Pautas bíblicas para ser libres de la falta de perdón

Base Bíblica : Proverbios 18:1; Hebreos 12:15; Mateo 5:44

Introducción:

En un mundo donde prevalecen las actitudes arrogantes y orgullosas, que parten de corazones dañados que a su vez, contaminan a otras personas con el rencor y el resentimiento, uno de los más grandes retos que tenemos los cristianos es el de perdonar. No es fácil cuando lo intentamos en nuestras fuerzas; sin embargo, cuando pedimos a Dios su fortaleza, Él nos da la capacidad para perdonar. Si liberamos nuestro corazón del odio, con ayuda del Señor, entonces podremos experimentar una vida plena, de realización.

I.- La falta de perdón destruye nuestra vida personal, espiritual y familiar

1.- La falta de perdón llena nuestra vida de amargura y contamina a quienes nos rodean (Hebreos 12:15)

2.- La falta de perdón afecta nuestra vida espiritual (Efesios 4:30)

3.- La falta de perdón nos roba el sentido y propósito para vivir (Jonás 4:1-11)

4.- La falta de perdón es avivada en el mundo por nuestro enemigo, satanás (Efesios 2:2, 3)

5.- La falta de perdón tiene consecuencias negativas que persisten en el tiempo

a.- Nos roba la paz interior (Proverbios 18:1)

b.- Nos impide ver los hechos buenos y positivos en los demás

c.- Nos impide vivir días buenos (Efesios 4:26)

d.- Nos lleva a criticar todo lo que piensan y hacen quienes nos rodean

e.- Nos despierta celos y envidas en el corazón

f.- Nos lleva a obrar equivocadamente y a amar sólo a quienes creemos que nos aman (Mateo 5:46)

II.- El Señor Jesús nos enseñó que perdonar es un distintivo del cristiano

1.- El Señor Jesús nos enseñó de una manera práctica, a morir a nuestro orgullo (Cf. Juan 12:24)

2.- El Señor Jesús nos enseñó que si deseamos el perdón de Dios, nosotros mismos debemos perdonar (Lucas 11:4)

3.- El Señor Jesús nos enseñó que al orar, podemos pedir confiadamente el perdón de Dios si hemos desarrollado una actitud perdonadora (Mateo 6:12)

4.- El Señor Jesús nos enseñó a disponer el corazón para amar y orar por quienes consideramos nuestros enemigos (Mateo 5:44)

5.- El Señor Jesús nos enseñó que estamos llamados a perdonar a quienes nos hacen daño (Mateo 6:14, 15)

III.- El Señor Jesús nos lleva a experimentar sanidad interior para perdonar

1.- El Señor Jesús nos enseñó que tenemos la llave para perdonar (Juan 20:21-23; Cf. Mateo 16:19)

2.- El Señor Jesús nos enseñó que al perdonar, experimentamos una buena relación con Dios (Marcos 11:25)

3.- Las Escrituras reafirman las enseñanzas del Señor Jesús en torno al amor que perdona (1 Corintios 13:1-5)

4.- Quien no perdona, no conoce el amor de Dios, no ha sido sanado en su corazón y, podríamos pensar, no es un cristiano pleno (1 Juan 2.6)

5.- El Señor Jesús nos libera de la falta de perdón para que podamos servir y amar (Gálatas 5.13)

6.- Jamás podemos perder de vista que el amor es uno de los más grandes distintivos de nuestra vida cristiana (Gálatas 5:14, 15)

Conclusión:

Perdonar nos libera. Nos lleva a experimentar un nuevo nivel de vida. A menos que dispongamos nuestro corazón para perdonar, no podremos encontrar el sentido y propósito para cada nuevo instante que nos regala el Señor. La falta de perdón nos lleva a pensar equivocadamente que todos están en nuestra contra. Por el contrario, cuando disponemos el corazón, miramos a quienes nos rodean con los ojos de la misericordia y el perdón. Es una forma eficaz de permitir que Dios sane nuestro corazón y nos lleve a experimentar una vida plena. Hoy es el día para recibir sanidad interior del Señor Jesús para desarrollar un corazón perdonador.