Que las redes sociales no afecten su vida familiar

“Aparte de que mi esposa pasa mucho tiempo chateando por el teléfono, publicó el domingo último una foto en la que aparecemos junto al pastel, celebrando el cumpleaños de nuestro hijo menor. Alguien público que éramos tan tacaños, que ni siquiera invertíamos en un buen pastel. Me molestó. Discutí con mi esposa pero ella insistió que yo le daba trascendencia a trivialidades. Y, sinceramente, no creo que haya sido así.”

R.B.M. desde ciudad David, en Panamá.

Respuesta:

Como resulta evidente que la tecnología y, en especial, las redes sociales constituyen un factor generador de conflictos entre los miembros del grupo familiar, es importante revisar qué publicamos y de qué nos abstenemos.

“Mi esposo publica comentarios sobre otras personas, especialmente sobre mujeres, que me molestan y son motivo de discusión”, nos escribió desde Coahuila, México, una esposa disgustada.

No es la única. Infinidad de personas se molestan por lo que divulgan sus familiares.

La situación ha llegado al extremo de romper la intimidad de la vida familiar. Hoy día se sabe qué consumieron en la celebración de un cumpleaños, por la profusidad de imágenes que se divulgan. Antes el asunto quedaba circunscrito a la reserva de quienes asistían al festejo.

Lo que debemos evitar

La primera gran recomendación es evitar pasar tanto tiempo en la Internet, particularmente dominados por el chateo y el uso irracional de las redes sociales.

También le sugerimos tener en cuenta las 10 recomendaciones que compartimos con usted:

1.- No publique comentarios agresivos. No dañe a los demás con sus palabras.

2.- No responda a los agravios. Es la peor decisión. Podemos iniciar debates innecesarios pero al mismo tiempo, dañinos.

3.- No evidencie sentimientos. La envidia si alguien está feliz en un post subido a las redes, o la molestia. Infinidad de emociones se ventilan, lo cual es perjudicial.

4.- No etiquete fotografías sin autorización de quienes aparecen en la imagen.

5.- Absténgase de agregar a grupos o cadenas de las redes sociales a quien no lo autorizó. General conflictos.

6.- Mida las consecuencias de todo cuanto publica en las redes sociales. Sea cuidadoso en cada palabra que utiliza.

7.- No haga comentarios desagradables. Puede ganarse la animadversión de las personas. De paso, muchos de sus seguidores se retirarán.

8.- No pretenda que todos piensen como usted. Estar a favor o en contra de una causa no debe ser motivo para que lo ventilemos en las redes.

9.- Absténgase de reproducir vídeos grotescos. Mensajes con contenidos de sexo, muerte, dolor, no edifican y por el contrario, pueden herir la sensibilidad de sus lectores.

10.- No ventile problemas familiares. Daña a sus seres queridos. Las dificultades a nivel conyugal, con los hijos y en general con la familia, deben manejarse en círculos cerrados.

Tome nota de estas recomendaciones, le resultarán muy útiles.

Tenga prudencia

Cuando vamos a las Escrituras, encontramos un poderoso consejo que no pasa de moda. La Palabra enseña:

“En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, más el que refrena sus labios es prudente. La lengua del justo es plata escogida, pero el corazón de los impíos es poca cosa.” (Proverbios 10:19, 20 | La Biblia de Las Américas)

Esa prudencia que nos evita problemas y permite contribuir a dar solidez a nuestra relación familiar y al trato con otras personas, aplica también a la utilización que hacemos de las redes sociales.

Pero también debemos ser prudentes al reaccionar. No dejarnos arrastrar por la rabia si hacen algún comentario sobre nosotros o, si se trata de una publicación que nos causa incomodidad

Recordemos al apóstol Santiago cuando escribió:

“Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” (Santiago 1:19 20 | LBdlA)

Como hombres y mujeres movidos por principios y valores, debemos evidenciar esa fundamentación sana en lo que pensamos y hacemos, y por supuesto, en lo que divulgamos a través de la Internet. Nos ayudará mucho hacerlo.

Si aún no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, es hora de tomar la decisión. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo. Él traerá cambio y crecimiento en su vida personal, espiritual y familiar.