Una ruta eficaz para vencer las tentaciones
Base Bíblica: 1 Corintios 10:12
Introducción:
Bajo ninguna circunstancia podemos pensar que, en nuestra condición de cristianos, nada nos llevará a experimentar una caída. No podemos olvidar que Satanás, como león rugiente, anda buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8)
Ahora, si caemos, debemos responder delante de Dios, porque hemos sido advertidos de mantenernos alerta.
Es importante que identifiquemos cuáles son nuestras debilidades. Si no resulta fácil este proceso de auto examen, debemos someterlo en manos de Dios.
La única forma de vencer cualquier tentación— la que fuere que toque a nuestra puerta— es prendidos de la mano del Señor Jesucristo quien, como lo enseñan las Escrituras, venció la tentación (Mateo 4)
I.- LA FUERZA PARA VENCER LAS TENTACIONES PROVIENE DE DIOS
1.- Todos los seres humanos experimentamos tentaciones (1 Corintios 10:13 a).
2.- Dios nos dará la fuerza necesaria para vencer las tentaciones (1 Corintios 10:13 b)- Logramos identificar de dónde proviene la tentación (Lamentaciones 3:40).
- Dios nos brinda una salida a la tentación.
II.- DEBEMOS EXAMINAR SI NOSOTROS ALIMENTAMOS LA TENTACIÓN
1.- La tentación en gran medida, nosotros la alimentamos (Santiago 1:14-15)
2.- La tentación comienza con pequeños pensamientos.
3.- En ocasiones, ni nosotros mismos somos conscientes de que anidamos las tentaciones (Jeremías 17:9)
III.- PARA VENCER LA TENTACIÓN, DEBEMOS GUARDAR NUESTO ANDAR DELANTE DE DIOS
1.- Para vencer las tentaciones, debemos someter nuestro andar diario con el Señor (Proverbios 4:26, 27)
2.- Si no guardamos nuestro andar diario, damos lugar a las artimañas del enemigo espiritual (Efesios 4:27)
3.- Cuando cuidamos nuestro andar diario, nos apropiamos de la enseñanza de Pablo: cuidarnos (1 Timoteo 4:16)
IV.- LA ORACIÓN NOS FORTALECE PARA VENCER LA TENTACIÓN
1.- El Señor Jesús recomendó la oración como paso para vencer la tentación (Mateo 26:41)
2.- Cuando nos sentimos a punto de sucumbir a la tentación, debemos clamar al Señor (Salmos 50:15)
3.- El Señor Jesús conoce nuestras tentaciones y nos puede ayudar (Hebreos 4:14-16)
4.- Una estrategia para vencer las tentaciones, es tener compañeros de oración a favor de nosotros (Eclesiastés 4:9-10)
5.- Dios transforma todo nuestro ser, para llevarnos a vencer las tentaciones (Ezequiel 11:18-20)
Conclusión:
A lo largo de la historia millares de cristianos se han visto expuestos a las tentaciones. Unos han caído en pecado, otros han marcado la diferencia. ¿Cómo ha sido posible? Gracias a su dependencia permanente de Dios (1 Corintios 10:13 b).
Es esencial que pidamos al Señor que nos muestre cuál es la fuente de nuestras tentaciones y podamos reconocer de qué manera podemos avanzar en el proceso para vencer y permanecer firmes.
Jamás podemos olvidar que una fuente de pecaminosidad, si no los controlamos, son los pensamientos. Solamente con ayuda de nuestro amado Padre celestial, podemos poner un filtro y evitar las caídas espirituales.
Publicado en: Sermones
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