Superando crisis y problemas con ayuda de Dios

Base Bíblica: Isaías capítulos 36 y 37

Introducción:

Si algo lleva al borde del abismo a muchas personas es enfrentar problemas que llegan a tomar tal fuerza, que se convierten en crisis que generan inestabilidad. ¿Qué hacer? Generalmente buscamos ayuda en nuestras propias fuerzas o en quienes consideramos, pueden brindarnos ayuda. ¿Es lo más apropiado? El hecho de que constituya nuestra primera reacción no significa que sea lo más sabio. El pueblo de Judá con el rey Ezequías a la cabeza, buscó ayuda de otros reyes, como el faraón de Egipto. Los hechos corroboraron que fue una decisión desacertada, y reafirmó que lo mejor es volver nuestra mirada al Dios de poder, quien pelea las batallas por nosotros y nos permite salir del laberinto en el que pudiéramos encontrarnos.

I. Los creyentes debemos estar preparados para afrontar los problemas y crisis, con ayuda de Dios (Isaías 36:1-22)

1. Si lo permitimos, los problemas u las crisis nos robarán la paz y nos desestabilizan (vv. 1-5)

1.1. El rey Ezequías atravesaba por un buen momento en su gobierno cuando la crisis tocó a su puerta (vv. 1, 2)

a. El rey de Asiria ordenó poner sitio a las principales fortalezas y ciudades de Judá

b. Sitiar sus fortalezas militares y principales ciudades procuraba reducir su capacidad de reacción y defensa ante los ataques

c. Los enemigos procuraban cortar todo suministro de agua y alimentos para el rey Ezequías y su pueblo (v. 2)

1.2. En medio de la crisis el enemigo procura infundirnos temor (vv. 3, 4)

“¿Qué confianza es esta en que te apoyas?”

1.3. En medio de las crisis y de los problemas, el enemigo procura sembrar duda en nuestro corazón (v. 5)

2. El enemigo espiritual sabe mezclar las verdades con las mentiras para desestabilizarnos en medio de las crisis (vv.6-22)

2.1. Confiar en el poder militar de Egipto antes que depender de Dios, llevaría al pueblo de Judá al fracaso (v. 6; Cf. Isaías 30:3-5, 7; Ezequiel 29:6, 7)

2.2.. Si llegamos a desconfiar y dudar de Dios, nos precipitaremos hacia el abismo (v. 7)

a. El enemigo procura que dudemos hasta de nuestras propias capacidades y posibilidades (vv. 8, 9)

b. El enemigo sabe mimetizar las mentiras y presentarlas como una verdad que proviene de Dios (v. 10)

c. El enemigo hace acopio de la intimidación para desestabilizarnos (vv. 11-14)

“…no os engañe Ezequías porque no os podrá librar” (v. 14)

2.3. El enemigo procura que la duda tome fuerza también en nuestro entorno (v. 15)

“No os haga Ezequías confiar en Jehová”

3. En medio de los problemas y las crisis, el enemigo espiritual procura que nos rindamos movidos por las circunstancias (vv.16-22)

3.1. El enemigo procura nuestro sometimiento

a. El enemigo promete que si nos rendimos, seremos prosperados (v. 16)

b. El enemigo promete sacarnos del cautiverio (v. 17)

c. El enemigo procura que dudemos de Dios y le creamos a los “dioses” (vv.18-20)

3.2. Como el pueblo de Judá, que estuvo alerta ante los engaños, no podemos permitir que nos arrastren las mentiras del enemigo (vv. 21, 22)

II. Los creyentes debemos depositar toda nuestra confianza en el poder de Dios en medio de los problemas y las crisis (Isaías 37:1-13)

1. En medio de los problemas y las crisis debemos afirmarnos en Dios, como lo hizo el rey Ezequías (vv.1-4)

1.1. El rey Ezequías se humilló ante Dios

“…rasgó sus vestidos”

1.2. El rey Ezequías volvió su mirada a Dios

“… y cubierto de cilicio vino a la casa de Jehová.”

a. En medio de los problemas y la crisis, el rey Ezequías mandó que consultaran al profeta Isaías (v. 2)

b. El rey Ezequías sometió a Dios toda su angustia y ansiedad (v. 3)

c. El rey Ezequías acudió a la oración (v. 4)

2. Dios responde con poder a nuestras oraciones (vv.5-7)

3. El enemigo procurará que no perseveremos al depositar nuestra confianza en Dios (vv.8-13)

III. Los creyentes oramos a Dios convencidos de que libera poder divino para resolver nuestros problemas y crisis (vv.14-38)

1. El rey Ezequías entendió que no podía luchar en sus fuerzas sino en el poder de Dios (v. 149

1.1. El rey Ezequías encontró fortaleza en la oración (vv.15-17)

a. La oración es fundamental cuando libramos batallas (v. 15)

b. Cuando oramos reconocemos la santidad y poder de Dios, como lo hizo el rey Ezequías (v. 16 a)

c. Cuando oramos, reconocemos que Dios tiene control de todas las circunstancias (v. 16 b)

1.2. Cuando oramos reconocemos que Dios nos escucha (v. 17)

2. El rey Ezequías reconoció que Dios es quien pelea nuestras batallas (vv.18-32)

“Líbranos… para que todos los reinos de la tierra reconozcan que sólo tú eres Jehová.” (v. 20)

2.1. Dios asume nuestras batallas como propias y es Él quien da la pelea (vv.21-24)

2.2. Dios pone de presente su poder ilimitado (vv.25-38)

2.3. Dios tiene todo bajo control (vv.28, 29)

2.4. Dios nos libra de los problemas y las crisis para llevarnos a un nuevo nivel (vv.20-32)

3. Dios nos asegura la victoria en medio de los problemas y las crisis (vv.33-35)

4. Como ocurrió con el rey Ezequías y el pueblo de Judá, Dios obra justicia sobre nuestros enemigos (vv.36-38)

Conclusión:

Como es evidente que no podremos tener control de los problemas que desembocan en crisis, lo que sí debemos es mantenernos alerta. Cualquier situación que se salga de nuestro alcance, antes que resolverla en nuestras fuerzas o con ayuda humana— que generalmente nos falla — es imperativo que la entreguemos en manos de Dios. Él es quien pelea nuestras batallas y nos lleva siempre de victoria en victoria. No permita que el enemigo le siga engañando. Por naturaleza, en su condición de cristiano, usted debe afianzarse en Dios que es nuestra fortaleza y dar las batallas, bajo el convencimiento de que Él responde a nuestras oraciones y nos lleva siempre a la victoria.