El propósito de Dios es que experimentemos gozo siempre

Base Bíblica: 1 Tesalonicenses 5:16

Introducción:

Dios no nos concibió para que nos mantengamos en un estado de desasosiego permanente. Los pensamientos que nos roban la paz, tampoco estuvieron jamás en sus planes eternos. Lo que sí formó parte de su designio para todos nosotros, es que experimentemos gozo.

La decisión, en adelante, es nuestra y nada más que nuestra. Él no nos obligará. Seremos nosotros quienes decidamos. Podemos transitar por el sendero de la tristeza o de la felicidad.

Es importante revisar cómo anda nuestra vida y de qué manera las preocupaciones, los conflictos y las situaciones de nuestro entorno familiar, del desenvolvimiento social y aún los factores externos, han levantado una barrera para que la felicidad toque a nuestras puertas cada día, en cada momento.

¿Desea usted experimentar un gozo permanente? Descubra cómo hacerlo…

I.- DIOS ES LA FUENTE DE NUESTRO GOZO

1.- Nuestro gozo no depende de las personas ni de las circunstancias.

2.- El propósito de Dios es que experimentemos gozo (1 Tesalonicenses 5:16)

3.- Las circunstancias no pueden ni deben robarnos el gozo de Dios para nuestras vidas (Filipenses 2:17, 18; 2 Corintios 7:4; Colosenses 1:24; 1 Tesalonicenses 3:9)

II.- DIOS NOS AYUDA CUANDO ALGO AMENAZA NUESTRO GOZO

1.- Debemos rendir a Dios, en oración, todos los factores que amenazan nuestro gozo diario (Filipenses 4:6; Salmos 5:1, 2)

2.- Todo cuanto nos genera ansiedad, debemos someterlo a Dios (Mateo 6:25-34)

a.- Cuando lo hacemos, demostramos fe y confianza en Dios (Salmos 5: 11, 12)

b.- Cuando lo hacemos, demostramos que en Dios hay vida plena (Efesios 4:17, 18)

3.- Cuando depositamos nuestra confianza en Dios, nos trae paz (Filipenses 4:7)

III.- DIOS NOS LLAMA A CONTROLAR LOS PENSAMIENTOS QUE ROBAN EN GOZO

1.- En nuestra mente se pueden anidar pensamientos que nos roban en gozo (Filipenses 4:8)

2.- Debemos rechazar los pensamientos que nos roban la paz y el gozo (Filipenses 4:8)

3.- Con ayuda de Dios podemos retomar el control, para vivir en gozo.

Conclusión:

Millares de personas enfrentan una vida de tristeza y desesperanza. ¿A qué obedece? A que nuestra vida no está afincada en Dios sino en los factores y, aún en las personas, que nos roban el gozo. Esta perspectiva debe cambiar. Es posible con ayuda de nuestro amado Señor, que nos creó para vivir plenamente.

Es hora de hacer un alto en el camino y revisarnos. ¿Qué nos roba la paz? Lo más probable es que comprobemos que se trata de los pensamientos que anidamos. Si es así, hemos identificado un factor que debemos corregir.

Recuerde que en este propósito no estamos solos. Dios nos acompaña. Él desea que recobremos esa vida de paz y plenitud que concibió para nosotros desde antes de la creación. ¿Hoy es el día para decidirnos por una vida victoriosa y de realización en Él.