Los vencedores superan obstáculos con ayuda de Dios

1.- Lectura Bíblica: 2 Corintios 2:14, 15

2.- Versículos para memorizar:

“Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden…” (2 Corintios 2:14, 15. La Biblia de Las Amércias)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

De la adversidad al triunfo. Un paso sencillo. No todos lo pueden dar. Es necesario estar preparados. Tener decisión. No se necesitan condiciones muy especiales. Basta tener fe y el convencimiento que Dios nos concibió para ser vencedores. Usted podría ser uno de los miles que han cruzado la frontera, y de ser perdedores, pasaron a experimentar la victoria en todas las áreas de sus vidas, con la familia y donde quiera que se desenvuelven.

Comparto con usted un ejemplo. Es de alguien que pudo dejarse arrastrar por las circunstancias, renunciar a todo y a todos y sumirse en la desesperanza.

Le estoy hablando del Magistrado de Justicia colombiano, Luis Wilson Báez, quien quedó ciego después de una operación para corregirle una miopía. Después fue necesario intervenirlo quirúrgicamente 15 veces. Finalmente perdió la luz de los ojos. Cursaba octavo semestre de la carrera de Derecho en la Universidad. En ese momento sintió que todo alrededor se derrumbaba.

Sumido en el desasosiego, una mañana determinó sobreponerse a todo cuanto tenía en contra.

“Ese día decidí que iba aceptar mi vida y volví a estudiar. Terminé la carrera e hice cinco especializaciones. No se trató de ‘pobrecito, venga lo graduamos’, sino que yo cumplí con todos los requisitos. Entendí que si tomaba una actitud de querer morir en vida los que iban a salir afectados eran los seres que amo. Por eso no me dejé vencer y, con mucho esfuerzo, salí adelante. Al principio, para poder estudiar, compré una grabadora. Mis papás me ayudaban leyendo y grabando los textos ahí. Después accedí a un software con el que leo toda clase de documentos.” (Luis Wilson Báez, citado en la Revista Semana. Edición digital. Colombia)

Desde cuando cursaba la universidad, aún con limitaciones físicas, anhelaba ser Magistrado de Justicia en Colombia. Fue una meta que se fijó. Consideró que no habrían obstáculos para llegar a la meta, bajo el convencimiento que siempre le ha acompañado y es que “El verdadero problema son las barreras mentales.”

Este brillante profesional señala que comenzó a dar pasos firmes desde el momento en que dejó de vivir en función de volver a ver. Desde el instante en que aceptó su situación y decidió alcanzar sus metas. “Entendí que el milagro en mi vida no era recuperar la visión, sino alcanzar lo que me proponía pese a haberla perdido”, asegura.

Hoy es reconocido en varios países a donde lo invitan como conferencista. En su país lo admiran como un administrador de justicia consagrado a su trabajo.No hay límites para quienes tienen fe en Dios.

El apóstol Pablo, escribiendo a los cristianos del primer siglo en Corinto, exclamó: “Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta en todo lugar la fragancia de su conocimiento. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden…” (2 Corintios 2:14, 15. La Biblia de Las Amércias)

Somos hijos de Dios, y como tal, concebidos para triunfar. No existen ni deben existir límites para avanzar, para llegar siempre a nuevos niveles. Es por la obra de Cristo Jesús que nuestro amado Padre, como describe Pablo “nos lleva en triunfo”. Las barreras están en nuestra mente y no delante de nosotros.

En adelante, cada vez que piense que algo es difícil, recuerde que usted fue creado por el Señor para grandes cosas. ¡No se detenga!

Si aún no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Podemos asegurarle que no se arrepentirá. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo hoy. Experimentará en su vida personal, espiritual y familiar, el crecimiento que siempre anheló.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿Qué le detiene de avanzar hacia grandes metas

b.- ¿En qué momento ha creído que los obstáculos son más poderosos que la capacidad que Dios le dio para vencer?

c.- ¿De qué manera habla el texto de 2 Corintios 2:14, 15 a su vida en particular?

Decídase hoy a volar muy alto, donde los demás no llegan, prendido de la mano del Señor Jesús.