En medio de las dificultades, dele gracias a Dios
1.- Lectura Bíblica : Filipenses 4:6-7.
2.- Versículo para memorizar:
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7. NVI)
3.- Reflexión en la Palabra de Dios:
Cuando enfrenta dificultades, ¿qué actitud asume? ¿Se queja quizá? ¿Piensa que Dios lo abandonó o, por el contrario, le agradece aún los momentos críticos por los que está atravesando?
Tal vez pregunte: ¿Por qué razón debería agradecerle a Dios si estoy transitando por un desierto?
La respuestas es sencilla: Darle gracias en períodos así, es expresarle nuestra plena confianza de que Él responderá con poder para llevarlo a un lugar seguro, para permitirle salir de la encrucijada en la que se encuentra.
El apóstol Pablo enseñó que, a pesar de que venían momentos difíciles a su vida, aprendió a darle gracias a Dios y esa disposición, le permitía mantener paz en su mundo interior.
Igual ocurrirá con nosotros, tal como él escribió: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7. NVI)
La gratitud a Dios nos convierte en triunfadores que enfrentan la vida con una actitud de fe, y a quienes la adversidad no les roba la paz interior. Entre los beneficios de dar gracias a nuestro Padre, se encuentran al menos siete que compartimos con usted:
1.- Bienestar físico y emocional
2.- Trae consigo disminución de las probabilidades de experimentar depresión
3.- Produce mejoras en el estado de ánimo
4.- Genera disposición para emprender nuevas metas
5.- Contribuye al desarrollo de una mayor intimidad con Dios
6.- Permite dimensionar lo maravilloso de vivir
7.- Ayuda a encontrar un propósito diario para existir
Lo importante no son las circunstancias, sino mi reacción ante éstas. A pesar de que siempre espere lo mejor, puede ocurrir que algo no salga a pedir de boca. Aun así, debo dar gracias. Aquieta nuestro espíritu y trae paz a nuestro mundo interior.
Si todavía no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, es hora de hacerlo. Recíbalo en su corazón. Prendido de Su mano emprenderá el proceso de crecimiento personal, espiritual y familiar que tanto desea. Hoy es el día para comenzar una nueva vida con Dios.
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4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a.- Cuando enfrenta dificultades, ¿qué actitud asume usted?
b.- ¿Podría enumerar algunos de los beneficios que desencadena la gratitud hacia Dios?
c.- ¿Qué le enseña a su vida el pasaje Escritural de Filipenses 4:6-7?
d.- ¿Cómo le expresa su agradecimiento a Dios por la provisión diaria?
e.- ¿Está decidido a agradecerle desde hoy a Dios por sus enormes bendiciones a través de todo cuanto nos ocurre?
Publicado en: Devocionales Diarios
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