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Identificar en qué hemos fallado, clave para la victoria


(Vida Victoriosa – Cap. 2)

Identificar en qué hemos fallado, clave para la victoria (Vida Victoriosa – Cap. 2)

Por lo que veo le interesa avanzar hacia una vida victoriosa. Nos acompañó en la primera estación de camino hacia la realización personal y espiritual, y le interesa conocer otra Ley del Reino de Dios, infalible para ser un hombre o una mujer victoriosos ¿De cuál se trata? Del Arrepentimiento.

Para ilustrarla, le invito para que nos traslademos a tres escenarios:

Primer escenario:

Transcurrieron tres semanas. Estaba encerrado en una habitación que por la soledad le parecía más húmeda que de costumbre. No sabía qué hacer. Daba vueltas en la pequeña estancia. Parecía un león enjaulado. Podía describir de memoria todos los objetos del lugar: una cómoda, una cama, un cuadro con un paisaje de fondo.

¡Había cometido adulterio! Su esposa le rogó que le dijera la verdad. No una sino muchas veces. Pero él persistía en su comportamiento.

Ahora estaba arrepentido. No quería volver a lo mismo. ¡Deseaba un cambio!

Si tan solo Aura Lucía me diera otra oportunidad, vería que soy ahora muy diferente”, se repetía.

Animado por ese convencimiento, la buscó. Incluso, sin importarle que lo vieran, se arrodilló frente a ella, a las seis de la tarde, cuando salía de su trabajo donde cumplía funciones de asistente administrativa de gerencia.

Debieron transcurrir dos meses antes que ella pudiera corroborar su sincero arrepentimiento. Sólo entonces, cuando evidenció los cambios, volvió a confiar en él y a darle una nueva oportunidad.

Segundo escenario:

En otro lugar, Ricardo está preocupado. Lleva tres meses sacando existencias de mercancías. Es almacenista. Sabe que ha robado bastante. No quiere seguir haciendo lo mismo. No podría seguir mirando a su esposa e hijos, sabiendo que es deshonesto.

Movido por esa situación indescriptible que anidó en su corazón, abordó al gerente.

Estoy arrepentido. He venido obrando mal y quería ponérselo en conocimiento. Usted decidirá qué hacer— le explicó.

No fue a la cárcel. Aunque el asunto era grave, las directivas de la factoría acordaron que con parte de sus prestaciones laborales, saldara el valor de lo adeudado por el desfalco.

Me arrepentí y fue lo mejor”, me dijo al término de una conferencia en la que abordamos las Leyes Infalibles para alcanzar la victoria.

Tercer escenario:

La mujer acababa de discutir con su esposo. Presa de la ira le gritó todo cuanto se vino a su cabeza. Lo trató de adúltero, de irresponsable, de mal esposo.

Lo dijo tan duro que sus vecinos le oyeron.

Iba conduciendo el carro, de camino al trabajo, cuando le asaltó ese gusanillo que identificó como arrepentimiento. No pudo resistirse. Tomó el teléfono celular y marcó su teléfono:

Perdóname, se que cometí un grave error. No debí ofenderte”, se disculpó.

Coincidieron en que, en adelante, esa misma situación no debía ocurrir de nuevo. Fue una decisión sabia.

Su hogar sigue teniendo altibajos, pero la decisión de no incurrir en ese tipo de escándalos que terminan generando heridas en el cónyuge y en los hijos, ha sido un fundamento para que todo vaya bien…

Como podrá apreciarlo, en todos los casos el común denominador ha sido el arrepentimiento. Una ley infalible para alcanzar el éxito y que prima en el Reino de Dios, y desde el mundo espiritual, ejerce una poderosa influencia en el mundo material…

¿Por qué debemos revisar nuestra vida?

Seguramente y al abordar el tema, uno de los primeros interrogantes que le asalta es, ¿qué es y cómo podemos entender qué es arrepentimiento?

Hay varias alternativas para definirlo y sin duda, todo depende de la perspectiva de quien responda.

Si va al Diccionario de la Lengua Española, encontrará una apreciación y si se dirige a especialistas en Derecho y Leyes, le mostrarán una visión muy particular.

Por ese motivo le invito para que vayamos a las raíces mismas del término. En Hebreo (nâjam ) encontramos la palabra que, vertida a nuestra lengua, traduce: “sentir pesar (disgusto) por algo hecho”, “estar triste”, “consolarse”. El vocablo (shûb) se traduce como “retornar”.

En Griego la acepción es muy similar (metanoé). La traducimos al español como “cambiar de opinión, de dirección”, “sentir remordimiento” y “convertirse”. También es importante considerar el concepto que se obtiene de la palabra (metánoia) que igual se refiere a “cambiar de opinión” y “convertirse”.

Vamos a ser más prácticos, ¿le parece? Arrepentirse es identificar un error y, una vez evaluadas las consecuencias inmediatas y futuras así como el daño que trae a nuestras vidas y las de quienes nos rodean, disponernos a cambiar.

Ese es un fundamento para la victoria. Evaluar en qué estamos fallando y disponernos a corregir esa situación o comportamiento de cara a ver nuevas oportunidades de vida.

Publicado en: Libros Electrónicos


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