Recobre la felicidad en su vida con ayuda de Dios
1.- Lectura Bíblica: Mateo 11: 28-30
2.- Versículo para memorizar:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4: 8 | RV 60)
3.- Reflexión en la Palabra de Dios:
Hasta hace algún tiempo Colombia era considerado un país con altos índices de felicidad, incluso por encima de otras naciones latinoamericanas con mejores ingresos y calidad de vida.
Sin embargo, el panorama ha cambiado. Recientes estudios que avala la academia, ponen de presente que han aumentado los niveles de depresión, ansiedad y preocupaciones.
Encuestas realizadas entre personas de diversas edades, estrato social, horizonte cultural y formación académica, señalan que los índices de satisfacción con la vida han disminuido considerablemente, al tiempo que aumenta la inquietud respecto a lo que pasará mañana.
Sin duda, puede ser la radiografía de lo que ocurre en otros tantos países.
El Señor Jesús enseñó que no está bien acumular altos volúmenes de estrés. Su consejo sobre qué hacer está contenido en el texto de Mateo 11: 28-30:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”
Para manejar las emociones descontroladas que nos roban la paz interior, los especialistas recomiendan cocinar, plasmar por escrito lo que sentimos, caminar, reducir el consumo de noticias catastróficas y desconectarnos, al menos dos horas, del teléfono celular.
En criterio de facultativos en salud mental, aplicar estos cambios, reducirá los niveles de ansiedad cotidiana.
No olvide que, al no saber manejar las emociones, enfrentaremos una fuerte incidencia en nuestra salud mental y física. De ahí que se desprenden muchas enfermedades sin aparente explicación.
Una recomendación valiosa es conectarnos emocionalmente con los seres que amamos mediante un abrazo, una palabra alentadora o una sonrisa, por ejemplo.
Otro factor de suma importancia es controlar los pensamientos que anidamos en el corazón como instruyó hace siglos el apóstol Pablo al escribir a los creyentes de Filipos:
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4: 8 | RV 60)
Permítame recordarle algunos aspectos de la vida del neurólogo vienes, Viktor Frankl, autor del libro “El hombre en busca de sentido”.
Viktor pasó mucho tiempo en un campo de concentración nazi. En medio de circunstancias extremas, desarrolló cuatro principios que no pierden vigencia hoy: Una profunda fe en Dios, amor, esperanza, y aprender a controlar sus pensamientos para no dejarse atormentar ni sucumbir a la frustración y la derrota.
Dios nos concibió para experimentar una vida plena, de realización en todas las áreas. Nada ni nadie pueden robarnos la felicidad, ni tampoco deberíamos permitir que así ocurra.
Cuando la angustia y la zozobra toquen a nuestro corazón, volvamos nuestra mirada a Jesucristo. En Él encontramos libertad, salvación y vida eterna.
4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a.- ¿Permito que las circunstancias o las personas me roben la felicidad?
b.- ¿Soy consciente que mi felicidad no depende de las personas ni de las circunstancias sino de Dios?
c.- Cuando algo inquieta mi corazón, ¿voy a Dios en oración?
Me moveré alrededor de un principio: Mi felicidad y realización plena están en Dios y no en las personas o en las circunstancias que me rodean.
Publicado en: Devocionales Diarios
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