Del fracaso a la victoria de la mano del Señor Jesús
Base Bíblica: Juan 21:1-14
Introducción:
Ser cristiano está íntimamente ligado a llevar a la práctica, aquellas enseñanzas de Jesús que aprendemos en las Escrituras. Hacer vivencial todo lo que nuestro amado Dios espera de nosotros para que experimentemos una vida plena. Es un proceso a través del cual ejercemos una poderosa influencia en las personas. Cambiar sí es posible, pero no en nuestras fuerzas sino en las de Dios, que nos permite identificar errores, aplicar correctivos— con ayuda del Señor— e ir creciendo. Cambio y crecimiento personal y espiritual. Un proceso en el que damos pasos sólidos que permanecen en el tiempo y que nos llevan del fracaso a la victoria.
I. Avanzar hacia la meta en nuestras fuerzas nos lleva al fracaso (v. 3)
1. El liderazgo de Pedro se fundamentaba en sus propias fuerzas paa alcanzar los objetivos (v. 3 a)
“Voy a pescar…”
a. Nuestro mayor peligro: trazar planes sin contar con Dios
b. Buscamos llegar lejos dependiendo de nuestras fuerzas
2. Somos responsables por el tiempo de influencia que ejercemos en otras personas (v. 3 b)
“Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo…”
a. Si somos sabios transferiremos la sabiduría a quienes nos siguen
b. Somos responsables ante Dios por el liderazgo que ejercemos
3. Cuando luchamos y avanzamos en nuestras fuerzas, tenemos asegurada la derrota (v. 3 c)
“… y aquella noche no pescaron nada.” (v. 3 c)
II. Llegar a la meta sólo es posible cuando involucramos al Señor Jesús en nuestros planes (vv. 4-6)
1. La Presencia del Señor Jesús marca la diferencia allí donde nos encontramos (v. 4)
2. El Señor Jesús nos a un punto de confrontación para que veamos dónde nos encontramos y hacia dónde vamos (v. 5)
a. Es tiempo de hacer un alto en el camino
b. Es tiempo de corregir errores
c. Es tiempo de involucrar al Señor Jesús en nuestra vida
3. Seguir las enseñanzas y orientaciones del Señor Jesús marcan la diferencia (v. 6 a)
a. Dios nos permite corregir los errores
b. Dios nos guía al camino apropiado
c. Con ayuda de Dios los fracasos quedarán en el pasado
4. El Señor Jesús nos llevará a la victoria: Llegar a la meta (v.6 b)
III. Si el Señor Jesús reina en nuestra vida, comenzaremos a movernos en un nuevo nivel (vv. 7-14)
1. El mover del Señor Jesús en nuestra vida nos lleva a reconocer el error de confiar en nuestras fuerzas (v. 7)
2. El mover del Señor Jesús nos permite alcanzar mucho más de lo que esperamos (v. 8)
3. El Señor Jesús se preocupa de los mínimos detalles de nuestra vida (vv. 5, 9, 10)
4. El Señor Jesús toma el control de todas las circunstancias (v. 11)
5. Hoy necesitamos al Señor Jesús en nuestra vida (vv. 12-14)
Conclusión:
Todos los seres humanos podemos experimentar transformación y crecimiento. Es un proceso que nos lleva del fracaso a la victoria. ¿Por qué razón? Porque hasta el momento hemos luchado en nuestras fuerzas y, sin duda, no hemos encontrado más que fracasos. El panorama cambia definitivamente cuando involucramos al Señor Jesús en ese proceso de cambio porque Él nos asegura que tendremos triunfo sobre la tentación, venceremos sobre los obstáculos y nuestros pasos— aunque parezcan lentos— serán sólidos y sostenidos en el tiempo. ¡Hoy es el día para decidirse por el Señor Jesús!
Publicado en: Sermones
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