Seguimiento al proceso de Sanidad Interior
(Consejería Pastoral – Cap. 15)
Así como el proceso de cambio y crecimiento tanto personal como espiritual y familiar, es eso, un proceso que no concluye en un abrir y cerrar de ojos, también la Sanidad Interior producto de la Consejería Pastoral y la ministración no debe ni puede circunscribirse a una sola sesión con el Consejero.
No podemos olvidar que Satanás trabaja todos los días las 24 horas, y bien sea que el aconsejado haya estado inmerso en actividades ocultistas o que su situación particular obedezca a hechos traumáticos, buscará recordar a la persona sus errores del pasado y las consecuencias que trajeron, generando condiciones de desánimo y sensación de fracaso.
El apóstol Pablo reconocía que era necesario perseverar en el camino hacia la superación en todos los órdenes. Por tal motivo escribió: “No quiero decir que lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesús me alcanzó primero. Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús” (Filipenses 3:12-14).
El paulatino avance hacia la Sanidad Interior arroja resultados que, al principio pueden parecer lentos, pero que si están sometidos en manos del Señor Jesucristo, serán eficaces trayendo transformación al individuo.
Los pensamientos, una fortaleza
Los mayores ataques que tiene todo ser humano en proceso de Sanidad Interior son los pensamientos. Es en la mente donde se pierden o se ganan las batallas. Ese es el motivo por el cual usted debe insistir al aconsejado sobre la necesidad e importancia de tener control de ellos, con ayuda de Dios.
El apóstol Pablo hizo una recomendación que cobra particular vigencia con las personas a las que orientamos. Él escribió: “Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que lo obedezca a él, y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia, una vez que ustedes obedezcan perfectamente” (2 Corintios 10:5).
Nuestro enemigo espiritual, Satanás, quiere echar por tierra el trabajo de Consejería sembrando derrota en aquellos a quienes estamos guiando en el proceso. Genera además, ideas que le asocian con un pasado traumático.
Al respecto, debemos instruirle en el sentido de que— siendo libre en Cristo— debe experimentar una transformación radical en su forma de racionalizar las cosas, como aconseja el apóstol Pablo: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2).
Es importante, entonces, que reemplace esa perspectiva errada de la vida con una visión renovada, como lo escribe el autor sagrado en su carta a los cristianos de Filipos: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).
Sólo cuando le enseñamos al aconsejado sobre la necesidad de dejar de lado los pensamientos negativos para dar cabida a aquellos que son positivos, podremos tener tranquilidad plena porque no será presa fácil de los ataques en procura de vuelva atrás en su Sanidad Interior.
Características que deben rodear al Consejero
Quien asume su compromiso como Consejero debe estar secundado por cuatro características de suma importancia que le llevarán a ser más eficaz y oportuno en su labor:
1.- Atento
Sólo una actitud perspicaz nos permitirá identificar los avances, estancamiento o retroceso que experimenta el aconsejado.
En muchas ocasiones quien acude en procura de orientación y desea superar, bien hechos traumáticos o las consecuencias que se derivan de su participación en actividades ocultistas, niegan que estén enfrentando de nuevo pensamientos obsesivos o ataques de orden espiritual.
Recuerdo el caso de una persona a quien orientamos en el proceso de Sanidad Interior.
Había hecho pacto de sangre con su ex marido y, cuando por fin se cayó el velo de sus ojos y pudo apreciar la realidad en su verdadera proporción y se apartó de él, la asediaba invocando espíritus que le producían escozor en todo el cuerpo.
La liberación como tal, tomó varias horas. Pero en los días siguientes no sólo volvió a acudir a los espíritus en procura de ayuda, sino que el domingo siguiente, después del culto y, cuando le pregunté cómo seguía, se limitó a responder: “Muy bien, pastor”.
Su madre fue la que contó que, por el contrario, en la noche la despertaban los gritos aterrorizados de la mujer ya que la asediaban los espíritus de nuevamente.
Estar atento a los cambios en la persona, permitirá identificar en qué aspectos es necesario hacer mayor énfasis dentro del proceso de Sanidad Interior.
Cabe anotar, para que no quede flotando el interrogante en el ambiente, que la mujer fue liberada plenamente.
2.- Perseverancia
La Sanidad Interior implica que haya perseverancia. No podemos suspender la atención de alguien que está siendo aconsejado, simplemente porque nos cansamos o creemos que ya “se puede defender solo”.
Recuerde que la persona, hasta tanto no cumpla el proceso, es como un bebé indefenso en medio de un centro comercial lleno de personas.
Usted debe guiarlo hasta comprobar que, en efecto y por el poder de Dios, está libre, bien y en crecimiento tanto personal como espiritual.
3.- Edificación
Corresponde a quien está adelantando la Consejería Pastoral brindar orientación permanente con fundamentos bíblicos.
En esta tarea se incluye llevarle a dejar pensamientos y actitudes del pasado y llevarle a adoptar nuevos principios y valores, sobre la base de que Dios ofrece una nueva oportunidad de vida.
4.- Estímulo
Es necesario fortalecer la autoestima en el aconsejado. Por esa razón es importante llevarle a comprender que ha avanzado en el proceso de Sanidad Interior. Frases como “Tú puedes superar el pasado y cambiar porque no estás solo, Dios está contigo”, son de gran ayuda.
5.- Revisión permanente de los apuntes
No olvide que el Consejero Pastoral debe estar al tanto del proceso, estancamiento o retroceso del aconsejado. Una forma eficaz de lograrlo es mediante las anotaciones en cada sesión. Constituyen su bitácora. Y debe consultarlas con frecuencia.
¿Cuál es el propósito? Recordar qué habló con la persona en la última reunión; citas bíblicas que utilizó en la orientación; identificar de qué maneja el aconsejado está aplicando las enseñanzas; reconocer cuáles son los puntos débiles en la Sanidad Interior así como las fortalezas.
Los temas bíblicos de aconsejamiento que vaya a utilizar en cada caso, debe tenerlos claros desde antes de comenzar la sesión.
Publicado en: Escuela Bíblica Ministerial
Copia el siguente texto a tu muro de Facebook:
https://www.mensajerodelapalabra.com/site/index.php/seguimiento-al-proceso-de-sanidad-interior-consejeria-pastoral-cap-15/
Temas Relacionados:
Un consejo oportuno con fundamento en la Biblia.