Decídase a triunfar junto con su familia

1.- Lectura Bíblica: Salmos 16:5, 6

2.- Meditación familiar:

¿Ha pensado que, como padres, podemos ser fracasados o victoriosos? Por supuesto, las promesas bíblicas que involucran a nuestra familia nos resultan alentadoras, pero más pesan— infortunadamente— , los pensamientos de derrota o los recuerdos de fracasos pasados. Y transferimos a nuestros hijos esa mentalidad inclinada a fallar.

La Palabra nos enseña que Dios tiene para nosotros lo mejor de lo mejor. La tierra de labranza que produce grandes cosechas, está reservada para usted y su generación (Salmos 16:5, 6) No obstante, debe perseverar en el camino.

Quien determina si junto a sus hijos será un vencedor, es usted. No podemos echarle la culpa a Dios. Él nos dio la capacidad de decidir y es eso precisamente lo que nos corresponde (Génesis 2:15-17; 3:8-13; también: Juan 8:10, 11) Hay momentos en los que optamos por el error, pero con la ayuda divina, podemos aplicar correctivos.

¿Cómo salir airoso, aun cuando las cosas parecen ir en su contra? Hay tres ingredientes que le animamos a aplicar, sobre la base de que le permitirán ejercer una poderosa influencia a nivel familiar:

• Perseverancia (Isaías 40:29-31)
• Dependencia diaria de Dios (Salmos 20:6-8)
• Buscar fortaleza en Dios.

Si lo hacemos, nada nos detendrá. Pero, insistimos, amerita que usted renueve su forma de pensar (Filipenses 4:6-8), y reconozca que, como hijo o hija de Dios, es heredero de lo mejor porque en su infinito amor, así lo ha dispuesto.

Cuando sienta desfallecer, aprópiese de esta poderosa palabra:

“Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.” (Salmos 27:13 | RV 60)

Tenga la certeza de que nuestro amado padre extenderá su mano para ayudarle, guiarle y permitirle alcanzar sus sueños y, de paso, que su cónyuge e hijos sean alcanzados con las poderosas bendiciones que nos ha deparado desde la eternidad.

Si todavía no ha recibido al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Podemos asegurarle que es la mejor decisión que podrá tomar.

3.- Oración familiar:

“Amado Dios, gracias porque cada día nos colmas de bendiciones junto a la familia. Reconozco que Tu Palabra enseña que nos tienes deparadas grandes bendiciones. Perdóname si he dudado. Desde hoy, quiero afirmarme en ti para que esas bendiciones se hagan reales en nuestro hogar. Por eso renuncio a toda mentalidad de derrota y declaro en fe, que a victoria y bendición hemos sido llamados.”

4.- Una meta familiar para hoy:

Me fijo desde hoy la meta de abandonar toda mentalidad de derrota y creen en las bendiciones que tienes para mí, mi cónyuge y mis hijos.