mensajerodelapalabra.com :: Para uso personal solamente. Prohibida su reproducción total o parcial sin la autorización de autor.

mensajerodelapalabra.com

 

La guerra espiritual, ¿se circunscribe a dar órdenes al diablo?


(Parte 1)

La guerra espiritual, ¿se circunscribe a dar órdenes al diablo? (Parte 1)

Resulta irónico pero el mundo de las tinieblas toma más fuerza en la medida en que los cristianos no libramos la batalla contra Satanás y sus huestes.

Pero esa guerra no la libramos en nuestras fuerzas ni con prácticas extrañas como gritar duro “Fuera, fuera”, creyendo que por la intensidad de nuestra voz o los gestos que hacemos, los demonios saldrán más rápido.

Tampoco por el zapateo, práctica que como recordará, consiste en taconear duro contra el suelo, argumentando que así estamos pisando a Satanás. Ni lo uno ni lo otro tienen fundamento bíblico.

Los demonios y cómo combatirlos, un tema del momento

Desde la década de los setentas, se han multiplicado, no solamente relatos literarios sino producciones cinematográficas con el tema de los demonios y la forma como se enfrentan, en abierta alusión a la Guerra Espiritual, de cara a la liberación de los endemoniados, aunque por supuesto, con errores porque el enfoque es más sensacionalista que real.

Eso lleva a que se hayan tejido mitos y se hayan construido muchas aplicaciones equivocadas, por ejemplo, en torno a cómo se ministra liberación a un endemoniado. Cada quien hace— a su manera y desde su perspectiva empírica— hace aportaciones al tema y tenemos hoy un cúmulo de creencias diametralmente opuestas a la realidad.

Esta cadena de errores lleva a que muchas personas, sin fundamento bíblico, digan que la oración, ministración de liberación a endemoniados, y la Guerra Espiritual debe hacerse de tal o cual manera, sólo porque ellos lo dicen.

¿Las consecuencias? Muchísimas personas se oponen abiertamente a este desempeño ministerial y consideran que sólo lo ejercen quienes rayan en las fronteras del fanatismo.

Quienes actúan así, sin asidero Escritural, antes que contribuir a la Guerra Espiritual, le han causado un enorme perjuicio a esta valiosa herramienta del ministerio cristiano, y en el imaginario colectivo de quienes no son cristianos evangélicos o carismáticos, está la imagen de que en nuestras iglesias a punta de gritería y ritos extraños, pretendemos sacar a los demonios.

Este hecho nos retrotrae a la concepción medieval que se tenía del mundo de las tinieblas y cómo combatirlo.

Desde hace siglos

Recordemos, por ejemplo, que Santo Tomás, en el Siglo XIII, trataba de explicar de dónde venían los demonios y cómo actuaban.

Incluso, fue más allá, y en la (Summa Teológica, Tomo I, Cuestión Décima, Artículo 5), decía por ejemplo que el tiempo en el mundo de las tinieblas, era muy distinto al nuestro— algo que en lo que estamos de acuerdo–, pero definió una medida especial de tiempo para los demonios al que llamó Evo (del Latin aevum).

Precisaba que si bien es cierto los demonios tienen origen, su “tiempo” está marcado por cada acción mala que realizan, en la que cuentan cuando iniciaron su accionar y cuando lo terminaron. No en tiempo físico, sino en términos de impacto.

A veces los cristianos evangélicos de nuestro tiempo, corremos el peligro de caer en esas mismas explicaciones extrañas. Es más— permítanme decir–, a veces se acude a prácticas extrañas, y por tanto extra bíblicas, que se utilizan hoy para echar fuera demonios y combatir el mundo de las tinieblas.

Excentricidades en la guerra espiritual

He escuchado cosas tan extrañas, como que al guerrear en oración contra los demonios, no se debe estar postrado o de rodillas sino por el contrario, estar marchando— como soldados–. Y otra, que me pareció más curiosa todavía: que al combatir al mundo de las tinieblas, debemos tomar una “espada espiritual”— la entendería más, como imaginaria–, para cortar a Satanás y “sacarle sangre”.

Esas excentricidades me recuerdan a los esfuerzos de la Iglesia Católica, en la época medieval, por identificar a los demonios y sacarlos del cuerpo de una persona.

Por ejemplo, en el año 1231, se llegó a desenterrar un cadáver, porque se consideraba que el pobre hombre— que tenía problemas mentales, según parece— había muerto endemoniado. Un relato que reposa en los anales históricos de la Iglesia Católica, dice:

“Desenterraron a ese Galván y lo llevaron del cementerio de Villenueve (en Italia) donde lo habían enterrado. Luego, en una gran procesión, arrastraron su cuerpo por la ciudad y lo quemaron en el campo común de las afueras de la ciudad. Esto se hizo en alabanza de nuestro señor Jesucristo y del bienaventurado Domingo y en honor de la iglesia Romana y Católica, nuestra madre, en el año del Señor de 1231)”

En 5 de diciembre de 1489, durante el papado de Inocencio VIII, promulgó la Encíclica “Summis desiderantes affectivus” que desencadenó una feroz persecución a endemoniados y brujas, a quienes acusaba de aquelarres orgiásticos con Satanás, canibalismo, volar en escoba, provocar aborto a las mujeres y beber sangre de niños.

