Pautas prácticas para edificar una familia sólida

1.- Lectura Bíblica: Efesios 5:31, 32; Salmos 127:1-5

2.- Meditación familiar:

La relación matrimonial no tiene que convertirse en una pesada carga. Lo digo porque en la Internet se socializaron caricaturas donde aparecen, en una— un hombre sonriente junto a un rótulo: “hombre soltero” — , y en la otra— un hombre gordo, sin cabello, con cara de amargura, junto al rótulo: “hombre casado” —.

Puede sonar gracioso, pero lejos de serlo. ¿La razón? La relación de pareja debe ser motivo de gozo, porque de hecho las Escrituras señalan que el matrimonio, los hijos y en general la familia, son una bendición del Señor (Salmos 127:1-5)

Ahora, contraer matrimonio compromete el esfuerzo de los dos componentes de la pareja para guardar fidelidad, desarrollar amor, tolerancia, comprensión, abrir espacios de diálogo y quitar del corazón toda carga de odio u resentimiento (Cantar de los Cantares 2:15)

Estamos llamados, además, a poner de presente la fidelidad conyugal. No es asunto de renunciar a la relación y abrir nuevos espacios sentimentales. Es asunto de cambiar de mentalidad y afirmarnos en una decisión: Ser fieles. El rey Salomòn escribió: “Que tu esposa sea una fuente de bendición para ti. Alégrate con la esposa de tu juventud. Es una cierva amorosa, una gacela llena de gracia. Que sus pechos te satisfagan siempre. Que siempre seas cautivado por su amor.” (Proverbios 5:18, 19. NTV). Es un asunto que involucra a los cónyuges.

Cuando decimos sí ante el ministro que está oficiando la ceremonia, nos estamos comprometiendo para siempre a menos que medie en el proceso un desliz, adulterio u otro comportamiento que resulte lesivo— tanto física como moralmente— para la pareja.

Recuerde que cada día construimos la relación de pareja que está llamada por el Señor a ser exitosa en la medida que le concedamos ese espacio. Si se lo permitimos, Él nos ayuda. Si la oración forma parte de nuestras prioridades, encontraremos edificación permanente y salida a los conflictos.

Si no ha recibido a Jesùs en su corazón, le invitamos a hacerlo. Es sencillo. Ábrale las puertas de su corazón. Su vida experimentará cambios, en todas las áreas. Tomados de la mano del Señor Jesús vamos siempre a un nuevo nivel.

3.- Oración familiar:

“Amado Dios y Señor, gracias por este nuevo día que me regalas. Prendidos de tu mano llegamos siempre a nuevos niveles como familia. Sometemos este día. Te pedimos que nos concedas amor unos por otros en este hogar. Danos la sabiduría para reconocer en qué hemos fallado, y la humildad suficiente para aplicar correctivos. Sometemos nuestras vidas en tus manos. Amén”

4.- Una Meta familiar para hoy:

Con ayuda de Dios procuraré dialogar y encontrar salidas a los conflictos a nivel familiar.