El noviazgo y el matrimonio en los tiempos de la Internet
1.- Lectura Bíblica: Proverbios 18:22; 1 Corintios 13:1, 2, 8
2.- Objetivos:
2.1.- Que los concurrentes al Grupo Familiar comprendan que los avances de la tecnología, tales como el celular, no pueden terminar afectando nuestra relación de pareja.
2.2.- Que los concurrentes al Grupo Familiar evalúen con detenimiento si en verdad están dedicando tiempo de calidad a su cónyuge y a sus hijos.
2.3.- Que los concurrentes al Grupo Familiar decidan corregir aquellos errores en los que pudieran haber incurrido en su relación, en el tiempo que le prodigan a su cónyuge y en la forma como le expresan su amor.
3.- Desarrollo del tema:
La escena se tornó muy común: En un centro comercial, en un restaurante, en el autobús o en cualquier lugar al que puede ir una pareja. Están juntos pero al mismo tiempo, muy lejos. ¿La razón? El joven y la chica están ocupados cada uno en su dispositivo celular.
Resulta curioso pero los avances tecnológicos terminaron separando a la familia. Y ese distanciamiento comienza desde el noviazgo y se prolonga en los esposos. Esos hábitos que traen consigo difícilmente cambian, a menos que se fijen esa meta.
3.1.- La tecnología que nos separa
¿Qué podemos esperar de un matrimonio que se establece después de un “ciber noviazgo” de unos cuantos meses? ¿Qué responsabilidad puede tener un hombre o una mujer jóvenes que comparten sus responsabilidades de universidad o de trabajo con los juegos electrónicos en línea? ¿Qué valores pueden transmitir a sus hijos si la mayor preocupación que les asiste es tener la más reciente versión de un teléfono celular?
Dos especialistas acaban de publicar un texto que evalúa la situación. En su criterio, los avances de la modernidad nos están separando antes que unirnos, y lo más grave, están generando menoscabo en la familia.Una conocida revista de Colombia referencia el análisis: “Internet y las redes sociales han cambiado las reglas de la conquista. Un nuevo libro muestra los desafíos de encontrar pareja en el ciberespacio. Hasta hace no mucho tiempo la gente conocía a su media naranja a través de familiares, amigos y vecinos. Hoy 22 % lo hace en internet. De hecho, la gente que tiene un teléfono celular inteligente “lleva un bar de solteros en su bolsillo 24 horas, siete días a la semana”, dice Aziz Ansari, que acaba de lanzar el libro Modern Romance junto con Eric Klinenberg, profesor de Sociología de la Universidad de Nueva York. Además de esto la gente ya no se casa tan temprano, lo que significa que pasa mucho más tiempo buscando romance. La tecnología está para ayudar, pero aun así muchos se quejan de que se trata de un trabajo de tiempo completo que produce fatiga, ansiedad e insatisfacción. Hay que mandar correos, mensajes de texto, chatear y hacer búsquedas en Google. “Uno ya está cansado antes de conocerse”.” (Citado en el artículo “Los retos del amor moderno”. Revista Semana. 28/06/2015. Edición 1730. Colombia. Pg. 72)Los esposos hoy, en lugar de pasar tiempo juntos, andan inquietos por estar mirando la última actualización de las redes sociales.
¿Riñe esto con las pautas bíblicas? Por supuesto que sí. Basta recordar qué dice el rey Salomón sobre la relación de pareja, para comprobarlo: “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová.” (Proverbios 18:22)
¿Cómo puedo escoger la persona ideal con quien compartir el resto de mi vida? Si se ha formulado esa pregunta, la respuesta es sencilla: Dándose el tiempo necesario para desarrollar el proceso de conocimiento mutuo.
Si los noviazgos son rápidos, si no se profundiza en la exploración de los sentimientos del otro, si la decisión de contraer matrimonio forma parte de una moda, o quizá para no quedarse del tren, lo más probable es que todo terminará en fracaso.
Los amores de hoy, con tecnología de por medio, deben llevarnos a una profunda reflexión. ¿Estamos dando los caminos apropiados? Y más aún: ¿Hay un compromiso real al momento de optar por las nupcias?
Un autoexamen cuidadoso nos llevará a conclusiones valiosas y a aplicar correctivos hoy, ahora, antes de cometer errores.
“Decidí romper la relación porque descubrí que no amaba a mi novio. Obramos movidos por la presión de los amigos. Siento que fue la mejor decisión”, me dijo una joven en una institución superior donde dicté una charla recientemente.
