Los versículos clave y los pasajes paralelos

¿Le ha ocurrido alguna vez que leyó un periódico, lo dejó a un lado mientras tomaba la siesta pero al abrir de nuevo el diario, encontró en una noticia detalles que pasó inadvertidos en la primera lectura? Sin duda que sí, a todos nos ha ocurrido alguna vez.

El mayor problema que tenemos al leer, es que lo hacemos demasiado rápido y no prestamos atención a detalles que –en apariencia pasan inadvertidos— pero que le dan solidez a la información.

Esa misma experiencia debemos tenerla en cuenta cuando vamos a estudiar un pasaje bíblico. Es necesario hacer cuantas lecturas creamos oportunas. Le aseguro que en cada nueva pasada, encontrará aspectos interesantes.

Pero algo más: Cada bloque de versículos tiene un eje particular— es decir— un versículo clave. A su vez, un capítulo tiene un versículo clave y, si vamos a todo el libro que estemos leyendo en las Escrituras, también lo tiene. ¿Cómo lo encontramos? En primer lugar con varias lecturas de un capítulo y del libro entero. Si nos damos a la tarea, le aseguro que iremos encontrando aquellos versos que son esenciales, que tienen el centro de toda la información.

Le invito a considerar algunos ejemplos de libros específicos de la Biblia. Son versículos clave, que le invito a buscar en su ejemplar de la Palabra de Dios: Romanos 15:4; 2 Timoteo 3:16, 17; Juan 20:31; 2 Pedro 3:2; Proverbios 1:1, 4.

Estudie cuidadosamente los pasajes paralelos

Cuando estudiamos la Biblia debemos prestar especial atención a los pasajes paralelos. Como pasajes paralelos entendemos los que hacen referencia uno al otro, que tienen una relación entre sí o que, por su parte, tratan de un modo u otro del mismo asunto.

Cuando buscamos esos pasajes que se encuentran en otros libros de la Biblia, relatados quizá de manera distinta, pero que arrojan información valiosa y en muchos casos resultan complementarios.

Hay palabras— por ejemplo— que se explican cuando leemos en otros versos la forma como se aplica el término. Encontrará una explicación al asunto cuando escudriña Gálatas 6.17, 2 Corintios 4:10 y 2 Corintios 11:21. Si los estudia, descubrirá en profundidad qué significan y el panorama de conocimiento será mayor.

Otros pasajes que se explican y complementan, y en particular algunos términos, son Gálatas 3:27; Romanos 13:13, 14 y Colosenses 3:12-14.

La ruta es muy sencilla: Al leer un pasaje paralelo: Busque los textos que concuerdan, procure encontrar la aclaración de palabras que resultan obscuras a primera vista, haga anotaciones y— una vez termine la exploración— concluya qué significó esa palabra en todos los pasajes.

Hay una apreciación de Kathryn Kulman sobre el estudio cuidadoso de la Biblia y su relación con Dios, que comparto con ustedes ahora: “No hay ninguna persona en este mundo que disfrute más de predicar que yo. Lo mismo puedo decir con respecto a la lectura de la Biblia. No puedo leer las Escrituras sin recibir bendición de Dios. Sencillamente ella obra en mí algo. Pero, sobre todo, me encanta la relación con Dios el Padre celestial. Esto es lo que significa ser cristiano.” (Kathryn Kulman. “Una vislumbre de gloria”. Editorial Carisma. 2009. EE. Uu. Pg. 86)

Conforme avanzamos en el estudio hallaremos información enriquecedora para su crecimiento personal y espiritual. No renuncie a este esfuerzo. Le aseguro que terminará siendo gratificante.