La ruta para entrar en la tierra de la bendición de Dios

Base Bíblica: Deuteronomio 12:12-22

Introducción:

Después de un largo trasegar por el desierto, Dios preparó al pueblo de Israel para entrarlo en la tierra de bendición.

En el pasaje de Deuteronomio 12:12-22, encontramos una serie de requerimientos que involucraban un giro de 180 grados en su forma de pensar y de actuar. En otras palabras, era disponerse totalmente para Él.

Todos anhelamos ser bendecidos, y que esas bendiciones alcancen a toda nuestra familia. Si es así, el primer gran paso que debemos dar es volver nuestro corazón para el Señor, permitir que obre en nuestro ser y comenzar a caminar en fidelidad a Él. Tenga presenta hoy y siempre que Dios, sin hacer acepción de personas, bendice a sus hijos.

I.- PARA ENTRAR EN LA TIERRA DE LA BENDICIÓN, DEBEMOS DISPONER NUESTRO CORAZÓN PARA DIOS (vv. 12, 13)

1.- Dios nos prepara, como lo hizo con Israel, antes de que entremos en la tierra de bendición.

a.- En tiempos de crisis o de victoria, no podemos olvidarnos del Dios de poder que nos acompaña siempre.

b.- Aún en el desierto, como ocurrió con el pueblo de Israel, Dios nos provee lo necesario.

c.- Puede que estemos cerca de la tierra de la bendición, y por esa razón Dios espera que hagamos ajustes.

2.- Dios demanda que dispongamos nuestro corazón para Él (vv. 12, 13)

a.- Que andemos en el temor reverente de Dios.

b.- Que andemos en Sus caminos.

c.- Que le sirvamos.

d.- Que le rindamos nuestro corazón.

e.- Que atendamos Sus mandamientos.

3.- La fidelidad de Dios se refleja en las bendiciones que tiene para cada uno de nosotros (v. 13 C)

II.- POR AMOR, DIOS NOS ESCOGIÓ PARA LLEVARNOS A LA TIERRA DE BENDICIÓN (vv. 14, 15)

1.- Dios es el dueño de todo lo creado y quiere darle lo mejor a sus hijos (v. 14)

2.- Dios nos escogió, y también a nuestra descendencia, para ser bendecidos (v. 15)

3.- Prepararnos para las bendiciones toma como punto de partida nuestra disposición para ser transformados por Dios (v. 16)

III.- ENTRAMOS EN LA TIERRA DE BENDICIÓN CUANDO RECONOCEMOS LA GRANDEZA Y EL PODER DE DIOS (vv. 17-22)

1.- El Dios grande y poderoso al que amamos y servimos, es quien nos lleva a la tierra de la bendición como hizo con Israel (v. 17)

2.- El propósito de Dios es bendecirnos a todos por igual, honrando nuestra fidelidad a Él (vv. 18, 19)

3.- Si deseamos entrar en la tierra de bendición, debemos amarle, servirle y serle fieles (v. 20)

4.-En todos nuestros caminos debemos reconocer la grandeza y el poder de Dios, quien nos lleva a la tierra de bendición (vv. 21, 22)

Conclusión:

Cuando nos movemos en la dimensión de Dios, es decir, conforme a su voluntad, comenzamos a marchar hacia el territorio de la bendición. Las bendiciones que Él tiene preparadas desde antes de la creación del mundo, para cada uno de sus hijos, nos alcanzan a nosotros y a toda nuestra generación.

Llegó el momento de hacer un alto en el camino y evaluar cómo estamos caminando con Dios. Si reconocemos errores, es tiempo de aplicar correctivos. El arrepentimiento debe ir acompañado con la disposición de cambio. Es en esencia nuestra voluntad de volvernos a Dios y caminar conforme a Su voluntad.