Edificando nuestra vida sobre un cimiento sólido
Base Bíblica: Lucas 6:46-49
Introducción:
El mayor problema de todo ser humano es experimentar una vida sin propósito. Una existencia que no tiene un rumbo fijo. Millares de personas en todo el mundo se encuentran en esta situación. Sus días parecieran no tener sentido, van de un lado a otro sin una brújula que les lleve a puerto seguro. La única solución estriba en cimentar nuestras vidas en el Señor Jesús. Él nos asegura la victoria a pesar de que las circunstancias estén en contra. Nuestro amado Salvador cambia todo cuando le permitimos que entre en nuestro corazón y haga de nosotros nuevas criaturas (Cf. 2 Corintios 5:17)
I. Una vida sin cimentación en Dios es una vida sin propósito
1. El por qué las circunstancias nos mueven el piso, tiene una razón: la falta de solidez espiritual y personal
2. Si no hay buenos fundamentos, nuestra fe y vida cristiana son débiles
a. Las circunstancias, por pequeñas que sean, nos afectan
b. Nos afecta el qué dirán los demás
c. Nos afectan el desánimo y la frustración
II. Cuando no hay cimentación en Dios nuestra vida cristiana no pasa de ser mera religiosidad (vv. 46, 47)
1. Religiosidad es decirle “Señor, Señor” y no cumplir Sus enseñanzas y mandamientos (v. 46)
2. Un encuentro personal con el Señor Jesús debe ser transformador (v. 47)
a. Un encuentro con Cristo no es únicamente emoción
b. Un encuentro con Cristo debe ser una experiencia permanente
b.1. Venir a Cristo
b.2. Escuchar a Cristo
b.3. Hacer lo que dice Cristo
III. ¿Qué se deriva de una vida cimentada en Dios? (vv. 48, 49)
1. Vivir la Palabra es cimentar nuestra vida sobre sólidos principios (v. 48)
a. Revisar cómo andamos en nuestra vida cristiana (Lucas 14:25-33)
b. Renovar nuestra forma de pensar (Romanos 12:2)
c. Morir al pasado (Lucas 9:62)
d. Emprender una vida en la Palabra. Una decisión personal (Lucas 11:27, 28)
2. Si estamos cimentados en Dios, en cualquier circunstancia nos afirmamos y fortalecemos en Él (v. 48)
3. Vivir conforme a nuestros propios principios nos lleva a la ruina personal y espiritual (v. 49)
Conclusión:
Los seres humanos tenemos oportunidad de cambiar. No importa cuántos errores hayamos cometido. El cambio y principio de crecimiento personal y espiritual comienza cuando sometemos nuestra vida al Señor Jesús. Él nos da la cimentación para emprender esa transformación que hemos anhelado. Y si ya estamos viviendo la vida cristiana, hoy es el día para preguntarnos: ¿Realmente estamos viviendo a Cristo o hay cambios que es necesario imprimir aún a nuestra existencia?
Publicado en: Sermones
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