Errores comunes que debemos evitar en el manejo de las finanzas
Base Bíblica: Lucas 19:11-26; Mateo 25:14-30.
Introducción
Con más frecuencia de lo que podríamos imaginar, las personas se ven inmersas en deudas de difícil pago. Y se convierten en un problema, porque sus ingresos no están equiparados con los egresos. Sobre esa base, en la vida de quienes se endeudan se producen estados de angustia, desaliento, discusiones frecuentes con el cónyuge, imposibilidad de movilidad financiera para comprar algo que realmente necesitan. Esta situación si no se maneja apropiadamente, con sabiduría, terminan convirtiéndose en una atadura financiera que se proyecta por generaciones enteras.
Cabe tener en cuenta un hecho de singular importancia: Hasta tanto no involucremos a Dios en el manejo de los recursos, difícilmente podremos superar las deudas y la práctica recurrente de gastar más de lo que ganamos. Esto por supuesto nos lleva a una escasez permanente.
I.- TOMAR DECISIONES FINANCIERAS MOVIDOS POR LAS EMOCIONES
1.- Con frecuencia malgastamos el dinero. ¿De qué manera?- Pago de intereses y recargos cuando compramos a crédito.
- Comprar lo innecesario.
- No valorar y malgastar los recursos (Proverbios 24:30-34)
3.- Dios nos advierte, a través de las Escrituras, sobre la necesidad de ser prudentes en el manejo de los recursos (Proverbios 2:11; 24:6)
II.- MANEJO POCO RESPONSABLE DE LOS RECURSOS QUE DIOS NOS PERMITE ADMINISTRAR
1.- Adquirir deudas, la mayoría de ellas innecesarias (Proverbios 22:7; 1 Corintios 7:21-23)
2.- No podemos desconocer que el propósito eterno de Dios ha sido el que no le debamos nada a nadie (Romanos 13:8)
3.- Descuido en el manejo de los recursos que Dios nos provee para administrar (Lucas 19:11-26; Mateo 25:14-30)
4.- Engañar a las personas cuando hacemos negocios o tenemos manejo de recursos (Proverbios 17:23; Santiago 5:4)
III.- DESCUIDAR LA VIDA FAMILIAR POR ENFOCARNOS SÓLO EN LO FINANCIERO
1.- La vida familiar no puede girar solamente alrededor de los recursos financieros (Lucas12:15; 1 Timoteo 6:6-10)
No podemos olvidar que lo material es, ha sido y será algo transitorio.
No podemos sacrificar la familia por el dinero.
2.- Debemos trabajar, pero el trabajo no puede constituir el eje central de nuestra existencia (2 Timoteo 2.4)
3.- El orden adecuado de nuestras prioridades debe ser:- Ocuparnos de Dios
- Ocuparnos de la familia
- Ocuparnos del trabajo
1.- Ser generosos en el manejo de los recursos que Dios nos permite administrar (Lucas 6:37, 38; Proverbios 11: 24, 25)
2.- Nunca perder de vista los tres niveles de generosidad con los recursos:- Generosidad hacia la obra de Dios (Proverbios 3:9)
- Generosidad hacia el prójimo (Gálatas 6:10)
- Generosidad hacia el necesitado (Lucas 3.11; Proverbios 14:21, 31; 19:17)
4.- Llevar un cuidadoso registro de los gastos que hacemos y compararlo, al final del mes, con lo presupuestado.
Conclusión
Cuando en nuestra vida están desajustadas las prioridades, las consecuencias son nefastas. Olvidamos que el primer lugar le corresponde a Dios. Él debe guiarnos, incluso en el manejo de los recursos financieros. El segundo lugar, le corresponde a la familia. No la podemos descuidar. Y un tercer espacio corresponde al trabajo.
Ahora bien, cuanto Dios nos provee, debe ser bien administrado. Es algo esencial en lo que debemos movernos. Insistimos, pedirle a Dios la sabiduría necesaria. El Señor nos ayudará en ese proceso.
Publicado en: Sermones
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