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La programación periódica de eventos


(Lección 8)

La programación periódica de eventos (Lección 8)

No olvidemos que una característica negativa para el desarrollo de una congregación lo representa la improvisación. Realizar actividades porque al pastor o líder de grupo se le “iluminó” el bombillito es contraproducente. Estas ejecutorias encierran emocionalismo y, en la mayoría de las casos, falta de planificación.

¿Qué es aconsejable? Insistimos: adelantar reuniones, bien sea de carácter semanal o quincenal, con el propósito de orar; es bueno compartir algún estudio bíblico y determinar en qué áreas de la ciudad se pueden adelantar impactos evangelísticos. Es imprescindible tener en cuenta fechas, horas y que –en lo posible— se trate de sectores concurridos.

Por ejemplo, si deciden realizar evangelismo en un parque público: Se determina la fecha y, con suficiente tiempo de antelación, se cumplen jornadas de avanzada, como hemos venido insistiendo.

Determinar tareas

Previo a la realización de los eventos en las calles, es fundamental delegar algunas tareas no solo para los integrantes del equipo de siembra sino para quienes deseen acompañar el trabajo. El propósito es que todos asuman su compromiso, se involucren y se tornen partícipes.

Se asignarán a personas encargadas de las siguientes tareas:

a. Distribución de tratados evangelísticos (folletos, plegables) a las gentes.

b. Promocionar el impacto bíblico con el megáfono, recorriendo las calles.

c. Para orar mientras se cumple el impacto evangelístico.

d. Adelantar la labor de consejería para quienes recién aceptan a Jesucristo. (Generalmente se escoge a quienes tienen experiencia en la búsqueda y aplicación de principios bíblicos).

e. Entonar coros y compartir su testimonio.

f. Predicar

Insistimos en la necesidad de planificar las actividades a desarrollar con suficiente anticipación con el propósito de no incurrir en la improvisación que resulta negativa y afecta los resultados.

Esquema de los eventos en espacios abiertos

Una vez estamos a las puertas de realizar un evento en un espacio abierto — tras ubicar con anticipación el lugar apropiado, orar con por la actividad y designar a quienes nos prestarán su colaboración distribuyendo material, en la realización del servicio religioso al aire libre, y quienes servirán como consejeros— procedemos a revisar:

1. Que el lugar donde estaremos ubicados ofrece visibilidad y, en lo posible, registra buena afluencia de público.

2. Que disponemos de un sonido adecuado. Es necesario dirigirlo a espacios abiertos y— algo que parece intrascendente pero que es fundamental— no dirigir las emisiones del altavoz en contra de la corriente del viento.

3. Que los creyentes que prestarán su colaboración estén ubicados estratégicamente.

Lo que generalmente hacemos es pedirle a algunos creyentes que estén detrás de las personas nuevas, visitantes o curiosos. ¿El propósito? Que una vez llegue el momento de hacer la oración de decisión de fe por Jesucristo, estén prestos a orientarles, suministrarles material y, en lo posible, tomar su dirección y teléfono.

Proclamación del evangelio

Es esencial tener en cuenta que un evento al aire libre no debe tomar mucho tiempo en su realización porque el grado de atención de las personas se pierde con rapidez. En lo posible, podemos distribuir el tiempo –que se aconseja oscila entre los 15 minutos — de la siguiente manera:

1. Oración y apertura del servicio religioso (3 minutos).

2. Interpretación de Coros (6 minutos –equivalente a dos o tres coros o alabanzas — ).

3. Testimonio (un testimonio de 3 minutos es más que suficiente).

4. Predicación del mensaje (un mensaje de 10 minutos).

Es necesario tener en cuenta que, tras una lectura muy breve de la Palabra de Dios, viene su exposición de manera concisa. Recuerde que los oyentes no tienen a mano una Biblia y es por tanto usted quien debe guiarles.

5. Oración de decisión de fe (3 minutos).

Seguimiento a los nuevos creyentes

Aunque es contraproducente presionar a quienes toman la decisión de fe por Jesucristo en estos servicios, es aconsejable tomar la dirección de la residencia y/o el teléfono y, si demuestran interés, ofrecernos para realizar una visita.

Tenga en cuenta que es fundamental realizar un seguimiento a estas personas con el propósito de afianzarles en su determinación de caminar en los senderos del Señor Jesús.

