Si la oración fuera una torta, ¿qué parte le corresponde a su familia?
(Lección 8 – Nivel 6)
Piense por un instante en sus períodos de oración como si se tratara de un enorme pastel. Ahora, divida esa torta y determine qué porción estaría compuesta por las oraciones que eleva a favor de su familia. Es posible que se sorprenda.
La razón es sencilla: es probable que el tiempo que dedicamos a nuestro cónyuge, hijos y personas cercanas como padres y hermanos, es en muchas ocasiones, mínimo.
No obstante, no debería ser así. Cuando vamos a las Escrituras encontramos razones de peso para orar por nuestros familiares.
Hay casos específicos como por ejemplo, cuando Abraham intercedió por la vida de Lot, su sobrino, quien residía en Sodoma.
Isaac oró por la sanidad de Rebeca, su esposa, y ella por su parte, oró por sus hijos.
Cuando leemos los capítulos 1 y 2 del libro de Job, encontramos de qué manera, él oraba por sus hijos: “Y sucedía que cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones. Así hacía Job siempre.” (Job 1:5. La Biblia de Las Américas).
Otras escenas interesantes se relacionan con los momentos en que los padres y madres llevaban a sus hijos ante el Señor Jesús para que los tocara, es decir, impartiera sobre ellos bendición:
“Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él.» Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.” (Marcos 10:13-16. NVI)
Las Escrituras revelan el plan de Dios para nosotros: que amemos, cuidemos y apoyemos a los miembros nuestra familia. Una forma eficaz de hacerlo, es orando por ellos.
¿Qué ocurre cuando oramos por nuestra familia?
La presencia de Dios en nuestro hogar, ocupando el primer lugar que le corresponde, trae una nueva dinámica para todos:- Se producen milagros que humanamente no se podrían alcanzar
- Recibimos las abundantes bendiciones de Dios
- Las promesas se hacen realidad en nuestras vidas y en las de quienes integran la familia
- Se genera un ambiente de armonía
- Encontramos soluciones a los conflictos que surgen eventual o cotidianamente
- La familia se fundamenta en la fe
- Desarrollamos mayor intimidad con Dios
- Nos movemos fácilmente en la dimensión de los milagros
Cabe recordar aquí la enseñanza poderosa del libro de los Hechos de los apóstoles, cuando un carcelero recibió una promesa poderosa: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. (Hechos 16:31)
Fe, acción y perseverancia: tres ingredientes que deben acompañar nuestras oraciones por la familia.
Fundamentos para que nuestras oraciones tengan eco
Cuando oramos, Dios escucha, y a su tiempo responde. Es una realidad que jamás podemos perder de vista.
Sobre esta base, hay fundamentos que debemos aplicar para que nuestras oraciones por la familia tengan eco:- Presentar las peticiones por los miembros de nuestra familia delante de Dios
- Pedir a Dios que esas oraciones estén en Su voluntad
- Reclamar delante de Dios las promesas bíblicas para la familia
- Perseverar en las oraciones
Oración + Perseverancia + Amor + Obediencia = Resultados
Ahora, otro interrogante que quizá se esté formulando es: A nivel familiar, ¿por qué deberíamos orar?- Sanidad
- Provisión diaria
- Sabiduría para educar a los hijos
- Protección
- Perdón de pecados
- Protección
- Protección ante las tentaciones
- Orientación divina para llevar una adecuada vida conyugal
- Bendiciones para la familia
“Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles; y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque El intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios.” (Romanos 8:26, 27)
Una sugerencia es elaborar un listado que tengamos siempre a mano, con el fin de tener claridad sobre los motivos de oración por la familia.
Recuerde: la vida de oración debe ser dinámica, y en ella debemos perseverar. La familia es una
Cuestionario para la profundización de la Lección 7:
Por favor, lea detenidamente los textos y postulados de cada pregunta, y teniendo a mano su libreta de apuntes, anote las respuestas:
a.- ¿Por qué razón debería orar por nuestra familia?
b.- ¿Recuerda ejemplos de la Biblia que registra la historia de hombres y mujeres que oraron por sus familiares?
c.- ¿Qué hacía Job por sus hijos que nosotros deberíamos emular (Job 1:5)?
d.- Cuando los padres llevaban a sus hijos para que Jesús los bendijera, ¿qué ocurría, y cuál era la actitud del Maestro (Marcos 10:13-16)?
e.- ¿Qué promesa debemos reclamar de Dios para nuestra familia en los tiempos de oración (Hechos 16:31)?
f.- ¿Por qué aspectos deberíamos orar referente a nuestra familia?
Publicado en: Escuela de Oración
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