Impedimentos para un ayuno eficaz

“Me pregunto, ¿por qué mis oraciones y hasta tiempos de ayuno pareciera que no tienen eco en el corazón de Dios? ¿Acaso es que no me escucha? Y lo pregunto porque pareciera que a otras personas Dios sí les responde.”

L.M.R. desde Santa Cruz, en Bolivia

Respuesta:

Leí con detenimiento su carta. Sin duda la que le asalta es una de las preocupaciones más comunes entre cristianos sinceros. Se preguntan: ¿Acaso Dios no me escucha? Y se equivocan porque Dios sí nos escucha a todos.

Permítame compartir con usted algunos elementos que, sin duda, inciden para que nuestras oraciones tengan o no eco en la Presencia de Dios:

1.- El pecado no confesado (Isaías 59:1, 2; 1:15, 16)

2.- Ayunar con un propósito egoísta (Santiago 4:3; Isaías 1:15)

3.- La falta de perdón a quien nos ha causado daño (Mar5cos 11:25, 26; Lucas 23:34)

4.- La duda cuando oran o la falta (Santiago 1:5-7)

5.- No mantener una actitud de alerta para ayunar y buscar la Presencia de Dios (Cf. Marcos 14:37-40)

6.- No valorar el tiempo que apartamos para estar en la Presencia de Dios en ayuno y oración (Efesios 5:15, 16)

7.- No procurar –con ayuda de Dios— la paz y la armonía en el hogar y tampoco dar buen trato al cónyuge y los hijos (1 Pedro 3:7)

Con base en lo anterior, resulta evidente que debemos revisar cómo anda nuestro corazón, la relación con Dios y las motivaciones para orar y ayunar. Es una reflexión cristiana que debemos hacer, si nuestro propósito es caminar conforme a la voluntad del Señor.

¿Qué debemos hacer cuando buscamos a Dios?

Cuando buscamos a Dios, es importante que en nosotros haya una disposición de corazón pero que, además, ese corazón esté limpio.

Hay pautas bíblicas que me permito compartir con usted. Le sugiero busque cada una de las referencias en la Biblia y haga anotaciones, para que siga avanzando en su vida espiritual:

1.- Es necesario confesar nuestros pecados delante de Dios para obtener perdón y bendiciones (Proverbios 28:3)

2.- La misericordia de Dios nos cobija con perdón cuando nos arrepentimos de nuestros pecados (1 Juan 1:19)

3.- Debemos pedir a Dios que nos de conforme a Su voluntad aquello que pedimos en los tiempos de ayuno y oración (Mateo 7:7, 8)

4.- Nuestras peticiones deben estar orientadas a que Dios sea honrado y glorificado.

5.- Cuando perdonamos a quienes nos causan daño, somos nosotros los principales beneficiados porque recibimos el perdón de Dios (Mateo 6:14, 15)

6.- Cuando nos acercamos a Dios en oración y ayuno, debemos tener la certeza de que nos responderá con poder y cambiará las circunstancias (Hebreos 11:6, Filipenses 4:19)

7.- Es necesario buscar a Dios en la intimidad y apartar tiempo y lugar para Él (Marcos 1.35)

Puedo asegurarle que, cuando disponemos nuestro corazón para el Señor, y lo acompañamos de oración y ayuno, las respuestas poderosas desde la dimensión espiritual se producirán. ¡Dios responde con poder!