No renuncie a los sueños a nivel personal y familiar
1. Lectura Bíblica: Génesis 12:1-5
2. Meditación familiar:
Hay decisiones que no son fáciles, sobre todo cuando demandan grandes cambios en nuestra vida y –por supuesto— la de nuestra familia. Tal vez tenemos grandes sueños pero ir en dirección hacia ellos, demanda que dejemos la comodidad de hoy y demos pasos hacia lo desconocido.
¿Ejemplos? Permítame ponerle uno. El caso de Abraham. Era un próspero ganadero en tierra de los caldeos. Sin duda, tenía sueños. Anhelaba algo más de la vida que la simple rutina de levantarse muy temprano para ver cabras y reses. Y sabía que ese algo más era Dios mismo, su guía, su ayudador.
El día menos pensado, Aquél en quien pensaba y descansaba, cambió sus planes:
“El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti». Entonces Abram partió como el Señor le había ordenado, y Lot fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó a su esposa Sarai, a su sobrino Lot, y todas sus posesiones — sus animales y todas las personas que había incorporado a los de su casa en Harán— y se dirigió a la tierra de Canaán.” (Génesis 12:1_5. NTV)
Por favor, tenga en cuenta que los sueños no son solamente nuestros sueños sino que involucran a nuestra familia. Esa fue la razón por la que Abraham emprendió el viaje con todos los suyos.
¿Prospera usted? También su familia. Lo que consiga, así sea el producto de mucho esfuerzo, traerá contentamiento a su vida pero también a la de su cónyuge y a sus hijos. Esa debe ser la esencia porque cuando contrajo matrimonio, se unió en una sola persona con quien ama.
Jamás deje de soñar grandes sueños, para usted y su familia. Tenga claro a dónde quiere llegar, y de los primeros pasos, dispuesto siempre a que el Señor le marque la ruta.
Nick Vujcic describe ese paso importante en su vida con las siguientes palabras:
“Tú puedes tener un sueño maravilloso; solo trata de mantener tu mente abierta lo suficiente para soportar que tal vez Dios, tenga un camino distinto para tu vida. Tal vez es distinto al que habías soñado. Existen muchas formas de alcanzar tu sueño, no te desanimes si no puedes ver el camino que te llevará a tu sueño.” (Nick Vujucic. “Una vida sin límites”. Editorial CEBGE. Colombia. 2013. Pg. 61)
¿Cuál es el mayor problema que enfrentamos los seres humanos? Que renunciamos con facilidad a nuestros sueños. Ante el primer obstáculo, salimos corriendo o, simplemente, nos damos por vencidos. Olvidamos que Dios, nuestro amado Dios, nos concibió con las potencialidades para ser triunfadores.
El afamado autor Vujucic recomienda:
“Cuando estés tentado a abandonar tus sueños, presiónate a ti mismo para continuar por lo menos un día más, una semana más, un mes más, un año más. Te sorprenderás al ver lo que sucede cuando te niegas a darte por vencido.” (Nick Vujucic. “Una vida sin límites”. Editorial CEBGE. Colombia. 2013. Pg. 61)
Hoy es el día de recobrar esos sueños que guardó en el baúl del olvido, y re emprender el camino de la mano de Dios, como lo hizo Abraham. Puedo asegurarle que llegará a la meta, porque Él quiere lo mejor para nosotros y los nuestros: nuestro cónyuge y los hijos, esa bendición que nos regaló.
Si no ha dado el más grande paso que es recibir a Jesucristo como Señor y Salvador, lo invito para que lo haga ahora mismo. Es el principio para experimentar una vida de victoria, de crecimiento personal y espiritual. Ábrale hoy las puestas de su corazón a Jesús, no se arrepentirá.
3. Oración familiar:
“Amado Dios y Padre celestial, te doy gracias por este nuevo día que nos permites compartir en familia. Gracias porque siempre nos llevas de victoria en victoria y de triunfo en triunfo. Someto mi hogar en tus manos y te pido que me permitas superar cualquier situación de derrota del ayer que me haya llevado a pensar en el fracaso hoy y que se convierta en una barrera para avanzar hacia grandes metas. En tus manos quedamos en el día de hoy. Amén”
Una Meta familiar para hoy:
No renunciaré jamás a los sueños que tengo para mi vida y para mi familia, porque tengo un Dios de poder que me lleva siempre hasta la meta de la victoria
Publicado en: Altar Familiar
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