Fidelidad a los mandamientos de Dios para una vida victoriosa

BASE BÍBLICA: Josué 22:1-6

INTRODUCCIÓN:

Todos anhelamos una vida transformada, al menos –y en eso es importante tener claridad —, aquellos que han vuelto su mirada a Dios. No obstante, ese proceso de transformación ha sido complejo en sus vidas, bien porque se dejan vencer fácilmente por las adversidades o porque luchan en sus fuerzas, procurando un cambio duradero.

En esa dirección, es importante hacer una evaluación de cómo está nuestra vida hoy. Si no podemos encontrar fácilmente errores, debemos buscar a Dios en oración para que nos los revele.

Para aprender principios poderosos que nos ayudarán a experimentar transformación, analizaremos hoy la escena en la que Josué da por concluida la tarea conquistadora de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés. Les insta a volver a su territorio, el que dejaron antes de cruzar el río Jordán.

Su vida puede ser distinta. Basta que hoy se rinda a Dios y decida ser fiel a sus mandamientos.

I.- LA FIDELIDAD A DIOS, CLAVE PARA OBTENER LA VICTORIA (VV. 1-4)

1.- Como las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés, estamos llamados a permanecer fieles a los mandatos de Dios (vv. 2, 3)

2.- Avanzamos en nuestra vida como creyentes, en la medida en que seamos fieles a Dios (v. 3 b)

“… sino que os habéis cuidado de guardar los mandamientos de Jehová…”

3.- Aun cuando las circunstancias sean favorables, no podemos dejar de lado nuestro caminar con Dios (v. 4)

II.- LA FIDELIDAD IMPLICA GUARDAD SIEMPRE LOS MANDAMIENTOS (v. 5)

1.- Es necesario ser diligentes en el cumplimiento de los mandamientos (v. 5)

Diligente: De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española es aquél que es cuidadoso, exacto, activo, pronto, presto y lidero en el obrar.

2.- Estamos llamados a ser cuidadosos en cumplir los mandamientos (v. 5 a)

3.- Los mandamientos de Dios son un imperativo no algo de carácter opcional.

4.- Si deseamos permanecer en los caminos del Señor, es necesario guardar Sus mandamientos (v. 5 b)

5.- Guardar los mandamientos de Dios tiene dos componentes fundamentales:

• Observar los mandamientos, siempre.
• Servir a Dios.

III.- LA FIDELIDAD NOS PERMITE EXPERIMENTAR UNA TRANSFORMACIÓN DURADERA (v, 5 c)

1.- Si guardamos los mandamientos de Dios, debemos amarlo con toda nuestra alma y corazón (v. 5 c; Cf. Mateo 22:37-39)

2.- Si guardamos los mandamientos de Dios, no podemos permitir que nada ni nadie nos aparten de Sus caminos.

3.- Si guardamos los mandamientos de Dios, Él nos transforma:

a.- Dios está por encima de nuestros sueños y proyectos.

b.- Si reconozco que Dios está primero, guardo Sus mandamientos.

c.- Si guardo Sus mandamientos, mi vida experimenta transformación.

d.- Si mi vida experimenta transformación, mis relaciones interpersonales mejoran.

5.- Si mis relaciones interpersonales mejoran, mi testimonio cristiano impacta a otras personas.

CONCLUSIÓN:

El propósito eterno de Dios es que experimentemos una vida renovada y de crecimiento. Quizá hasta hoy no la hemos alcanzado, no obstante permanecer firme ese anhelo en el corazón. Si es lo que esto lo que ocurre con su existencia, debe considerar seriamente la necesidad de ser fiel a los mandamientos del Señor.

La mejor decisión que podemos tomar hoy, mañana y siempre, estriba en volver nuestra mirada a Dios y abrirle las puertas de nuestro corazón al Señor Jesucristo. Él es quien nos lleva a disfrutar plenamente de una vida edificada a partir de sanos principios y valores que permanecen en el tiempo.