¿Ha pensado que tiene una nueva oportunidad?

1. Lectura Bíblica: Mateo 6:13, 14

2. Meditación familiar:

Jamás imaginó que lo sorprenderían. Era tan improbable como que algún día el despertar del sol comience a la medianoche. Sin embargo falló en su cálculo.  Lo capturaron. Cuatro horas después del robo. Y allí estaba, frente al tribunal. La acusación: Sustraer un moderno computador de una empresa familiar.

Los jueces en Alemania no suelen andarse por las ramas. Por esa razón Esthepen Joseph decidió condenar al joven de 19 años, a seis meses de prisión. Sentó su sentencia con un seco golpe de martillo sobre el estrado.

— Creo que debería reconsiderar su decisión, señor Juez— interrumpió el denunciante.

El jurista le miró con disgusto y, con un gesto de desconcierto, le indicó el por qué: — Un penal no rehabilita a nadie. Creo que merece otra oportunidad. Le sugiero que la condena sea ayudarme en la construcción de una alberca en mi vivienda...—

Aunque era una propuesta insólita, aceptó. Hoy trabaja en su casa, desde primera hora de la mañana. Están por terminar la piscina. Y considera que fue una buena determinación. Aprendió la lección. Además, se vio frente a una nueva oportunidad.

¿Ha pensado que en su vida personal, espiritual y familiar, tiene una nueva oportunidad de comenzar de nuevo? Es la oportunidad que Dios nos ofrece siempre. ¿Cuál es su relación con el Señor? Ahora, en las relaciones interpersonales: ¿Trata usted bien a su cónyuge? ¿Hay algo en lo que debería cambiar? ¿Cómo es su relación con sus hijos? Sólo usted tiene las respuestas.

Cuando leí la nota en un diario de la ciudad, reflexioné — como seguro lo hará usted — , sobre la importancia de encontrar verdaderos correctivos a las fallas, pero también, en la importancia de ofrecer una segunda oportunidad a quien nos causa daño.

Cambiar y aprovechar la nueva oportunidad no es un proceso fácil, tampoco imposible. Es un día a día en el que Dios tratará nuestra vida, nos ayudará a identificar errores y nos permitirá emprender ajustes a nuestra forma de pensar y de actuar.

En cada paso, Dios está con nosotros como escribió el célebre autor, Alberto Benjamín Simpson:

“…pero el Dios de toda gracia, el cual nos ha llamado para Su eterna gloria por medio de Jesucristo, después que habéis sufrido un poco, confirma, fortalece y os establece."-A. B. Simpson. No nos podemos desanimar si al aprovechar la nueva oportunidad las cosas no salen como esperábamos.

L. B. Cowman, en “Manantiales en el desierto”, nos anima:

“Después hay un período de confirmación, afianzamiento y prueba durante el cual debemos de “permanecer firmes” hasta que el nuevo estado se fija de tal manera que llega a convertirse en un nuevo hábito. Sucede exactamente lo mismo que cuando el médico compone un hueso quebrado, El lo coloca en las tablillas para evitar que vibre. Así también Dios posee Sus tablillas espirituales, las cuales desea colocar a Sus hijos para que permanezcan sin moverse hasta que hayan pasado por el primer estado de la fe.”

El Señor Jesucristo trazó un principio de vida que debemos asumir usted y yo en nuestra existencia. El dijo “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” (Mateo 6:13, 14).

Quien guarda rencor en su corazón, se causa un daño enorme. Quien no imparte buen trato a su familia, se estanca y fractura las relaciones. Quien considera que no tiene errores, no experimentará cambio y crecimiento. Y además, cierra las puertas a tener paz espiritual y emocional. Le invito para que desde hoy, con ayuda de Dios, perdone a quienes le han herido, ofendido o generado molestias... Estoy convencido que su existencia será diferente...

La mejor decisión que todo ser humano puede tomar, es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. Recíbale hoy en su corazón.

3. Oración familiar:

“Padre celestial, como familia te agradecemos porque nos tienes con vida y nos ofreces hoy una nueva oportunidad. Reconocemos que no estamos solos, que tú estás con nosotros en todo momento y que nos ayudas en el proceso de experimentar cambio y crecimiento en todas las áreas. Te pedimos sabiduría para segur avanzando en el mejoramiento de nuestras relaciones a nivel familia. Tú eres quien nos ayudas a cambiar, a ser transformados en todo nuestro ser. Nos rendimos a ti. Amén”

4.- Una Meta familiar para hoy:

Si Dios me da una nueva oportunidad, también como padre o madre debe darle una nueva oportunidad a mis hijos, e igual, como esposo o esposa, darle esa oportunidad a mi cónyuge.