Dispóngase a leer cada pasaje bíblico con el mayor cuidado posible

Si ha tenido oportunidad de ir a una biblioteca o librería de su ciudad, encontrará que así como hay infinidad de títulos y de autores, también es enorme el número de estilos que utilizan.

Cada autor es muy particular en su forma de concebir y verter sobre el papel los contenidos. Esto obedece por supuesto a su creatividad, claridad de los temas que aborda e incluso, capacidad de visionar de qué manera sus escritos afectarán al lector.

Sin duda, cuando tiene un panorama de las diferencias en cuanto a redacción y el grado de influencia que ejercieron en el escritor las creencias, cultura e incluso concepciones religiosas, comprenderá algunas de las particularidades de la literatura hebrea y también, de la que podemos apreciar en el Nuevo Testamento.

Una estructura muy particular

Los hebreos tenían— por sus creencias y cultura— una forma muy particular de expresarse en su literatura. No desconocemos que pudieron tener influencia de otros pueblos, pero eran muy singulares.

Al plasmar las enseñanzas acudían a figuras retóricas, símiles, parábolas y expresiones simbólicas. Estas características les imprimen una riqueza muy especial a los autores hebreos.

Le invito a considerar algunos ejemplos que podrá encontrar en el Antiguo Testamento y en el Nuevo, teniendo en cuenta que sus escritores provenían del pueblo judío (Génesis 6.12; Lucas 14:26; 19.10 y Romanos 3.12)

¿Comprende ahora por qué razón cuando aborda textos bíblicos no encuentra ante sus ojos cualquier literatura, sino escritos de entrañable belleza, que no se escribieron por llenar pergaminos sino con un objetivo específico?. A este hecho debemos sumar otro, y es que fueron inspirados por Dios. Imagínese: Dios utilizando escritores y algunos de ellos sin mayor vocación literaria, para hablar en su tiempo y a nosotros hoy.

Algunos consejos

Si vamos a leer con sumo cuidado las Escrituras, le comparto algunos consejos que le serán muy útiles en esa maravillosa experiencia:

a.- Procure identificar el pensamiento original del autor cuando escribió el texto

b.- Tenga en cuenta las palabras que hay en cada frase y que determinan si debemos tomarlas en forma literal o figurada.

c.- Evalúe las palabras dentro de su contexto. Tenga presente que algunas palabras pueden verse oscuras en unos pasajes pero se aclaran en otros pasajes.

d.- No olvide que las palabras tienen, en los textos bíblicos, su propia dinámica y si en algunos pasajes pueden tener un significado, ese significado puede variar o cambiar diametralmente en otros pasajes.

e.- Otro elemento que no debemos desconocer es que originalmente los textos no se escribieron por capítulos o versículos.

Ir a la Biblia es una experiencia maravillosa. Navegar por sus páginas es un viaje enriquecedor para nuestra vida personal y espiritual. Este es el día para avanzar en ese camino, paso a paso, tomados de la mano de Dios, y experimentar crecimiento personal y espiritual en cada momento…