Lo mejor que podemos hacer es evaluar cada paso con tiempo, pero más aún, someter en manos de Dios nuestra relación sentimental. Dios debe ocupar el primer lugar en nuestro noviazgo y, por supuesto, en el matrimonio.
3.2.- Que la tecnología de hoy no reseque la relación de pareja
Si hay un compromiso que tenemos, una vez contraemos matrimonio, es alimentar el amor cada día. No olvidemos que la etapa del enamoramiento puede desvanecerse en menos de dos años y si no hemos afianzado el amor verdadero, lo más probable es que la relación se reseque y entre en un estancamiento que terminará en divorcio.
Un ciberamor
no sobrevive. Mengua con el paso del tiempo. Es necesario dedicarse tiempo mutuamente y aplicar hoy los cambios que se consideren necesarios.La revista Semana anota que “… los especialistas dicen que el amor en los tiempos de internet puede ser más difícil que antes y lo que hace necesario conocer esos desafíos y obstáculos que se presentan en el camino. Pero lo curioso es que, según Ansari y Klinenberg, pocas veces coincide lo que la gente dice querer y lo que escoge. Esto es un indicio de que la conquista tradicional, frente a frente, sigue siendo la mejor manera de analizar si alguien es el indicado o no. En ese sentido, las aplicaciones como Match.com, OkCupid y eHarmony.com “son buenas para conocer gente pero no para encontrar una pareja romántica”, dicen.” (Citado en el artículo “Los retos del amor moderno”. Revista Semana. 28/06/2015. Edición 1730. Colombia. Pg. 72)Imagine usted qué puede ocurrir con un noviazgo en el que, además de no tener tiempo para conocerse, no se toman en serio el planear el futuro. A decir verdad, los dos en la mayoría de los casos no saben qué esperan de la relación.
Otro factor a tener en cuenta es que, generalmente en las Redes Sociales no mostramos un perfil real. Siempre se esconde la realidad. Y aún cuando se da un trato persona a persona, los componentes de la pareja suelen esconder aspectos que son trascendentes.
Bajo esa circunstancia, una decisión apresurada a comprometerse por toda la vida, puede resultar un tremendo equívoco.
El apóstol Pablo, hace casi veinte siglos, enfatizó el amor que aplica a toda relación y tiene especial incidencia en la relación de pareja y a nivel familiar. En su carta a los creyentes de Corintio escribió: “Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy… El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará. ” (1 Corintios 13:1, 2, 8)
El amor debe ser vivencial y ejercer influencia en nuestra forma de pensar y de actuar. Un amor que trasciende, que transforma, que se mantiene en el tiempo y asegura una relación familiar sólida.
Recuerde siempre que, el mejor momento, es cuando hacemos un alto en el camino y nos evaluamos. Ese auto examen es el que nos permite corregir errores y emprender una vida renovada, en la dimensión personal, espiritual y familiar.
Si no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que no se arrepentirá. Cristo en su vida es quien trae transformación en la forma como piensa y actúa. ¡Ábrale hoy su corazón a Jesucristo!
4.- Preguntas para la discusión en grupo:
a.- ¿De qué manera la utilización equivocada de la tecnología afecta la relación de pareja y con los hijos?
b.- ¿Qué enseña a nuestra vida Proverbios 18:22 y de qué manera aplica a nuestra relación de pareja?
c.- ¿Considero a mi cónyuge una bendición de Dios?
d.- ¿Podrían los avances de la tecnología, el chateo y las redes sociales, contribuir a resecar la relación de pareja? ¿Por qué motivos?
e.- ¿Cree que está dando lo mejor de usted a su pareja?
f.- ¿Sabe expresar verdadero amor a su cónyuge? ¿Qué debe corregir?
g.- ¿Ha pedido a Dios que ocupe el primer lugar en su relación de pareja?
5.- Oración al terminar el Grupo Familiar:
“Amado Dios y Padre de los cielos, gracias por la pareja que me diste. Reconozco delante de Tu Presencia que mi esposo o esposa es una tremenda bendición en mi vida. Te pido que me concedas la sabiduría para dar lo mejor de mí en la relación con mi cónyuge, que pueda perdonar si hay ofensas, corregir los errores en los que incurro y no detenerme ante las pequeñas dificultades. Concédeme Señor la capacidad de mostrar a mi pareja e hijos, el amor que siento por ellos. En tus manos sometemos el día de hoy. Amén”
Publicado en: Grupos Familiares
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