Una familia tomada de la mano de Dios se fortalece
1.- Lectura Bíblica: Proverbios 22:6
2.- Meditación familiar:
Laura y Raúl estaban por separarse. “No hay salida para nuestra situación”, decía él. “Yo deseo que hagamos nuestro mejor esfuerzo por el hogar”, se lamentaba ella. Dos niños, uno de siete y otro de cinco años, estaban en medio. Ellos, como es apenas natural, reclamaban el derecho a un padre y una madre. Y lo hacían de forma sencilla: Cuando les veían peleándose, procuraban –abrazándolos— que dejaran de seguir discutiendo.
Fue Laura quien tuvo un encuentro personal con el Señor Jesús. Y a partir de allí, comenzó cambios que terminaron ejerciendo una poderosa influencia en la relación de pareja. La situación mejoró. Y desde el instante en que el panorama se despejó, se fijaron la meta de edificar la relación de pareja y a los hijos, sobre sólidas bases.
Como padres que procuramos fundamental una familia duradera, donde Dios gobierne y primen principios y valores, debemos asumir la disciplina de estudiar las Escrituras, aprender pautas de vida y orar.
Un paso clave es enseñar a nuestros hijos a partir del ejemplo. Así nos instruye el maravilloso libro de la familia que es la Biblia. Allí nos recomienda: “Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.” (Proverbios 22:6. NTV)
Es importante que diariamente tengamos un encuentro con el Señor, que procuremos escuchar Su Voz. También reviste especial significación tener acercamiento a las Escrituras, tomar apuntes de aquellos pasajes en los que Dios nos habla e interiorizar aquellos principios que enseñaremos a nuestros hijos. Es aconsejable desarrollar un plan sistemático de estudio de la Biblia.
Si hay algo que nos llama poderosamente la atención, en donde sentimos que Dios nos habló, debemos meditar en ello y, una vez lo evidenciemos en nuestra forma de pensar y de actuar, aplicarlo en nuestra familia. Recuerde que somos ustedes y yo como padres, los primeros que debemos vivir la Palabra del Señor.
Este día debemos vivirlo plenamente en Dios, pero además, reconocer que es imperativo permitir que Cristo Jesús gobierne nuestra vida y familia. Ábrale hoy las puertas de su corazón.
Si todavía no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, hoy es el día para que tome esa valiosa decisión, que traerá cambios en su forma de pensar y actuar. Dios desea obrar poderosamente en su vida.
3.- Oración familiar:
“Amado Padre celestial, gracias porque eres el Dios de la familia. Tú creaste la relación de pareja y si lo permitimos, nos ayudas a que esa relación se afiance cada día más. Hoy te pedimos que nos ayudes a experimentar cambio, a reconocer cuando hemos cometido errores con nuestro cónyuge, y nos permitas tener la humildad suficiente para corregir las fallas. Te pedimos que nos concedas sabiduría para mantener unas buenas relaciones, la fortaleza para perdonar, la sabiduría para edificar a nuestros hijos y la generosidad para apoyar a nuestra pareja cuando atraviesa momentos difíciles. En tus manos sometemos cada día, te agradecemos las bendiciones y te pedimos, nos sigas acompañando siempre. Amén”
4.- Metas familiares para hoy:
a.- Procuraré en todo momento la unidad familiar.
b.- Permitiré que Dios ocupe el primer lugar en la familia.
c.- Entregaré todos mis planes y proyectos en manos de Dios.
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Publicado en: Altar Familiar
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Un consejo oportuno con fundamento en la Biblia.