¿Qué hacer si me veo tentado como toda persona joven?
“Cuando uno está joven se ve tentado. Tengo amigos por todas partes que al salir de la Universidad me invitan a beber, salir con chicas y hasta consumir drogas. Soy cristiano, asisto a la Iglesia y por momentos me siento marginado de todos. Confieso que por momentos me veo tentado a ir tras ellos.”
L.A.M., desde Asunción, Paraguay
Respuesta:
Sin duda usted enfrenta uno de los mayores retos de los jóvenes en nuestro tiempo: Hacer lo correcto por encima de las circunstancias que les rodean. Hay que tomar decisiones firmes, no ser fluctuantes porque es en ese momento en el que pueden ganar las tentaciones y arrastrarnos a una caída espiritual que tiene incidencia en nuestra vida física. Vencer es posible, pero debemos ante todo, fortalecernos en Dios para salir vencedores.
Es comprensible: Los jóvenes deben tomar decisiones ante las tentaciones del entorno, pero esas decisiones deben ser radicales. Jamás puedes olvidar que las decisiones equivocadas de hoy empañan tu futuro.
¿Y qué de los consejos que alimentan las tentaciones, como ceder al sexo, la droga, el alcohol y las rumbas desenfrenadas? Sencillamente desecha esas voces. Te llevarán a la destrucción.
Obedecer a Dios o al mundo
El mundo que nos rodea está minado de tentaciones. La moral, la honestidad y la integridad son tres de los aspectos más vulnerables ante la corriente de tentación que encontramos a cada paso. Y más, los jóvenes.
¿Qué hacer? La única salida es afirmarnos en Dios como enseñan dos autores que han volcado sus esfuerzos en atender las inquietudes de los jóvenes: “No hay otra clave para el éxito diferente a obedecer, a llevar a la vida diaria lo que Dios nos enseña en Su Palabra. Y sí, de repente hay momentos en los cuales lo que sentimos nos halará en sentido contrario, pero es ahí donde encaja perfectamente el mandato: “Solo te pido que tengas mucho valor y firmeza.” Esa será la oportunidad de convertirte en un auténtico “atrevido”, arriesgándote a hacer lo que no muchos jóvenes se animan a hacer: Darle la espalda a lo que sientes y caminar en la dirección que Dios te señala. No te digo que será fácil pero te aseguro que será excelente.” (Silvano y Patricia Espíndola. “Stop – Sólo para atrevidos”. Editorial Vida. 2007. EE.UU. Pg. 25)
¿Qué reclama nuestro mundo hoy? Jóvenes que marquen la diferencia: Que amen a Dios, que no se dejen arrastrar por la mundanalidad, que quieran salir adelante con sus sueños y metas, que sean distintos en su forma de pensar y de actuar.
Es cierto, a los jóvenes se les dificulta en ocasiones controlar los sentimientos y las emociones que apuntan a tornarse descontroladas. ¿Qué hacer? Necesitamos a Dios.
Si nos apartamos de Él estamos llamados a enfrentar dolores de cabeza.
Algunos consejos que compartimos con ustedes los jóvenes, son los siguientes:
1.- Cuiden sus corazones (Proverbios 4:23). No olviden que todo cuanto anidamos en nuestro corazón, nos llevará a actuar.
2.- Si obramos equivocadamente, las consecuencias serán una cadena de errores que nos hundirán más y más (Proverbios 19:3)
3.- Cuídense de la chica o chico que escogen para un noviazgo. Puede que comience como algo trivial pero puede convertirse en algo serio. Manténganse alerta y pidan orientación a Dios.
4.- Aprendan a moverse en la voluntad de Dios (Josué 1:7, 8). Sólo cuando caminamos en Su voluntad, tenemos asegurada la victoria. Damos pasos seguros.
¿Cómo vencer las tentaciones juveniles?
Cuando los jóvenes toman la decisión de poner freno a la mundanalidad, es necesario que resistan y la mejor forma de hacerlo es en oración. Prendidos de la mano del Señor Jesús tenemos asegurada la victoria.
Los autores Silvano y Patricia Espíndola nos recomiendan: “Dale el lugar a Dios en tu vida, ese lugar que le corresponde aún en las pequeñas decisiones. No orar resta, en cambio, orar suma. Así que ora cuando tengas ganas o no.; ora cuando estés bien o cuando estés mal. Si fallaste, ora; igual si te caíste: Levántate y ora. No importa si oras mucho o poco, si sabes qué decir o no, si utilizas las palabras apropiadas o no… Simplemente ora.” (Silvano y Patricia Espíndola. “Stop – Sólo para atrevidos”. Editorial Vida. 2007. EE.UU. Pg. 25)
Vencer las tentaciones propias de la juventud es posible. El secreto está en caminar de la mano de Jesús el Señor. Le aseguro que si se mueve en esa dirección, siempre podrá salir airoso aun cuando las tentaciones sean muy fuertes.
Publicado en: Consejería Familiar
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