Llamados a vivir plenamente

Base Bíblica: Marcos 1:35-45

Introducción:

Cuando pasamos tiempo en oración, Dios nos fortalece, guía y libera poder que nos ayuda vivenciar a Cristo de manera eficaz. El Señor Jesús nos enseñó un principio que debemos asumir en nuestra cotidianidad: la oración en intimidad con Dios, apartando un tiempo para Él. No podemos concebir que nos llamemos creyentes y no pasemos tiempo en Su presencia. Es en oración como hallamos poder, guía y fortaleza para nuestra existencia.

I. El cristiano se fortalece con una vida de oración (v. 35)

1. Un principio que identificó al Señor Jesús fue orar (v. 35; Cf. Mateo 14:23)

1.1. El Señor Jesús se apartaba a un lugar solitario para orar (Lucas 5:16)

1.2. El Señor Jesús oraba en intimidad con Dios.

a. No se concibe un cristiano que no busque a Dios en oración.

b. No se concibe un cristiano que no se fortalezca en oración.

2. En una vida de oración hallamos poder (v. 35)

II. E cristiano asume en su vida el compromiso de compartir las Buenas Nuevas (vv.36-39)

1. Como en los tiempos del Señor Jesús el mundo tiene necesidad de las Buenas Nuevas (vv.36, 37)

El Evangelio incluye (Isaías 61:1):

1.1. Noticias de esperanza.

1.2. Sanidad para los enfermos

1.3. Libertad para los cautivos

2. Como debe ocurrir con nosotros hoy, el Espíritu Santo tenía muy clara su misión: predicar el Evangelio (v. 38)

2.1. El Señor Jesús predicaba en todos los lugares.

2.2. Predicación de las Buenas Nuevas, sanidad y liberación van de la mano (v. 39)

III. El cristiano está llamado a vivir plenamente (vv. 40-45)

1. Dios a través de Su Hijo Jesús dejó claro que quiere lo mejor para el cristiano

1.1. Es a Cristo a quien acudimos cuando tenemos una necesidad (v. 40)

1.2. El Señor Jesús es claro al asegurar que su voluntad para todos nosotros es desearnos lo mejor (vv.41-43)

a. Él quiere nuestra sanidad.

b. Él quiere para nosotros una vida plena.

2. Todo cuanto hacía el Señor Jesús buscaba glorificar al Padre (v. 44)

2.1. Como cristianos le damos gloria a Dios compartiendo un testimonio sobre lo que ha hecho en nuestra vida (v. 45 a)

2.2. La gloria no debe ser para nosotros sino para Dios (v. 45 b)

Conclusión:

No puede pasar un día sin que oremos, pero tampoco, que no perdamos oportunidad de compartir las Buenas Nuevas de Salvación a otras personas. Cuando predicamos el evangelio, compartimos Noticias de Salvación, sanidad física y liberación de toda cautividad. Todo proviene del Dios de poder, amor y gracia en el que hemos creído. No podemos perder oportunidad para evangelizar.