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Que la ira no enferme su vida física y espiritual

Que la ira no enferme su vida física y espiritual

1.- Lectura Bíblica: Efesios 4:25-27

2.- Versículo para memorizar:

“Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo.” (Efesios 4:26, 27. NTV)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

Está comprobado científicamente que los ataques de ira –a pesar de tratarse de una reacción inconsciente del organismo — le hacen daño al cuerpo. El corazón, es uno de los órganos que más sufre. Las reacciones descontroladas, producto de nuestras emociones desenfrenadas, traen enormes perjuicios en las dimensiones física y emocional.

Estos ataques repentinos de ira no deben confundirse con el mal genio.
“Los primeros –afirma el psiquiatra Rodrigo Córdoba– son situaciones explosivas que no pasan por la conciencia, avasallan todos los sentimientos y no tienen ninguna forma de freno. El mal genio en cambio es una forma de funcionamiento que tienen las personas que, en ocasiones, es inapropiado, se caracteriza por la irascibilidad y puede hacer parte de su personalidad” (Diario El Tiempo. 12/07/2014. Colombia. Edición digital).
Probablemente usted enfrenta situaciones en las que, producto de sus reacciones, ha terminado haciendo daño a otras personas, sin mencionar que usted mismo en su organismo sufre las consecuencias. Jorge Forero Vargas, presidente del Instituto para el Desarrollo de la Salud Emocional, explica que hay personas que han acostumbrado a su cerebro a responder de forma rápida a diferentes estímulos.
“Cuando se ven sometidas a una situación particular en la que las cosas no salen como quieren tienen ataques de rabia que terminan causándoles mucho daño físico y emocional, y afectar a las personas de su entorno” (Diario El Tiempo. 12/07/2014. Colombia. Edición digital).
Cuando sometemos a Dios nuestras emociones, comenzamos a tener control de nuestras reacciones y la calidad de vida, personal y espiritual, comienza a cambiar. Las Escrituras nos han enseñado la necesidad de someterle al Supremo Hacedor, nuestra forma de pensar y actuar. Hoy es el día para tomar la decisión.

Según un estudio científico que difundió la Agencia EFE “La ira, el estrés y los estados depresivos en exceso aumentan la posibilidad de tener un ataque cerebral. El estudio halló que quienes registraron comportamientos permanentes signados por la ira, la depresión o el estrés, son más propensos a accidentes cerebrales y otras enfermedades.” (Agencia EFE. 11/07/2014. Edición digital).

El análisis se realizó entre 6.700 adultos con edades entre los 45 y 84 años, de acuerdo con la investigadora, Susan Everson.

El organismo, maravillosa creación de Dios, nos envía mensajes. Nos advierte sobre los peligros que corremos cuando no hay control para nuestras emociones. Hasta tanto sometamos nuestro ser— voluntad, emociones y sentimientos— en manos de nuestro Supremo Hacedor, sin duda seguiremos experimentando tremendos problemas en lo personal y en las relaciones con otras personas.

La ira no debe gobernarnos, como tampoco otras emociones negativas. Al respecto el apóstol Pablo escribió: “Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo.” (Efesios 4:26, 27. NTV)

Gobernarnos a nosotros mismos, a nuestra manera, sin medir las consecuencias, nos trae problemas físicos, en las relaciones y en nuestra vida espiritual. Es tiempo de permitirle a Dios que tome el control de toda nuestra vida. Él sabe guiarnos por el camino apropiado.

Si no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que no se arrepentirá. Es el paso para comenzar una nueva vida personal, espiritual y familiar. Ábrale hoy su corazón a Cristo.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿La ira, la depresión y el estrés controlan su vida?

b.- ¿Ha identificado qué le lleva a experimentar esta situación?

c.- ¿Ha pedido a Dios que tome control de sus emociones?

d.- ¿Qué aprendemos al leer Efesios 4:25-27?

e.- ¿Qué podemos aplicar  a nuestra vida a partir de este pasaje Escritural?

Publicado en: Devocionales Diarios


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