Otra opción es solicitarles que nos permitan llamar telefónicamente. Ese contacto debe realizarse en el curso de las 72 horas siguientes.

Un elemento neutro para abrir la conversación es preguntar cómo se han sentido, cuál es su estado de ánimo y espiritual ahora que aceptaron a Jesucristo en su corazón y, si tienen alguna inquietud. Por lo regular, las tienen, y este es un elemento que nos ayuda a estrechar las relaciones con el propósito de evangelizarles.

¿Cada cuánto es aconsejable este tipo de eventos?

Se recomienda desarrollar eventos en espacios abiertos, al menos una vez por semana o quincenalmente, dependiendo del caso como paso previo a la siembra de una nueva iglesia. Ahora, hay aspectos que debemos evitar y que le recuerdo:

1. Presionar a las personas para que tomen una decisión de fe por el Señor Jesús.

2. Envolvernos en discusiones y polémicas de carácter teológico.

3. Hacer énfasis sólo en nuestra denominación, dejando de lado que antes que una congregación en particular, a quien se debe proclamar es a Jesucristo.

4. Realizar eventos en espacios abiertos que pasen de treinta minutos.

Tome en cuenta que actividades de proclamación pública del evangelio constituyen una extraordinaria oportunidad para llegar a quienes todavía no se congregan en ninguna iglesia y además, abrir el espacio para que conozcan más acerca de Jesucristo. Es el paso previo para la siembra de una nueva congregación.

Otra alternativa: proclamar las Buenas Nuevas en vehículos

En Latinoamérica es frecuente que los vehículos de transporte urbano e intermunicipal — como buses y colectivo — se constituyan en espacios para la comercialización de todo tipo de productos, desde elementos de aseo hasta libros.

Esta se ha convertido en una nueva alternativa para la generación de empleo frente a la recesión que muchos países enfrentan, y que ha traído como consecuencia un progresivo cierre de las fuentes de trabajo. Es cierto que en algunos de estos automotores no se permite vender ni anunciar nada, pero hay otros en los que no hay restricción; son esos los que debemos aprovechar.

Es una práctica generalizada que abre las puertas para la proclamación del Evangelio, con la diferencia de que usted y yo no vamos a pedir recursos sino a compartir gratuitamente una salida al laberinto que viven miles de hombres y mujeres, quienes todavía no tienen a Jesucristo en su corazón.

Para evangelizar en los vehículos de transporte urbano se aconseja integrar equipos de tres personas.

1. La primera persona se encarga de proclamar el evangelio de Jesucristo a través de un mensaje corto.

2. La segunda persona, distribuye los tratados o folletos evangelísticos entre quienes viajan en el automotor.

3. El tercer colaborador estará intercediendo mentalmente a favor de esa actividad. Se ubicará en la parte posterior del bus o colectivo, en la salida. De esta manera, si alguien va a bajarse sin escuchar la totalidad del mensaje, le pueda obsequiar un folleto para que lo lleve consigo.

¿Qué tipo de mensaje compartir?

El mensaje de evangelización que se compartirá, debe ser breve. Lo aconsejable son cinco minutos. No olvide que con facilidad perdemos la atención de los oyentes y es imprescindible aprovechar al máximo cada segundo.

Se recomienda leer un versículo bíblico (puede hacerlo directamente de la Biblia o acudiendo a la memorización del texto) y, a partir de allí, desarrollar la predicación.

En lo posible, acuda a las ilustraciones con hechos prácticos que le permitan a los oyentes asimilar todo lo relacionado con el evangelio y la forma como contribuye a nuestro crecimiento personal y espiritual.

Insistimos en un principio: que su exposición sea breve. Mire a los ojos a quienes están escuchándole. No se sienta inquieto ni se desanime o distraiga porque hayan quienes siguen dialogando sin prestar atención a sus palabras. Inconscientemente están asimilando información. Ellos también son impactados.

¿Qué hacer cuando se entrega un tratado (folleto) ?

Lo más aconsejable es que entregue cada tratado con una amplia sonrisa, un sincero “Jesucristo te ama” y la disposición de enfrentar con optimismo cualquier rechazo.

Si no le reciben el material, recíbalo de vuelta. No exprese molestia o desilusión. Usted predica a Jesucristo, no a usted mismo. Puede aprovechar el momento para invitar a reuniones en espacios abiertos o, si ya dispone de un lugar de reuniones, indicar dónde se encuentra.

