Decídase a cumplir el propósito y misión de Dios para su vida

Base Bíblica : Lucas 13:6-9

Introducción :

¿Ha pensado que su vida debe tener, desde la eternidad, un propósito? ¿Ha tomado tiempo para pensar que si hay un propósito específico para nuestra existencia, en esa dirección debemos desarrollar una misión? Son dos aspectos de suma importancia que nos involucran a usted y a mi. Pese a ello infinidad de personas viven su tránsito terrenal sin pena ni gloria. Jamás hacen nada por ellos ni por la familia, y menos, por quienes les rodean. ¿Hay propósito en ellos? ¿Cuál es la misión que desarrollan? Si usted está en la misma situación hoy es el día para hacer un alto en el camino e imprimir cambios. Con ayuda de Dios podemos asegurarle que cumplirá el propósito y misión que Él tiene para usted.

I.- Dios nos creó para cumplir una misión y un propósito en la vida (v. 6)

1.- Todos nosotros fuimos concebidos por Dios para cumplir un propósito y una misión en la vida (v. 6 a)

“Tenía un hombre una higuera plantada en su viña…”

a.- Se ha preguntado, ¿qué ha hecho hasta hoy con sus dones y talentos, provistos por Dios?

b.- ¿Ha puesto sus dones y talentos al servicio del Reino de Dios?

2.- Dios espera que cumplamos nuestro propósito y misión en la vida (v. 6 b)

“... y vino a buscar fruto en ella…”

a.- Dios ve nuestras potencialidades y espera que evidenciemos compromiso.

b.- En la meta de cumplir el propósito de Dios no estamos solos. Dios nos ayuda con poder.

3.- Honramos y glorificamos a Dios cuando cumplimos nuestro propósito y misión en la vida (v. 6 c)

“... y no lo halló…”

a.- Con frecuencia caemos en la resignación y no rendimos frutos

b.- Dios espera que experimentemos una vida cristiana dinámica, que rinda frutos

II.- Es hora de evaluar que tan lejos estamos de cumplir nuestro propósito y misión en la vida (v. 7)

1.- Todos daremos cuenta delante de Dios por el propósito y misión que hayamos cumplido en la vida (v. 7 a)

“.... hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo…”

2.- Es hora de evaluar si estamos cumpliendo nuestro propósito y misión en la vida (v. 7 b)

“Córtala, ¿para qué inutiliza también la tierra?”

3.- Si tomamos la decisión de dar lo mejor de nosotros para el Reino de Dios, entonces estaremos cumpliendo el propósito y misión que Él trazó para nosotros en la existencia.

III.- Dios nos ofrece la oportunidad de aplicar correctivos y de cumplir el propósito y misión que nos trazó en la vida (vv. 8, 9)

1.- Tenemos aún la oportunidad de corregir aquello que nos impide cumplir con el propósito o misión que nos trazó en la vida (v. 8 a)

“Señor, déjala todavía este año…”

2.- Dios mismo nos ayuda en el proceso de tornarnos fructíferos. Lo hizo posible desde la eternidad gracias a la obra redentora del Señor Jesús (v. 8 b)

“... hasta que yo cabe alrededor y la abone.”

3.- No podemos desperdiciar ni pasar por alto la oportunidad que Dios nos ofrece (v. 9)

“Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.”

Conclusión:

Un teólogo cristiano al analizar la parábola que estudiamos hoy, escribió: “La esterilidad de los frutos es la consecuencia lógica de una vida que no está centrada en la voluntad del Señor. De ahí, la importancia de entrar por los caminos del Señor y de abandonar nuestros propios caminos. Una señal de si vamos por nuestros caminos o por los del Señor es pensar en los frutos que estamos dando, pero en nosotros. Porque a veces pensamos en dar frutos en los demás mediante nuestro apostolado, pero sin preocuparnos de dar fruto nosotros.” Estamos llamados a rendir frutos, y esos frutos son la consecuencia de cumplir un propósito y una misión en la extensión del Reino de Dios. ¿Está usted rindiendo esos frutos?