Ocho principios bíblicos para salvar su matrimonio

Base Bíblica : Jeremías 6:16; Proverbios 20:3; Mateo 5:21-24.

Introducción :

Si hay un esfuerzo que debemos hacer, tomados de la mano de Dios, debe orientarse a salvar nuestro hogar. No en nuestras propias fuerzas sino involucrando al Señor. Si damos el primer paso, reconociendo que hemos fallado, Él traerá a nuestras vidas la orientación y sabiduría encaminada a restaurar la relación conyugal y familiar. Aun cuando parezca que la situación es muy grave, Dios abre las puertas para que podamos hacerlo. Salvar el matrimonio no es una opción sino una prioridad.

I.- CINCO ERRORES COMUNES EN LA RELACIÓN CONYUGAL

1.- El individualismo. Pensar sólo en nuestros intereses, y no en la pareja o en los hijos.

2.- No asumir los roles de cada uno: el de esposo o de esposa.

3.- Pensar que el divorcio resuelve los problemas.

4.- Tener una mala comunicación

5.- No expresar el amor con palabras y acciones a nuestro cónyuge e hijos

II.- SIETE SEÑALES DE UNA CRISIS EN LA RELACIÓN CONYUGAL

1.- La falta de diálogo con el cónyuge o los hijos

2.- Distanciamiento físico y emocional con el cónyuge

3.- Reñir por trivialidades

4.- Dimensionar los problemas. Convertirlos en gigantes.

5.- Dejarle de hablar al cónyuge o a los hijos

6.- Llegar al nivel de agresiones físicas o verbales

7.- Pensar una y otra vez en el divorcio como salida a la crisis

III.- OCHO PASOS PARA SALVAR EL MATRIMONIO

1.- Haga un alto en el camino, evalúe cómo anda su matrimonio, involucre a Dios y dispóngase a aplicar cambios (Jeremías 6:16)

2.- Reconozca que las discusiones no resuelven los conflictos conyugales (Proverbios 20:3)

3.- Derribe las barreras del rencor y el resentimiento hacia su cónyuge e hijos (Mateo 5:21-24)

4.- Restaure el valor y la dignidad que debe tener su matrimonio (Hebreos 13:4-6)

5.- Pida perdón a Dios y a su familia (Salmos 32:3-5)

6.- Perdone no una sino las veces que sea necesario a su cónyuge e hijos (Colosenses 3.139

7.- Admita delante de su cónyuge e hijos que ha fallado (Santiago 5:16)

8.- Deseche toda idea de divorcio, y mantenga la fidelidad al cónyuge (Malaquías 2:14-16)

Conclusión :

Cuando vamos a las Escrituras, encontramos que Dios no solo creó a la familia, ama a la familia sino que, además, nos concede las pautas necesarias para salvar a la familia. Si aplicamos sencillos principios tomados de la Biblia, que resultan muy eficaces, se podrá restaurar el matrimonio y emprender una nueva vida, de realización. Con ayuda del Señor no todo está perdido. Él nos ofrece la guía necesaria para cumplir ese proceso: que la vida matrimonial retome el curso que desde siempre debió tener, prendidos de la mano de Dios.