Permita que Dios haga algo especial en su vida familiar

1. Lectura Bíblica: Juan 5:15-19

2. Meditación familiar:

Llegar a casa se le convirtió en un martirio. Estaba seguro que se encontraría con su esposa, furiosa, porque no había llamado al mediodía para anunciarle que tomaría el almuerzo cerca de la oficina. “Usted no sabe cómo es ella; la furia la domina y le queda todo en blanco, y sólo actúa movida por la ira.”, se lamentaba Julio delante del Consejero Matrimonial que le atendió.

Y es que María se quejaba de su marido por todo y a toda hora. Y solo verle, avivaba su molestia. “Es un bueno para nada, dominado por los temores”, se defendió.

La consejería hizo su parte, que los dos reconocen que fue sometiendo su matrimonio a Dios como todo cambió. “Comencé a orar por mi esposa, que Dios la transformara”, admite Julio. “Por mi parte le pedí a Dios me mostrara en qué estaba fallando”, reconoce María.

Fue el comienzo de un clima de entendimiento en el que, por supuesto, no faltaron las discusiones mientras se hacían los ajustes, pero finalmente se aplicaron modificaciones en la forma de pensar y de actuar de los dos.

El Dios en el que usted y yo hemos creído, es un Dios de milagros que puede transformar las condiciones adversas que hay en su matrimonio hoy. Para Él no hay nada imposible; simplemente, si lo dejamos obrar, actúa poderosamente.

En alguna ocasión el Señor Jesús sanó a un hombre con dificultades físicas. Le recomendó que guardara silencio al respecto, pero “El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.” (Juan 5:15-19)

El reconocido conferencista y autor, Charles Stanley, llama la atención sobre el asunto:

“A lo largo de la Biblia vemos a Dios trabajando en la vida de las personas. A veces, actúa de manera dramática, como cuando abrió el Mar Rojo para que los israelitas escaparan del ejército egipcio. En otras ocasiones, puede parecer que no está haciendo nada... El Espíritu Santo nos ayuda a reconocer la presencia y el trabajo de Dios. Lo hace mediante el cultivo de nuestra capacidad de discernir cuándo y dónde está el Señor obrando.” (Charles Stanley. Articulo: “Dios actúa”)

Usted y yo no sabemos cómo obra Dios, pero simplemente tenemos la certeza de que Él actúa. Lo hace sanando nuestro cuerpo físico, nuestro mundo interior, y transformando nuestro corazón. Él hace lo que es imposible para los seres humanos.

Y hablando de Dios, ¿ya recibió a Jesucristo como su único y suficiente Salvador? Hoy es el día para que lo haga. Le aseguro que no se arrepentirá porque prendidos de la mano del Señor Jesús emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual. Ábrale hoy las puertas de su corazón a Jesucristo.

3. Oración familiar:

“Amado Dios y Padre celestial, gracias por este día que nos regalas. Reconocemos y agradecemos tu provisión, y además, que nos permites experimentar crecimiento a nivel familiar. Ayúdanos a experimentar el cambio, porque sólo con tu ayuda podemos cambiar, en lo personal pero también en nuestra esfera familiar. En tus manos quedamos. Amén”

4. Una Meta familiar para hoy:

Hoy es el día para emprender el proceso de cambio con ayuda de Dios a nivel personal y familiar