Quitarse la vida, ¿qué resuelve? Nada
Un estudio publicado en el British Medical Journal concluye que la recesión podría ser la causa de unos 1.000 suicidios en Gran Bretaña ocurridos entre 2008 y 2010. Antes de la crisis financiera, la tendencia de la tasa de suicidio en Gran Bretaña era a la baja y alcanzó su nivel más bajo en 20 años en 2007, en el que se quitaron la vida 4.006 personas, escribe el equipo de investigadores. El número de suicidios subió hasta 4.292 en 2008 y 4.388 en 2009, coincidiendo con un aumento del desempleo, y volvió a retroceder en 2010 hasta 4.206, en paralelo con un descenso del número de desempleados.
En otro estudio publicado en la revista científica estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences, unos investigadores australianos concluyen a un aumento del 15% en el riesgo relativo de suicidios en los hombres de las zonas rurales de entre 30 y 49 años en periodo de sequía., ya que veían amenazadas sus finanzas. En el Estado de Nueva Gales del Sur entre 1970 y 2007, el equipo de la Australian National University de Canberra y de otras instituciones de investigación encontraron “indicios claros” para la hipótesis de que la sequía aumenta el número los suicidios entre trabajadores agrícolas (Informes citados por la Agencia AFP, en el 2014).
En el 2014 las autoridades de Francia informaron sobre un incremento de los suicidios como consecuencia de la crisis económica del país. El 8 de agosto de 2012 un desempleado francés de 51 años, privado de subsidios cuatro meses antes y al que se le reclamaban por cuarta vez documentos que jusitificaran su situación, se quitó la vida en las oficinas de la Caja de Subsidios Familiares en Mantes-la-Jolie prendiéndose fuego durante una reunión con un funcionario del organismo.
Una decisión fatal que no resuelve nada
Gabriela recién había cumplido los 22 años. Era una niña agraciada, dueña de una sonrisa que transmitía entusiasmo. “Buena hija”, recordaría su madre. “No había razón para que se quitara la vida”, lamentó una amiga. Ella saltó del anonimato a ser conocida mundialmente. ¿La razón? Anunció su muerte en su cuenta de Facebook. Horas más tarde su hermano la encontró sin vida su vivienda, en el municipio de Yecuatla, estado de Veracruz, al sureste de México.
Horas antes escribió: “Adiós a todos. No tengo nada. Julio te amo. Nunca olvides que me voy con una sonrisa de lo feliz que me hiciste. A mi familia, perdón por lo que hice.” Al parecer tomó la fatal decisión como consecuencia de una ruptura amorosa.
Con frecuencia olvidamos que los tiempos malos no darán una fe sólida si la hemos afianzado en nuestra vida, dependiendo de Dios. ¿La razón? Generalmente después de los grandes problemas, vienen las grandes bendiciones.
Aunque no veamos el panorama claro en los tiempos de ansiedad y desespero, las tormentas pasarán. No estamos solos, Dios está del lado de nosotros, y no podemos dar por vencidos como anota el autor y conferencista, Joel Osteen:
“Es posible que hayas pasado por épocas difíciles… Todos hemos sido puestos a prueba… El plan de Dios está operando en tu vida. Él camina contigo. Es posible que en este momento aún no hayas encontrado la manera de salir de tu situación aquella en la que estás, pero Dios la conoce y desea ayudarte. Es posible que sientas que tienes todo lo que se requiere para poder seguir con más fortaleza, pero el Señor lo sabe. Con Dios en tu corazón podrás perseverar y prevalecer. No olvides que en medio de la adversidad sacamos lo mejor de nosotros, desarrollamos nuestras potencialidades.” (Joel Osteen. “Este es tu momento”. Free Press Editorial. 2009. EE. UU. Pg. 12)
¿Qué desencadena la epidemia de suicidios?
¿A qué se debe esta epidemia de suicidios en los últimos veinte años? A múltiples factores, principalmente problemas económicos y dificultades familiares. Las personas llegan a la conclusión que la única salida es cegar su vida. Es más, especialistas coinciden en asegurar que todo ser humano ha pensado por lo menos 50 veces a lo largo de toda su vida, en suicidarse como alternativa frente a sus problemas.
¿Qué logramos al quitarnos la vida? Literalmente nada. Por el contrario, la situación se agrava. El apóstol Pablo recomienda que, en situaciones muy complejas, debemos volvernos a Dios en oración. No importa cuál sea la situación. El Señor traerá respuesta a nuestros interrogantes y alivio a la desesperación:
“Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:5-7. La Biblia de Las Américas)
Todos vivimos dificultades, pero debemos sobreponernos con ayuda de Dios. Él nos hace vencedores, no permite que caigamos en la desolación si le buscamos oportunamente.
El autor y conferencista, Joel Osteen, escribe: “…esfuérzate… y prepárate, porque este es tu momento para recibir de Dios la bondad, el favor y la restauración. Es el momento de caminar en la plenitud de su bendición. No todo está perdido.” (Joel Osteen. “Este es tu momento”. Free Press Editorial. 2009. EE. UU. Pg. 12)
Si Dios toma control de nuestros asuntos y de nuestra vida, todo será diferente. Él es nuestro capitán que nos guía a puerto seguro. Nos permite encontrar soluciones cuando creemos que llegamos al final del laberinto.
Si no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador hoy es el día para que lo haga. Puedo asegurarle que no se arrepentirá.
Publicado en: Estudios Bíblicos
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