Mantenga buenas relaciones familiares
1.- Lectura Bíblica: 1 Juan 4:11, 12
2.- Meditación familiar:
Cuando Laura y Camilo eran novios, eran un dechado permanente de amor. Sus allegados en la Universidad se quejaban de sus constantes arrumacos y besuqueos, sin importarles quién estuviera cerca. Ella era muy cariñosa: Le abrazaba, rodeaba su cintura y le sonreía constantemente; él le regalaba rosas, esquelas amorosas y chocolates. Eran la pareja perfecta. Pero dos años después de casados, cuando su primer hijo, convirtieron el hogar en un infierno.
Camilo descubrió que ella no era la princesa que imaginó, y Laura, por su parte, comprobó con tristeza que su marido era agresivo. Terminaron separándose pocos meses después de que estalló la crisis.
Los dos debieron admitir que nunca se mostraron tal como eran en el noviazgo y que se quitaron el antifaz una vez contrajeron nupcias.
Lo grave del asunto es que no es un caso aislado. Es un fenómeno más común de lo que imaginamos. Los jóvenes se enamoran y quieren pasar pronto a estar bajo un mismo techo, sin hacer un análisis cuidadoso de sus vidas, ni de cómo es realmente su pareja.
Ser sinceros, auténticos y mostrarnos tal como somos, es un aspecto muy importante. Es el paso para descubrir en qué familias, y con corazón dispuesto, aplicar correctivos. Sólo de esta manera, sin máscaras, podremos mostrar el amor real a nuestro cónyuge y a los hijos fruto de esa relación.
De esa manera, estaremos aplicando lo que enseñó el apóstol Juan: “Queridos amigos, ya que Dios nos amó tanto, sin duda nosotros también debemos amarnos unos a otros. Nadie jamás ha visto a Dios; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor llega a la máxima expresión en nosotros.” (1 Juan 4:11, 12. NTV)
No vivir en un mundo de mentiras y amar con autenticidad es otro de los distintivos del cristiano. Amamos porque hemos recibido el amor de Dios y estamos obligados a transmitirlo, y el primer círculo en el que estamos llamados a hacerlo, es en el hogar.
El autor y conferencista, Gary Chapman, recomienda:“Auto revelarnos permite conocer mutuamente nuestros pensamientos, deseos, frustraciones y alegrías. En una palabra, es el camino a la intimidad. ¿Cómo aprendemos a revelarnos? Usted puede comenzar aprendiendo a hablar de sí mismo con sinceridad…”Es un proceso que demanda no centrarnos en el yo sino en nuestra pareja e hijos; pensar a partir de la perspectiva de que— cuando nos casamos— somos dos y no uno (Cf. Eclesiastés 3:1, 4).
Si hay sinceridad en nuestras palabras, si hay un corazón dispuesto, sin duda desarrollaremos el proceso de cambio que necesitamos para que nuestra familia descubra y reciba el amor que necesitan, que tenemos y que debemos prodigarles.
No podría despedirme sin antes invitarle para que reciba a Jesús como Señor y Salvador. Puedo asegurarle que no se arrepentirá.
3.- Oración familia:
“Amado y Padre celestial, te damos gracias porque desde que ocupas el primer lugar en nuestro hogar, todo ha comenzado a experimentar cambios. La relación de pareja, con tu ayuda, así también con los hijos, mejora cada día. Estamos agradecidos porque tú eres el Dios de la familia. Te pedimos por tu infinito amor, ese amor ilimitado que tienes por la familia, que nos concedas la sabiduría necesaria para seguir creciendo como familia cada día. Amén”
4.- Una Meta familiar para hoy:
Haré mi mayor esfuerzo, con ayuda de Dios, para construir familias sólidas.
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Publicado en: Altar Familiar
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