Nueve principios para afianzar la relación matrimonial

1.- Base Bíblica: Mateo 7:24, 25.

2.- Meditación familiar:

El matrimonio es para toda la vida. No es un simple enunciado sino una realidad. Y en esas pocas palabras se traza el sendero que debemos andar por años. Así lo dejó claro el  Señor Jesucristo cuando despejó el interrogante de uno entre la multitud:

“Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”(Mateo 19:4-6| RV60)

Permanencia juntos. Una pauta que debemos retomar en tiempos tan difíciles como los nuestros, en los que el divorcio es la primera alternativa a la que acuden infinidad de personas cuando surgen problemas en el hogar. En la Biblia aprendemos por lo menos nueve principios para afianzar la relación conyugal y familiar:

• Permitir que Dios ocupe el primer lugar en la familia (Salmos 127:1, 2)
• Rendir nuestros hijos en manos del Señor (Salmos 127:3-5)
• Prodigar un trato especial a la esposa (1 Pedro 3:7)
• Restaurar el amor y el respeto en la relación conyugal (Efesios 5:24-27)
• Aprender a manejar nuestras emociones (Efesios 4:26, 27, 31, 32; 1 Pedro 3:8, 9)
• Establecer puentes de diálogo (Santiago 1:19)
• Prodigar un perdón sincero (Colosenses 3: 13, 149
• Procurar el bienestar del cónyuge (Filipenses 2: 3, 4; 1 Corintios 13:4-8)
• Fijarse metas a nivel conyugal y familiar (Proverbios 21:5)

La ruta para edificar una familia sólida, es sencilla. La encontramos en la Biblia.  El primer paso que debemos dar, es permitir que Dios ocupe un lugar privilegiado en la familia. Él nos guiará por el camino apropiado y nos ayudará a resolver conflictos.

La decisión de imprimir cambios, está en nuestras manos. El Señor nos ayudará, pero debemos decidirnos. Basta ya de conflictos que no hacen otra cosa que causar heridas emocionales y mucho dolor.

Jesucristo es el único camino infalible en su vida personal y familiar. Y si aún no lo ha recibido como su Señor y Salvador, le animamos para que le abra hoy las puertas de su corazón.

3.- Oración familiar:

“Amado Dios y Padre celestial, gracias por las horas que me regalarás hoy de vida para revisar cómo anda mi situación familiar, y porque gracias a tu misericordia, me ayudarás a resolver los conflictos que haya, y a aplicar los cambios que sean necesarios. Sólo en ti confío, porque siempre me muestras la salida al laberinto, y en tu Palabras, siempre me ofreces un consejo oportuno. Amén.”

4.- Una meta familiar para hoy:

Revisaré con ayuda de Dios, cómo anda mi relación familiar y, buscando Su rostro en oración, pediré la sabiduría necesaria para aplicar cambios.