¿Está dando amor a su cónyuge?
1.- Lectura Bíblica: Proverbios 19:2, 3
2.- Versículo para memorizar:
“No es bueno actuar sin pensar; la prisa es madre del error. El tonto fracasa en todo, y luego dice: «¡Dios tiene la culpa!»” (Proverbios 19:2, 3)
3.- Reflexión en la Palabra de Dios:
Nuestra relación matrimonial no se deteriora por culpa del cónyuge sino, generalmente, de parte nuestra. Esa es la verdad que no nos gusta asumir. Y lo más grave: Todo comienza porque dejamos morir el amor. Olvidamos que el sentimiento debe alimentarse cada día. Si está atravesando por una situación familiar así, es necesario que haga un alto en el camino y se decida a aplicar correctivos.
Cuando las cosas andan mal en el hogar, cuando creemos no amar a nuestro cónyuge, el camino apropiado es hacer un alto y evaluar por qué razón nos encontramos así a nivel personal y como pareja.
La responsabilidad no es únicamente de nuestro esposo o esposa. Usted y yo tenemos nuestra cuota de responsabilidad. Y no es únicamente en el presente sino en la eternidad, delante de Dios. ¿Hemos tomado tiempo para examinarnos y determinar si estamos prodigando amor a la persona que Dios nos concedió para compartir la vida a su lado? Si descubrimos que algo se ha deteriorado, es tiempo de corregir.
La decisión de separarnos agrava las circunstancias, cualesquiera que sean y que hayan generando condiciones complejas en la relación familiar.
El único que nos brinda sabiduría y nos enseña el camino a seguir en cada situación es Dios. El rey Salomón lo describió así: “No es bueno actuar sin pensar; la prisa es madre del error. El tonto fracasa en todo, y luego dice: «¡Dios tiene la culpa!»” (Proverbios 19:2, 3) El Señor hace su parte, nos corresponde hacer la nuestra.
El autor y conferencista internacional, Stephen R. Covey, aconseja:
“Recuerde que, cada vez que construye su vida emocional sobre las debilidades de otros, está renunciando a su poder, es decir, a su capacidad de influir positivamente a costa de esas debilidades, y entonces su vida emocional es producto de cómo lo tratan. Se queda sin poder y faculta las debilidades de otros. Pero cuando se enfoca en influenciar positivamente a otros, construir confianza, incondicional, aumenta la capacidad de producir transformación entre las personas que le rodean.” (Stephen R. Covey. “Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas”. Editorial Grijalbo. 1988. México. Pg. 57)
La influencia que debemos ejercer en nuestra pareja debe ser no solamente positiva, sino avalada por nuestro ejemplo. Y en ese proceso, construir una relación sólida fundamentada en amor, es esencial. Y el amor no podemos permitir que termine sino avivarlo.
Lo aconsejable, en todos los casos, es que con frecuencia evaluemos la relación de pareja. Lo aconsejable es hacer un listado de nuestras actitudes y sentimientos, tanto positivos como negativos. Esa relación sin duda nos llevará a identificar en qué debemos cambiar.
Si no ha recibido a Jesús como Señor y Salvador, hoy es el día para que tome la decisión. Podemos asegurarle que tomados de la mano del Maestro podrá emprender el proceso de crecimiento personal, espiritual y familiar que tanto ha anhelado. Decídase hoy por Jesucristo.
4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a.- ¿Por qué aseguramos que el amor se alimenta cada día?
b.- ¿Está de acuerdo con el hecho de aportar esfuerzo y dedicación a la construcción de una relación de pareja sólida?
c.- ¿Qué enseña 1 Pedro 1:22 que puede ser aplicado a la relación de pareja y a nivel familiar?
d.- ¿Qué significa para usted amar sinceramente?
e.- ¿Qué nos enseña Romanos 12:10 respecto al amor?
f.- ¿Qué debemos hacer cuando las cosas no andan bien a nivel de pareja y con la familia?
g.- ¿Qué aplicaría en su relación personal y familiar de la enseñanza que arroja Proverbios 19:2, 3?
Publicado en: Devocionales Diarios
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