Hay quienes dicen “Gracias por recibirlo” a aquellos que notan con un semblante renuente al mensaje. Generalmente esas tres palabras desarman a cualquiera, rompen el hielo y le comprometen sutilmente para que reciba el plegable.

¿Es viable realizar una oración de decisión de fe por Jesucristo?

Por supuesto que es viable llevar a quienes se encuentran en el vehículo a abrir su corazón para que reciban a Jesucristo como su único y suficiente Señor y Salvador. Lo que no es conveniente es invitar a quienes tomaron dicha decisión, a levantar la mano. Pocos lo harán, probablemente ninguno. ¿La razón? Pueden sentirse cohibidos.

¿Qué podemos y debemos hacer entonces? Formularles tres invitaciones. La primera, para que diariamente hablen con Dios mediante la oración. La segunda, que asuman el principio de leer cada día la Biblia, y la tercera, acercarse a una iglesia cristiana y, compartirle al pastor, que ya tomaron la decisión de fe.

Es probable que alguien quiera más información. No desperdicie la oportunidad. Usted puede tomar los datos de la persona y hacerle una visita.

Es importante que, desde hoy, evalúe la posibilidad de llevar a su congregación a proclamar a Jesús el Señor en los vehículos de transporte urbano en la meta de tomar territorios para sembrar nuevas iglesias.

No coseche con semillas de otro sembrado

Si algo resulta perjudicial para la extensión del Reino de Dios, es cosechar con semillas de otro sembrado. No podemos olvidar que nuestra meta es sembrar una nueva congregación, pero con personas ganadas en el terreno.

Si alguien se acerca interesado en las actividades que desarrollan, y le comparte que viene de otra iglesia, por favor verifique las razones por las que no se esta congregando o las motivaciones para buscar ahora el nuevo sitio de reunión.

Recibir ovejas de otro redil causa infinidad de heridas en pastores, obreros y líderes que ven de qué manera sus ovejas son arrastradas a otras iglesias. Usted no querría que le ocurriera lo mismo, entonces, no lo haga. Recuerde que uno de los distintivos de quienes servimos en la proclamación del Evangelio, es ser íntegros en todo. La Biblia dice: ‘‘…temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad… “ (Josué 24:14; Cf. Salmos 119.97) Y tenga claro que quien recoge la cosecha en lugar ajeno, no será bendecido ni tampoco será instrumento de bendición para ese sector.

Como en el caso de nuestro amado Salvador Jesucristo debe primar la pasión por aquellos que aún no son salvos, no por quienes por capricho o búsqueda de lo novedoso, andan de iglesia en iglesia. El evangelista Marcos registra que: ‘‘…salió Jesús y vió una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. “ (Marcos 6:34)

Si nos esforzamos, de la mano de Dios, obtendremos resultados: ‘‘Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá.” (Lucas 11:9) Este hecho para enfatizar que no puede pretender que la siembra de iglesias rinda frutos de la noche a la mañana, ni que— con poco esfuerzo— pueda ver una cosecha. Dios tiene el propósito de extender Su Reino, pero usted y yo— como líderes— debemos poner de nuestra parte.

En el proceso es probable que se encuentre a la oposición y a las críticas, pero no debemos desanimarnos porque fuimos llamados a vencer a pesar de la oposición.

Recuerde entonces que el mejor método de evangelizar a las personas una por una. (Cf. Juan 4:6-30) En ese proceso debemos compartir el mensaje de salvación persona a persona; en otras palabras, la pesca eficaz es con anzuelo como quien se da a la tarea de pescar y ganar los peces uno por uno. No es algo nuevo, sino la forma usada por nuestro Señor Jesucristo cuando habló con Nicodemo (Cf. Juan 3) y también con la mujer Samaritana. (Cf. Juan 4)

Incluso los apóstoles usaron este método: Andrés con su hermano Pedro (Cf. Juan 1:40-42); Felipe con Natanael (Cf. Juan 1:43-46). Fue un ángel del Señor quien le ordenó a Felipe el evangelista, que le hablara a un funcionario de Candace, reina de los Etíopes (Cf. Hechos 8:26-39).

Hay mucho trabajo por hacer. Con creatividad, y de la mano del Señor Jesucristo, podemos avanzar significativamente en la extensión del Reino. ¡La siembra de nuevas iglesias es un imperativo, no una opción¡

Publicado en: Escuela Bíblica Ministerial


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