueva oportunidad de vida, y de paso, alcanzar la realización personal. Si con ayuda de Dios la familia va bien, todo irá bien.

Decídase a evaluarse y dar lo mejor de usted por el hogar. Es satisfactorio, no se arrepentirá. ¿Y cómo lo logramos exitosamente? Cuando Dios reina en nuestra familia. Es un paso que debemos dar. Hoy, ahora mismo. ¿Y cómo lo hacemos? Abriéndole las puertas de nuestro corazón a Jesucristo. Puedo asegurarle que, con su ayuda, obrando en su vida, experimentará transformación personal y espiritual. No dilate la decisión. Ábrale hoy las puertas de su corazón a Cristo… No se arrepentirá.

4. Pregunta para el crecimiento personal y espiritual:

a. ¿Se preocupa de sus hijos?

b. ¿Toma tiempo para dialogar con ellos sobre sus problemas y expectativas?

c. ¿Se escandaliza cuando ellos le abren el corazón y le confiesan la realidad de sus dificultades?

d. ¿Procura ayudar a sus hijos a encontrar salidas a los problemas de sus hijos?

Hoy es el día de prestar atención a sus hijos y fijarse la meta, con ayuda de Dios, de sentarse a dialogar con ellos sobre su problemática