¡Es tiempo de orar!
(Conclusión – Nivel 1)
Resulta curioso pero cuando conocí a Cristo como el Señor de mi vida, tenía el firme convencimiento de que el Evangelismo sería mi área fuerte. Por años lo creí. De hecho dicté clases en el Seminario Bíblico en la asignatura de Evangelismo y Misiones, escribí abundante material y muchos de los mensajes que compartí, tenían ese enfoque.
Con el tiempo enfrenté la realidad del mundo de las tinieblas, y me di a la tarea de profundizar en lo que decían las Escrituras respecto a la Guerra Espiritual. Igual: Impartí conferencias— de hecho aún lo hago — , escribí abundante material, respondí infinidad de cartas, pero conforme avanzaba, descubrí que muchos cristianos no eran efectivos en el proceso de permanecer en libertad espiritual. ¿La razón? Y ahí vino el gran descubrimiento: Pasaban poco tiempo en oración.
El material que tiene en sus manos y los otros que encontrará a disposición en la Internet y en formato impreso, son el fruto de la experiencia personal en el proceso de aprender a orar, que –valga la redundancia— se aprende pero de rodillas.
Acompañado por ese deseo de pasar tiempo en la Presencia del Padre Dios, desarrollé una labor de investigación bíblica. Esa es la razón por la cual no hay afirmación que no esté respaldada por lo que dicen las Escrituras.
Fue entonces cuando la Guerra Espiritual fue más eficaz, y así pude comprobar que ocurría con los creyentes que entraban en la batalla.
El autor y conferencista internacional, Charles Stanley, escribió:“Los cristianos estamos en una lucha espiritual. La única vez que Satanás se preocupa por nosotros es cuando entramos en esa lucha. Ninguna cosa que hagamos es una gran amenaza para él. Satanás sabe que la verdadera lucha espiritual se libra de rodillas. La oración es el arma que más teme, por lo tanto es contra la oración que él lanza su mayor ataque. Es de rodillas como se hace el mayor bien, y es de rodillas como enfrentamos los mayores ataques.” (Charles Stanley. “Trátelo con oración”. Editorial Vida. EE.UU. 1996. Pg. 26)Estoy seguro que usted también se identifica con el reverendo Stanley: Si hay algo que inquieta el enemigo espiritual es que oremos. El asunto es sencillo: él sabe que cuando oramos, entramos en la dimensión de Dios, el nivel donde hay poder espiritual para vencer cualquier obstáculo. Dios responde a nuestras oraciones, nos concede lo que pedimos y hace posible lo imposible. Cito aquí nuevamente al autor y conferencista, Charles Stanley:
“…debemos recordar que la respuesta de Dios siempre es lo mejor de lo mejor para nosotros. Él que reclamemos un texto bíblico no hará que Dios cambie de planes, porque Su Palabra no puede contradecir su voluntad eterna. Si Él dice que no, entonces la respuesta es no, y debemos aceptarla con obediencia.” (Charles Stanley. “Trátelo con oración”. Editorial Vida. EE.UU. 1994. Pg. 12)Estoy seguro que usted desea moverse en la dimensión del poder. Todos los que profesamos la fe cristiana lo ansiamos. La llave está en nuestras manos. Es posible cruzar el umbral hacia ese nivel de intimidad con Dos que deseamos: es la oración.
A orar se aprende orando y hoy es el día para comenzar esa maravillosa y enriquecedora experiencia espiritual. Puedo asegurarle que no se arrepentirá. Y su vida jamás volverá a ser la misma.
Publicado en: Escuela de Oración
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