Se les juzgaba con rapidez, se dictaminaba que estas personas estaban poseídas por Satanás, les pinchaban los ojos, arrastraban sus cuerpos atados a caballos hasta despedazarlas, y en los casos en que eran benévolos con sus víctimas, las azotaban para que “saliera el demonio”.

Errores al ministrar liberación

Uno de los más destacados exponentes de estas prácticas de “liberación” era el sacerdote dominico, Fray Tomás de Torquemada, más conocido como el “gran inquisidor”.

En solo dos años del Tribunal de la Inquisición quemó a 52 herejes y endemoniados, según su juicio y condenó a 220 fugitivos. Cuando esa forma extraña de identificar a los endemoniados y para hacerlos libres, la Santa Inquisición— que de santa no tenía nada– llegó a ordenar que se quemara a 50 personas por día. En sus once años de ejercicio como inquisidor, a Tomás de Torquemada, produjo la muerte de 11.000 personas y la erradicación del judaísmo en España.

Esos hechos horrorosos que la Iglesia Católica reconoció y por los cuales pidió perdón, nos despiertan estupor, pero nosotros mismos debemos preguntarnos, ¿hasta qué punto en nuestras iglesias se puede estar incurriendo en ritos extraños y prácticas excéntricas para liberar a los endemoniados?

Ese es uno de los propósitos de este Foro: auto evaluarnos, pero a la vez, orientar nuestras acciones a un ministerio cristiano sano, bíblicos, que toma la Intercesión y la Guerra Espiritual, como valiosas herramientas para ayudar en la extensión del Reino de Dios, recuperando los terrenos que ha copado el mundo de las tinieblas por el pecado del hombre.

El mundo de lo oculto en la era de la moderna tecnología

Como Intercesores y Guerreros Espirituales nos desenvolvemos en un mundo con tecnología de punta, en el que ya no se utiliza solamente la tabla Ouija o una bola de cristal para establecer puntos de contacto con el mundo ocultismo, sino incluso la Transcomunicación Instrumental, que no es otra cosa que grabar períodos de silencio— por un medio electrónico— y luego escuchar mensajes o respuestas a preguntas formuladas con antelación a espíritus que son invocados.

Los practicantes de esta modalidad hacen llamamiento a familiares muertos o personajes famosos. También se está utilizando un canal de televisión sin señal, en el que aseguran, escuchan voces y hasta ven imágenes de las personas que se invocan.

Esta práctica de la Transcomunicación Instrumental inició en 1920. Uno de los pioneros fue el notable inventor Thomás Alba Edisón, quien en la Revista América Científica, dejó sentada su creencia de la sobrevivencia del espíritu, que de acuerdo a su concepción, continuaba latente en medio de nuestro mundo material. Eso llevaba a que se pudieran grabar mensajes del más allá, de espíritus que seguían moviéndose en nuestro medio. Este inventor escribió:

“Si nuestra personalidad sobrevive, es estrictamente lógico y científico pensar que retiene la memoria y conocimientos que adquirimos en este mundo. Por lo tanto, si la personalidad sigue existiendo después de lo que llamamos muerte, resulta razonable deducir que quieran comunicarse con las personas que han dejado aquí. Me inclino a creer que si pudiéramos inventar un instrumento tan sensible como para ser afectado por nuestra personalidad, tal instrumento tendría que registrar algo”.

Resulta interesante, por ejemplo, que 1909, un portugués radicado en Brasil, Augusto Cambraia, llegó a patentar un aparato en el Archivo Nacional de Río de Janeiro, con el título de “Telégrafo Vocativo” que tenía como función hablar con “seres iluminados de fuera de la Tierra“.

En 1911, en Holanda, dos físicos publicaron el libro “Misterios de la muerte” en el cual describen un aparato cuyos detalles técnicos fueron proporcionados mediumnicamente, por espíritus. El objetivo era la transmisión por Clave Morse.

Ahora, no solamente son los libros que circulan por doquiera con temas ocultistas los que están haciendo difusión masiva del mundo del ocultismo, sino la Internet, dond el 40% de las publicaciones a través de Foros, Websites y cuartos de Chats, entre otros, están íntimamente ligados a contenidos que favorecen o exaltan el mundo de las tinieblas.

¿A qué nos enfrentamos?

Como cristianos, es importante tener en cuenta que nos enfrentamos— en Intercesión y Guerra Espiritual— a tres niveles específicos que describo a continuación:

TRES NIVELES ESENCIALES DE GUERRA ESPIRITUAL
NIVEL DESCRIPCION
1. Confrontación directa con los demonios Cuando enfrentamos los demonios en las personas (Cf. Lucas 10:1-12; 17-20
2. Confrontación en la dimensión del ocultismo Enfrentamos una estructura bien organizada de hombres y mujeres al servicio del mundo de las tinieblas: chamanes, brujos, sacerdotes del vudú, santeros, hechiceros, canalizadores de la Nueva Era, curanderos, magos y adivinos.
3. Confrontación en la dimensión espiritual Enfrentamos en el mundo de las tinieblas (Cf. Apocalipsis 12.7; Efesios 6.12)


Le invitamos a reflexionar hasta aquí, confrontar las citas bíblicas y proseguir con este apasionante estudio bíblico.

Publicado en: Guerra Espiritual


Copia el siguente texto a tu muro de Facebook:
https://www.mensajerodelapalabra.com/site/index.php/la-guerra-espiritual-se-circunscribe-a-dar-ordenes-al-diablo-parte-1/



Temas Relacionados: